Quinta edición de Feria Chaco abre con obras de Jaar, Tacla y Gazitúa

El principal evento de arte del país se inaugura hoy en Estación Mapocho.




Un halo de ansiedad inundaba ayer la Estación Mapocho, a sólo 24 horas de que se inaugurara la quinta versión de la Feria Chaco, el principal evento de arte del país. Es inevitable: aunque el trabajo comienza por lo menos con un año de antelación, el día antes de la apertura siempre es caótico. Hay desde galeristas extranjeros que vienen recién aterrizando con maleta en mano al evento, artistas que buscan desesperadamente enmarcar sus obras y montajistas que corren por los pasillos solucionando problemas de último minuto.

Una cosa es clara: contra viento y marea, hoy a las 19.30 horas las puertas de Feria Chaco se abren hasta el lunes 30, con una amplia muestra de arte contemporáneo. Este año son 31 galerías locales y extranjeras, de países como Brasil, Argentina, Colombia y EE.UU., que ofrecerán más de 800 obras. Destaca la madrileña Espacio Mínimo, que tendrá piezas de la argentina Liliana Porter y el español Manu Arregi, entre mil y 28 mil dólares; la bonaerense Gachi Prieto, que exhibe pinturas del argentino Andrés Waissman, y el chileno Samy Benmayor, por 700 y 12 mil dólares, o la neoyorquina Henrique Faria Fine Arts, que tiene obra gráfica de Leandro Katz y Guillermo Deisler, entre dos mil y 30 mil dólares.

"Este año hay más galerías extranjeras, 17 en total (en 2012 fueron 10). Creo que nos hemos consolidado y hoy los galeristas confían en el proyecto y se preparan para exhibir una muestra contundente con obras inéditas", dice la galerista Irene Abujatum, directora de la feria junto a Elodie Fulton.

Dentro de la oferta nacional, hay galerías que han sido fieles a Feria Chaco desde sus inicios, cuando en 2009 nació la primera versión en el Club de Planeadores de Vitacura. Entre ellas está Artespacio, que mezcla obras de consagrados, como esculturas de Francisco Gazitúa y pinturas de Bororo, hasta por $ 20 millones, junto con artistas jóvenes como el escultor Ignacio Gana y el pintor Andrés Vio. Las piezas parten desde el millón de pesos.

La galería La Sala también exhibe trabajos de artistas consagrados: grabados de Roberto Matta, un óleo de Jorge Tacla de los años 80, una litografía de Matilde Pérez y cuadros históricos de Gonzalo Cienfuegos. Los precios van desde los $ 300 mil. Mientras que la sala Die Ecke apuesta por las generaciones jóvenes, con obras de Cristóbal Lehyt y Francisca Benítez, que van de los $ 250 mil a los $ 2 millones.

El galerista Tomás Andreu vuelve a las pistas con galería Animal, luego de más de un año de receso, y con una propuesta fuerte: el stand tendrá sólo obras de Alfredo Jaar, último Premio Nacional de Arte. Serán fotos de su proyecto Gold in the morning (1986), sobre trabajadores de una mina de oro en Serra Pelada, Brasil, y de su intervención en un panel publicitario del Times Square, Nueva York, donde instaló la frase This is not America (Esto no es América, 1986). Las obras van desde los 1.600 dólares. Además de las galerías tradicionales, este año debutan los Pop up spaces, espacios no comerciales, como Oficina Barroca y Proyecto Living, que tendrán las obras más experimentales de la feria.

La oferta va más allá de las piezas de arte: habrá una serie de charlas en torno a temas como coleccionismo, curatoría y mecenazgo. Entre los invitados para estos programas estarán Natalia Majluf, directora del Museo Mali, de Perú; Elena Nofal, miembro del comité de adquisiciones del Malba, de Argentina; el francés Vincent Honoré, ex curador de la Tate Modern de Londres, y Carlos Amorales, uno de los artistas clave de la actual escena mexicana.

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