Killer road: el disco de Patti Smith que revive el mito de Nico

La solista y su hija rinden tributo a la artista alemana en un nuevo álbum. Jesse Paris Smith habla con La Tercera del proyecto, que lanzaron el viernes.




La historia oficial dice que Christa Päffgen sufrió un ataque cardíaco mientras andaba en bicicleta por Ibiza, durante la calurosa mañana del 18 de julio de 1988. Un taxista encontró inconsciente en la calle a la musa de Andy Warhol y cantante de The Velvet Underground -más conocida como Nico- y tras varias dificultades para poder ingresarla a un hospital y luego de un errado diagnóstico de insolación, ésta falleció a las 8 de la tarde de ese día a causa de una hemorragia cerebral, según exámenes posteriores. Su hijo, Ari, tiene una visión más poética de lo ocurrido. “Fue el sol el que la mató”, asegura en el documental Nico icon, de 1995.

Las imágenes de aquella fatídica jornada en el Mediterráneo, la última en la vida de una de las figuras más enigmáticas de la música de los años 60 y 70, son las que inspiraron Killer road: un álbum tributo a la artista alemana a cargo de Patti Smith, su hija Jesse y el  grupo Soundwalk Collective. Un proyecto que se materializó primero en vivo, hace dos años y con sólo cuatro presentaciones, y que el viernes pasado se lanzó como disco.

“Sentíamos que había que hacer algo después de esas performances, que tuvieron una energía muy especial, compartir este material para que la gente que no estuvo ahí pueda ser parte de esto”, explica Jesse Paris Smith sobre el álbum, que realza el universo creativo de una artista reconocida tardíamente, cuyo singular trabajo autoral se vio opacado por las anécdotas de su propia vida, tan fascinante como trágica.

Con una primera mitad en estudio y la segunda en vivo, el disco combina diversos medios con el fin de reconstruir las últimas horas de vida de Päffgen. Por un lado, Patti Smith se encarga de recitar y reinterpretar algunos de sus textos, varios de éstos inéditos y otros extraídos de los seis discos que publicó en solitario entre 1967 y 1985. En tanto, el colectivo neoyorquino y Jesse Smith crearon la base sonora, donde se mezclan música y  sonidos reales que evocan a esa tarde en la isla española.

“Los miembros del colectivo tenían una casa en Ibiza y pasaron mucho tiempo recorriendo los lugares por los que Nico paseó y juntando sonidos que ella debió haber escuchado. Yo me encargué de instrumentos como el metalófono, la marimba y el waterphone, que suena como olas chocando en la playa”, detalla  Smith, hija de la autora de Horses y del fallecido Fred “Sonic” Smith, guitarrista de MC5.

Camino asesino

Killer road se gestó hace algunos años y de casualidad, durante un vuelo entre París y Nueva York. En éste quedaron sentados uno al lado del otro Patti Smith y Stephan Crasneansck, de Soundwalk Collective, quien le comentó a la artista sobre el proyecto. A su vez, Smith le habló de su admiración hacia Nico y cómo a fines de los años 70, en pleno apogeo de su carrera, rescató de una tienda de empeño el armonio de la alemana, el instrumento con el que ésta grabó varios de sus temas.

“Mi mamá lo salvó para devolvérselo algún día. Ahora  usamos en el disco algunas grabaciones que ella hizo en ese instrumento”, cuenta Jesse, quien reconoce que hasta antes de este proyecto lo que sabía de Päffgen se limitaba a aquellos hitos que cimentaron su leyenda: su época de supermodelo quinceañera; su participación en filmes como La dolce vita, de Fellini; un fugaz romance con el actor francés Alain Delon que terminó con un hijo no reconocido, además de sus días en Nueva York como musa de Bob Dylan y  Andy Warhol, quien la ubicó como vocalista en el célebre primer disco de The Velvet Underground, pese a la resistencia de Lou Reed.

A partir de entonces, la alemana inició una singular carrera solista de pop barroco y letras introspectivas, que influyó a una serie de artistas posteriores -como Morrissey, Björk y la propia Patti Smith- y que terminó de modo fulminante esa tarde de julio de 1988, justo cuando empezaba un proceso de rehabilitación de las drogas.

“La de Nico es una historia llena de misterio, enigmática. Cuando piensas en esa última etapa de su vida y lees sus poemas, hay una tristeza subyacente, un sentimiento melancólico”, dice Smith, quien no descarta a futuro sumar más partes al proyecto. “Ya tenemos muchas ideas”, cuenta.

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