Nestlé reporta débiles ventas por menor consumo en EEUU y Europa

El grupo de alimentos más importante del mundo informó que sus ventas en monedas locales se elevaron en el primer trimestre 4,2% a US$23.660 millones.




Nestlé espera una recuperación de sus ventas en los próximos trimestres tras desacelerarse a un 4,2% en moneda local en los primeros tres meses, cuando el clima inusualmente frío debilitó el consumo de sus productos en América del Norte y los europeos continuaron optando por marcas más baratas.

El grupo de alimentos más importante del mundo enfrenta tiempos difíciles, en momentos en que un lento crecimiento en los mercados emergentes dejó de compensar las débiles ventas en las economías desarrolladas que representan la mayor parte de su negocio.

El fabricante de las sopas Maggi y el café instantáneo Nescafé dijo que espera que un continuo fortalecimiento del franco suizo pese sobre sus reportes de ventas este año.

Aunque agregó que el despliegue de nuevos productos ha ayudado a sostener el crecimiento en medio de difíciles condiciones del mercado, y que seguirá innovando y apoyando sus marcas.

Nestlé informó que sus ventas en monedas locales se elevaron en el primer trimestre a 20.800 millones de francos suizos (US$23.660 millones), por debajo del pronóstico de 21.460 millones de francos arrojado por un sondeo de Reuters.

Las ventas cayeron un 5,1% en francos suizos, golpeadas por la fortaleza relativa de la moneda.

Las ventas se vieron golpeadas por varios eventos, incluido el clima frío extremo en Estados Unidos, que llevó a los consumidores a realizar menos compras. Nestlé genera un cuarto de sus ventas en ese país norteamericano.

Además, las ventas de chocolate también fueron débiles en el primer trimestre debido a que el feriado de Pascuas este año cae en abril en lugar de marzo, lo que hizo que muchos clientes pospusieran sus compras.

En América, las ventas subieron un 4,6 por ciento, ayudadas por una fuerte demanda del café soluble y de alimento para mascotas en Latinoamérica.

En Europa aumentaron apenas un 0,3%, mientras que los precios siguieron cayendo, y en Asia, Oceanía y Africa, treparon un 7,3%.

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