Espacios seguros para las infancias



SEÑOR DIRECTOR:

La violencia contra niñas, niños y jóvenes es alarmante y requiere de nuestra atención y acción. En sus diversas formas (física, psicológica y/o sexual), impacta profundamente el bienestar de las nuevas generaciones y en sus posibilidades de alcanzar el máximo potencial. Una vía para empoderarles es crear espacios seguros, que permitan la libre expresión, compartir experiencias y proponer soluciones.

Educar en la sexualidad facilita lo anterior: desarrolla la aceptación del otro y la afirmación del yo con menos coerción por roles aprendidos socialmente. No es solo un derecho individual, sino un deber de interés social, pues impacta en la prevalencia de enfermedades de transmisión sexual.

A la vez, es vital fortalecer la protección infantil con leyes que prioricen el bienestar de la niñez, con servicios de apoyo integral (atención médica, psicológica y jurídica, y/o programas de integración social) que promuevan relaciones sanas entre pares y entre generaciones, y que superen la enseñanza desde el miedo y releven la voz de niñas, niños y adolescentes.

Necesitamos impulsar un mundo seguro y amoroso, con aceptación y respeto, sin dar pie a la intolerancia y violencia en cualquiera de sus formas.

Mauricio Gutiérrez

Director del Centro de Apoyo a la Enseñanza y el Aprendizaje

Facultad de Ingeniería y Ciencias UDP

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