Conmemoración del 5 de octubre

El próximo 5 de octubre se cumplirán 30 años desde el plebiscito que marcó el inicio de la transición a la democracia. Frente a ello, el actual gobierno decidió realizar un acto de conmemoración en La Moneda. Sin embargo, diputados de la UDI han expresado su negativa a acoger la invitación, aduciendo, entre otras razones, que en esa oportunidad triunfó la opción No. Pese a que el mandatario ha reconocido que se inclinó por esa alternativa, los parlamentarios oficialistas aseguran que ésta no representa a un amplio sector de Chile Vamos, que no sólo votó por el Sí sino que participó activamente en su campaña. Además, argumentan que no hay razón para realizar ahora un acto que, por ejemplo, no se hizo para los 25 años, cuando el actual oficialismo también ocupaba La Moneda.

Si bien es cierto que durante su anterior administración el Presidente Sebastián Piñera no organizó ninguna ceremonia oficial para recordar lo sucedido el 5 de octubre de 1988, ello no impide que en esta ocasión haya decidido hacerlo, considerando, además, que se cumplen 30 años. Pero más allá de ello, limitar la discusión a quienes apoyaron o no la opción ganadora termina acrecentando las divisiones en lugar de fomentar los espacios de unidad republicana. Además, se obvia que ese proceso marcó una inédita transición desde un régimen autoritario a un sistema democrático, cuyo camino fue trazado por el propio régimen militar. Como tampoco parece tomarse en cuenta la amplia evidencia que existe hoy sobre las violaciones a los DDHH durante ese periodo, situación que el camino iniciado tras el plebiscito permitió dejar atrás y que debería ser motivo de celebración para todos aquellos que defienden el respeto irrestricto de esos principios.

Hace 30 años se inició un proceso del cual han sido partícipes tanto el oficialismo y la oposición y que ha permitido que el país goce de plenas libertades, experimentando importantes avances económicos, políticos y sociales. Una realidad que Chile en su conjunto debería conmemorar sin entramparse en las divisiones que genera la opción que cada uno eligió entonces. Al margen de la alternativa que ganó, el proceso iniciado tras la jornada del 5 de octubre debería ser motivo de satisfacción para toda la sociedad. Por ello es lamentable no sólo la posición asumida por sectores de Chile Vamos, sino también las divisiones dentro de la propia oposición sobre la forma de recordar ese día.