Marcas de cervezas rubias son víctimas de un vuelco hacia la cerveza artesanal

El volumen de ventas de cerveza artesanal creció 16% en este último año en comparación con una caída de 1,7% en las marcas estadounidenses más grandes de cerveza, según la firma investigadora Symphony IRI Group. <br>




Goose Island es la nueva Bud. Como lo son Shock Top y ZiegenBock. Y lo que es más, Blue Moon de Leinenkugel, podría considerarse la nueva Coors o Miller.

Todas estas marcas son propiedad de los cerveceros más grandes del mundo, que están lanzando enérgicamente productos diseñados para atraer a los amantes de la cerveza artesanal. Sin embargo, no están llevando a la quiebra a los micro-cerveceros que iniciaron el movimiento.

En lugar de eso, al salir a vender estas cervezas artesanales, las nuevas etiquetas están captando las ventas de las marcas del mercado masivo ya aquejadas por problemas propios de gigantes de la industria.

Los analistas dicen que verdaderamente pueden llegar a ser una bendición para sus propietarios. De hecho, los márgenes de las cervezas artesanales pueden ser "considerablemente más altos", según la firma investigadora Canadean.

"En realidad ya no bebo más Bud Light", dijo Tait Foster, de 27 años, que trabaja en un grupo de investigación sobre política exterior en Nueva York.

Lo que empezó a hacer, por el contrario, es mezclar una gama más amplia de cervezas como Goose Island y Blue Moon. "Bud Light, Coors y todas ésas son como agua con gusto a cerveza", estimó.

El volumen de ventas de cerveza artesanal creció 16% en este último año en comparación con una caída de 1,7% en las marcas estadounidenses más grandes de cerveza, según la firma investigadora Symphony IRI Group.

Las ventas de Bud Light bajaron 1,3% y de Miller Lite un 4,4%.

Esto ha llevado a multinacionales como Anheuser-Busch InBev NV y MillerCoors LLC, que reúnen un 75% del mercado estadounidense, a introducir sus propias cervezas estilo artesanal –muchas de las cuales hacen escasa o ninguna mención de su parentesco corporativo.

AB InBev pagó US$38.800 millones por Goose Island en 2011, cinco años después de haber firmado un contrato de distribución con el cervecero de Chicago. Y en 2006 creó Schok Top, una cerveza de trigo estilo belga, para atacar a Blue Moon, la mayor de las etiquetas estilo artesanal en manos de los líderes del sector.

Las marcas Goose Island avanzaron 69% el año pasado, dijo AB InBev, mencionando datos de Symphony IRI, en tanto las cervezas Shock Top treparon 14%.


Sidras

MillerCoors, que es propiedad conjunta de SABMiller Plc y Molson Coors Brewing Co., creó en 2010 una unidad llamada Tenth Blake para concentrarse en Blue Moon y otras cervezas de nicho, así como también en importaciones de nivel superior como Pilsner Urquell de la República Checa y Cusqueña de Perú.

En este momento, tiene más de una docena de marcas, entre otras, dos sidras.

"Analizamos dónde estaban los sectores en crecimiento, y lo artesanal hacía explosión", dijo Tom Cardella, presidente de Tenth Blake.

"Si analizamos la comercialización para lo artesanal, requiere una metodología diferente", acotó.

Así como impacta en las ventas de las marcas más grandes, la popularidad de estas cervezas está impulsando una nueva generación de etiquetas medianas, según Trevor Stirling, analista de Sanford C. Bernstein.

Además, las cervezas artesanales están volviendo a alejar a los bebedores del vino y los licores. Si bien la cerveza artesanal en este momento tiene sólo un 6% del mercado, esa participación podría crecer más de tres veces en los próximos años, predice Canadean.

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