Caetano Veloso: "Es mucho más alegre ser joven, pero uno puede ser más feliz a los 70 que a los 25"

Ya instalado en los 72 años de edad, el pionero del tropicalismo asegura seguir mirando hacia el vacío, mientras piensa en sus próximos proyectos.




Se ha convertido en un lugar común en los carteles de los festivales de moda: por sobre las 50 bandas recién nacidas en Brooklyn, Montreal o Londres, una figura legendaria de la música global copa un puesto estelar para legitimar los nuevos sonidos con su catálogo histórico. Lo hizo también Caetano Veloso en mayo de este año, cuando encabezó el festival Primavera Sound en Barcelona, uno de los epicentros de los nuevos sonidos internacionales. Pero el brasileño -como lo ha hecho durante toda su carrera- está lejos de cumplir con el libreto.

A los 72 años, Caetano no protagoniza un rescate, porque nunca se ha ido: el músico de Bahía está en actividad plena, cerrando una trilogía que experimenta con el lenguaje del rock, acompañado por una banda joven y mirando al vacío de una nueva etapa discográfica que ahora inicia. Una fuerza que precede su nueva visita a Chile, programada para el 5 de noviembre en el Teatro Caupolicán. Las entradas están disponibles a través del sistema Ticketek. "Estarán las canciones de Abraçaço. Casi todas. Pero también temas de los años 60, 70 y 80. Espero que el público tenga el mismo interés y la misma paciencia conmigo que tuvo hace cuatro años", adelanta Veloso, vía correo electrónico.

Abraçaço cierra la etapa que usted describe como transrock, que comenzó con Cê (2006). ¿Siempre pensó en estos discos como una trilogía?

Cuando tenía listas las canciones de Cê, empecé a imaginar una banda. Llamé a Pedro Sá y le enseñé los nuevos temas: lo conocía de niño y trabajamos juntos en Noites do Norte y A foreign sound. Yo tenía las ideas de arreglos para las canciones de Cê bien definidas, expliqué a Pedro lo que quería y le pedí que me sugiriera músicos. Ricardo Dias Gomes y Marcelo Callado, dos chicos casi 10 años menores que él,  eran  perfectos para lo que imaginaba. Como estamos juntos hace más de siete años y tres discos pensé que se cerraba una trilogía. Pero no sé si quiero tocar sin ellos. De todos modos, lo que haré después será diferente.

¿Qué le sugiere que ya es el momento de pasar a algo distinto?

Hay cosas que deseo experimentar. Mantener un mismo sonido por mucho tiempo puede ser bueno y el éxito de Abraçaço lo prueba, pero nunca tengo ganas de quedarme en una posición cómoda.

¿Qué es lo que hace único Abraçaço en esta trilogía? 

Su capacidad de comunicar. Fue sorprendente ya con el público de Río en el estreno, que era un público cercano. Pero luego estábamos en Fortaleza, en el nordeste de Brasil, y la reacción era igual: la gente, sobre todo joven, cantaba las canciones nuevas y aprobaba las elecciones de canciones viejas. Hice Abraçaço sin pensar mucho. Digo que no lo conozco muy bien. Es placentero dejar la cosa ir.

¿Y eso influye en el paso siguiente que prepara?

Todavía no tengo nada. Ideas imprecisas vienen a mi cabeza, pero no las he organizado aún .

Este año, participó del festival Primavera Sound como "cabeza de cartel". ¿Cómo vivió esa experiencia?

Imaginaba que nuestro show iba parecer raro, que quizá no tuviera el nivel profesional de los grandes nombres mundiales que se presentan allí. Mas, al final fue una presentación fuerte y caliente. Hicimos básicamente Abraçaço, un poco más corto, dentro de las limitaciones de tiempo del festival. Era el mismo sonido que presentamos en nuestras giras. Y es lo mismo que presentaremos en Chile.

Hace poco, usted participó en un debate en su país sobre "normar" las biografías no autorizadas. ¿Cuál es su posición hoy? 

No tengo ganas de tener nada oculto en mi vida. Pero es normal que uno no quiera que todos sus actos sean acompañados por el público. En cuanto a las biografías, siempre fui de la opinión de que deben ser libres. Muchos amigos míos reaccionaron contra el cambio de la ley existente, que exigía que las biografías fueran autorizadas y permitía que biografiados retiraran libros de las ventas si les parecieran ofensivos. Ayudé un poco a esos amigos a pedir que hubiera más cuidado con el cambio de la ley. Pero la prensa y los editores de libros hicieron un lío que impidió cualquier discusión más profunda. Dijeron que mis amigos son censores y forzaron la aprobación de la nueva ley sin reparos. Sigo pensando lo mismo que antes. Quizás un poco menos identificado con la liberación total.

Durante el último par de años, usted ha girado por el mundo mostrando Abraçaço. A los 72 años recién cumplidos, ¿es distinto?, ¿qué mejora o qué es más difícil? 

Tengo menos resistencia. Hace años, cuando viajaba para tocar, salía para ver las ciudades de noche y de día: el show era solamente una hora y media, no tan importante en medio a conversas, paisajes, museos, calles, bares. Hoy, casi sólo hago el show. Es mucho más alegre ser joven. Es físicamente más alegre. Pero uno puede ser más feliz a los 70 que a los 25.

¿Cine o literatura? ¿Figuran en sus planes?

Sólo sueños. Escribir es más fácil que dirigir una película. Es físicamente más fácil. Si hay algo que me parezca que puedo explicar o contar, escribiré. Pero me gustaría hacer un filme sobre la ciudad de Salvador de Bahía. Elegir ángulos para poner la cámara. Cualquier historia serviría. Pero cine es la arte de la espera. Lleva mucho tiempo para todo.

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