Periodista francés cuenta detalles de su cautiverio a manos del Estado Islámico

Nicolas Henin estuvo secuestrado 10 meses y cuenta que algunos yihadistas ven Game of Thrones.




El periodista francés Nicolas Henin (39 años) estuvo en cautiverio durante 10 meses a manos del verdugo del Estado Islámico conocido como "John, el yihadista". Durante su secuestro, escribió un libro infantil junto con el periodista francés Pierre Torres (30 años): Papa hérisson rentrera-t-il à la maison? (¿Cuándo mi papá erizo volverá a casa?), para su hija de cinco años y que saldrá a la venta esta semana. El texto fue redactado de forma secreta por los dos periodistas en las noches, en un pedazo de envoltura de queso.

En conversación con BBC, Henin relató su particular interacción con sus captores del EI.

Henin dice que la historia para su hija fue creciendo y nació como parte de un juego para combatir el aburrimiento, ideado por el trabajador humanitario británico David Haines, quien fue asesinado por sus captores en septiembre pasado. "El objetivo era decir qué animal te representaba mejor", dijo Henin. "Hablé de ser un erizo. Me gustaba la idea de tener una protección, aún cuando la protección de un erizo es totalmente estúpida", señaló. En términos de protección, "nada realmente funciona. Como rehén, eres sólo un títere".

También describió las discusiones entre los prisioneros y los captores del Estado Islámico. Tales interacciones eran, a menudo, importantes para asegurar cosas vitales como la comida y los remedios. Pero ellos revelaban, también, detalles disonantes entre sus orígenes y sus intereses. "Noté que estos yihadistas tenían poco que ver con la cultura local, árabe o musulmana, ellos son hijos de nuestra sociedad", sostuvo. "Hablan nuestro idioma, tienen las mismas referencias culturales que nosotros. Ven las mismas películas, juegan los mismos videojuegos que nuestros niños. Son producto de nuestra cultura, de nuestro mundo", añadió. Ellos han visto todo, dice Henin, "desde los Teletubbies hasta Game of Thrones".

Se negó a hablar específicamente de Mohammed Emwazi, conocido como "John, el yihadista",  debido a que su compañero de prisión, el periodista británico John Cantlie todavía es rehén del grupo.

Al hablar de sus captores durante sus 10 meses en cautiverio, dice que vio algunas dudas "y mucho de mala fe, porque ellos se justificaban a sí mismos y, a veces, sus actos eran imposibles de justificar".

Henin cree que muchos yihadistas comenzaron a tener un deseo genuino de ayudar a las víctimas en Siria. "Estas son personas frágiles. Tan pronto como llegan, sus reclutadores los agarran y los empujan a cometer crímenes y entonces, no hay forma de echar pie atrás", contó. "Recuerdo que con una pareja (de captores) tuvimos discusiones que mostraron que sus convicciones eran frágiles, y que incluso podrían tener remordimientos por lo que estaban haciendo", señaló. "Más allá de eso, la conexión era muy difícil. Un poco de conversación podría ayudar, pero no compasión. Pedir compasión, es lo peor que puedes hacer. Nunca lo intentes", dijo.

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