Deseos de cambio y displicencia política



SEÑOR DIRECTOR

Los resultados de la elección pasada muestran que existen dos países, uno comprometido con la política y otro displicente, cuyas preferencias se encuentran inciertas.

Nuestra sociedad dio varias señales de incivismo que los partidos políticos tradicionales no supieron leer y que puede ser rastreado en el silencioso pero constante proceso de desafiliación de electores a los partidos y el voto voluntario, con la caída constante de la participación electoral. Siempre en las sociedades, cuando deviene un agotamiento del sistema político, en sus últimos espasmos presenta potentes señales desde donde trazar valores y episodios históricos, como indicó el teórico-político Jorge Dotti: ”el verdadero problema de la revolución no es hacerla, sino cerrarla”.

El desarrollo electoral permitió varias derivadas, entre ellas, el auge de la izquierda que cohabita con los “impermeables a la política”, que demostraron una relación casi nula con el interés político y que podrá pronunciar sin pruritos en el devenir próximo. Enfrentamos hoy un escenario impredecible, que por la naturaleza misma del voto voluntario y por los vientos de fronda que soplan en el Chile del siglo XXI, ha despertado lo que J. Millas hace décadas indicó, que “la crisis es integral y que tiene su origen en la falta de armonía de las distintas instituciones, actividades y valores nacionales”.

Marta Canto Castro

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