Scorsese y la realidad: el prolífico lado documental del director de Taxi Driver

En 2014 produjo y dirigió Life itself, sobre el crítico Roger Ebert, y The 50 year argument, acerca de The New York Review of Books.




La historia es así: Martin Scorsese estaba filmando desde hace dos años un documental sobre Bill Clinton, hasta que el ex presidente quiso pasar desde el frente de las cámaras a tener control sobre las entrevistas y el montaje final de la película.

Quizás Clinton se sintió con derecho por la admiración mutua que habían expresado cuando presentaron el proyecto en 2012, pero el director de Taxi Driver no permite que nadie intervenga con su visión y ahora el proyecto está congelado.

"A menos que me quiten la película de las manos, siempre soy responsable de cada uno de los fotogramas que ves en la pantalla", le dijo Scorsese al diario español El País hace un año. Con este conflicto de poderes en medio de la producción, en HBO -la cadena televisiva tras el documental- dijeron que la cinta "no saldrá pronto, lo que tampoco quiere decir que no vaya a salir nunca".

El periódico The New York Times fue el que publicó la noticia y aprovechó de especular sobre las motivaciones de Clinton para querer controlar el foco y el contenido de la película: "un ángulo poco halagador, una pregunta incómoda o incluso una omisión obvia de parte de Scorsese podría manchar el legado de Clinton, o al menos daría que hablar a sus críticos en la víspera de las elecciones de 2016", escribió el diario.

Sin embargo, el filme nunca pareció un riesgo real para la imagen del ex presidente  o para la carrera presidencial de su esposa Hillary Clinton: Scorsese había llamado al demócrata una "trascendente figura" de la que esperaba mostrar "una amplia comprensión".

Además, el documental -que incluía grabaciones de una visita filantrópica a África que el político hizo en 2013- fue apoyado por el empresario Steve Bing, colaborador financiero de Clinton y productor de Shine a light, el documental de Scorsese sobre los Rolling Stones. De hecho, fue el mismo hombre de negocios quien convenció al ex mandatario de cooperar con la película.

CARRERA DOCUMENTAL

Mientras esta cinta queda en punto muerto, Scorsese tiene otros proyectos documentales en los que ocuparse. En etapa de postproducción está un filme aún sin nombre sobre la banda The Grateful Dead, del que Scorsese es productor ejecutivo.

La película sobre el conjunto de folk-rock sicodélico, que según el mismo realizador eran "un planeta" más que sólo una banda, se estrenará en el  50 aniversario del primer show del grupo, en la California de 1965. El proyecto cuenta con el documentalista norteamericano Amir Bar-Lev en la dirección, quien el año pasado estrenó su cinta Happy Valley, en Sundance.

Scorsese, nacido en Queens el año 1942, ha estado envuelto en documentales musicales desde que en 1970 fue asistente de dirección y editor de Woodstock, la película de Michael Wadleigh sobre el histórico festival, y ha dirigido cintas sobre The Band (The last waltz, 1978), Bob Dylan (No direction home, 2005), los Rolling Stones (Shine a light, 2008) y George Harrison (Living in the material world, 2011). También hizo una serie sobre el blues para la cadena PBS en 2003.

Los intereses documentales del neoyorquino siempre se han decantado por figuras que admira. Por ejemplo, en 2010 co-dirigió A letter to Elia, que expone la enorme influencia que tuvo el trabajo de Elia Kazan sobre él, y que muestra al director de Nido de ratas como un artista luchando por sacar adelante su visión.

Scorsese produjo y apareció en Life itself, la cinta dirigida por Steve James sobre el crítico Roger Ebert, basada en sus memorias. James también hizo el documental Hoop dreams, sobre dos basquetbolistas soñando con ser profesionales y que Ebert eligió como su película favorita de los noventa.

En una parte de la entrevista para Life itself que no llegó a la edición final, Scorsese declaró su admiración por Ebert y contó que el análisis que el crítico hacía de sus cintas, particularmente lo que escribió sobre Los infiltrados, lo había ayudado a conocerse mejor. También el año pasado dirigió junto a David Tedeschi The 50 year argument, sobre la destacada revista cultural  The New York Review of Books.

Según el mismo realizador, entre sus trabajos, su predilecto sigue siendo Italianamerican, el documental de 49 minutos que hizo en 1974 sobre sus padres, su vida en Nueva York y la historia familiar allá en Sicilia. "Es lo mejor que he hecho", dijo a la prensa hace unos años, "fue ahí cuando me di cuenta de que sólo la imagen de una persona puede contar una historia, un mundo. (Mis padres) eran mejor que actores, porque no eran actores".

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