Un día en la otra gran pasión que tiene Arturo Vidal

El seleccionado nacional se relajó tras liderar a la "Roja" y disfrutó de la jornada del viernes en el Club Hípico, donde corrieron varios de sus ejemplares.




Una pasión ilimitada. A las 13.45 horas, Arturo Vidal irrumpe en el Club Hípico para seguir una jornada especial marcada por la participación de varios de sus ejemplares.

El mediocampista llega acompañado de varios amigos. Sube al quinto piso, donde se ubica el exclusivo restaurante donde sólo pueden acceder propietarios y accionistas.

En unos minutos saltará a la pista "El Tocado", uno de sus caballos. El jugador de la Juventus opta por una mesa del rincón, cercana al balcón. A ratos sale a tomar un poco de aire para seguir la velada que se extenderá hasta pasadas las 22 horas.

La alegría es total cuando "El Tocado" se impone en la carrera inicial pagando $ 1.50 del valor apostado. Vidal corre a la pista para fotografiarse junto a Felipe Henríquez, el jinete ganador. El mediocampista es acompañado por el preparador Sergio Inda, uno de sus grandes amigos.

Tras tomarse la foto, el seleccionado comenta junto a La Tercera el triunfo de "El Tocado". "Ese caballo es de mi señora, así que estoy feliz porque ganó. Ojalá vengan más triunfos en esta jornada. En Turín voy harto a los hipódromos y siempre estoy pendiente de mis caballos en Chile ¿Qué me pareció la Selección? No estoy autorizado para hablar de fútbol", señala.

Al volver al restaurante ve la repetición de la carrera en el monitor que está en la mesa que comparte con su familia, junto a una botella de vino y bebidas light. El seleccionado nacional opta por una gaseosa y solamente hace un alto para bajar a buscar a su mujer, María Teresa Matus, y su pequeño hijo Alonso. Minutos más tarde se integra su agente Fernando Felicevich. El lugar se hace estrecho.

En la segunda carrera la suerte no acompañó a "Senza Parola", otro de los ejemplares de Vial, quien arregla el peinado mohicano de su primogénito que luce un llamativo traje verde de jockey. "A Alonsito le gustan los disfraces, por eso se viste así", destaca el volante, mientras su hijo clama por una huasca. "Ya po Papá, quiero un palo, quiero un palo", repite el menor.

"Ganamos papá", grita más tarde el pequeño tras el triunfo de "Dopamina", caballo por el que apostó el mediocampista y que pagó $ 2.0.

En la sexta carrera, Vidal dejó el quinto piso para visitar la troya, sector donde los caballos realizan los últimos movimientos antes de saltar a la pista. Ahí, el futbolista, que a todo momento es acompañado por su familia, entrega algunas instrucciones a Jorge Hernández, el jinete de "El Rey de Italia", otro de sus caballos. "Chico, trata de llevar al 'Rey' puntero y no te compliques en los últimos 400 metros", aconseja el seleccionado nacional.

Sus dichos no tendrán éxito, ya que el ejemplar llega en el undécimo lugar. Esto último no aminora el entusiasmo de Vidal, quien se apresta a seguir la velada y disfrutar de su pasión, la que de seguro copará gran parte de sus vacaciones en Chile antes de partir en un par de semanas a Italia, en donde se transforma en el "Guerrero" de Juventus, club que no dudó en blindar su pase en busca del tricampeonato del Calcio.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.