Sintonía de cable supera por primera vez a la de la TV abierta entre sus suscriptores

La medición consideró los hogares con televisión de pago durante las 24 horas en individuos.




Que la televisión abierta se ve más que la de pago es  un dato que de conocido llega a ser lugar común. Un hecho que se da por consumado en la industria televisiva hace años. Y que se rehusaba a cambiar a pesar de los anuncios grandilocuentes de algunos. Hasta ahora. Porque por primera vez desde que se mide la sintonía de la TV pago en Chile, el rating total del cable durante todo el día, y considerando todos los segmentos, logró superar a la audiencia de la televisión abierta entre suscriptores. 

Así, en diciembre de 2013, considerando las 24 horas del día, la TV de pago logró 8,3 puntos de sintonía medido en personas, versus 7,3 de las pantallas abiertas. En enero se repitió el fenómeno, con 7,8 unidades para el cable, versus 7,4 para la libre recepción, según datos de Ibope/VTR. A nivel de medición de hogares también se logró un hito: por primera vez el promedio diario de la TV de pago superó por tres meses consecutivos a la abierta. Desde 2007 hubo tres ocasiones en que los servicios de suscripción se impusieron, pero nunca de manera consecutiva. Ahora lo hicieron en noviembre, diciembre y enero, con 22,6 para la pantalla de suscripción y 20,4 para la de libre recepción promedio en el mes pasado, por ejemplo. La brecha, en todo caso, se estrechó a partir de 2009. Antes de ese año, la sintonía se separaba por unas cuatro unidades de rating. Ahora, en cambio, la pelea es punto a punto. Cuando se considera todo el consumo televisivo, en todo caso, la TV abierta se sigue imponiendo.

"Nos hemos globalizado como sociedad, se nota especialmente en los estratos socioeconómicos bajos, donde el crecimiento del equipamiento tecnológico ha crecido de manera exponencial, no sólo en su presencia en más hogares sino también en su repetición en las mismas casas", explica María Dolores Souza, jefa de estudios del Consejo Nacional de Televisión sobre el fenómeno, añadiendo que "ahora que la cultura se está internacionalizando, aparece un pueblo más abierto a ver cosas que les interesan también de otros países. Y audiencias más segmentadas, que pueden seguir sus intereses particulares, porque hay más televisores en la casa, ya no es el único familiar". Y remata: "Como sociedad estamos más  abiertos a influencias extranjeras más diversas y también en los gustos. Y eso se traspasa a la TV y viceversa, se hace un círculo". Souza apunta a ese factor, ya que históricamente una de las ventajas más importantes de la televisión abierta es la cercanía que producen los programas locales. Su análisis coincide con un estudio realizado por Time Ibope respecto a los motivos para suscribirse. Ahí, un 46,3% de los encuestados apuntaron "querer tener entretención y/o información de otros lugares". La segunda razón más popular fue "nos gusta la programación de películas", con 29,6%.

Otro factor que explica el fenómeno es la mayor penetración de la televisión de pago. Así, si en 2006 llegaba al 34,8% de los hogares, ahora alcanza el 66%, según datos de Time Ibope. El mayor crecimiento, lejos, es el del segmento D. Ahí, en 2007 la penetración llegaba al 13% y este año se anota 53,9%. Eso ha traído un cambio en la oferta del cable, como por ejemplo que haya más contenidos doblados, y también un mayor consumo. El tiempo que las personas dedican a ver televisión también ha crecido. En enero de 2008, las personas con TV de pago veían tres horas y 10 minutos diarios, mientras que en enero de este año eso subió a tres horas 51 minutos. En el mismo período, en  casas sólo con libre recepción la cifra pasó de tres horas seis minutos a tres horas 25 minutos.

Aunque se trata de un fenómeno inédito a nivel general, por segmentos, sobre todo en el infantil que es el que más consume televisión de pago, lo habitual desde hace tiempo es que ésta se imponga. "Es muy amplia la oferta de esos contenidos. Pero, además, para los niños y adolescentes es más fácil cambiar de hábitos. Con los adultos es más difícil modificar la rutina, por lo que ahí hubo más dificultad de traspasar el consumo", apunta María Dolores Souza.

Junto con la mayor penetración, también se ha producido un cambio en los tipos de productos que se consumen. Así, aunque siguen reinando las señales infantiles, entre 2010 y 2013, las series subieron un 28% su sintonía. Mientras que los canales de tendencias y estilo de vida aumentaron su audiencia en un 30%. Eso se refleja en los canales más vistos, donde señales como TNT, Fox o Cinecanal, ocupan altos puestos.

Según Francisco Guijón, gerente de contenidos y programación de VTR, quienes representan más del 40% de los televisores con TV de pago, ellos proyectan que la tendencia debería mantenerse. "El consumo se ha incrementado año tras  año de manera constante, por lo que se espera que siga en ascenso", explica. En esa línea, apunta otro factor a favor de la televisión más segmentada: "La audiencia actualmente se encuentra muy fragmentada, tanto desde la perspectiva de la oferta como de las plataformas de consumo. Además, las personas ahora tienen acceso a mayor cantidad de información.  Por estas razones sí se puede hablar de que la audiencia es más activa en su consumo de televisión".

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