La bolsa norteamericana, incluso considerando los ajustes de los últimos días, está inmersa en el rally alcista más largo de su historia. De hecho, el S&P500 lleva 10,9 años en un “bull market” o mercado alcista, donde ha acumulado una rentabilidad de casi 400% (desde post crisis subprime).

IM-PRE-SIO-NAN-TE, y ciertamente algo difícil de entender, dados los diversos riesgos a los que se ha visto enfrentado el mundo en estos últimos 10 años (crisis europea, guerra comercial, el reciente coronavirus, por nombrar sólo algunos). Explicaciones hay varias, siendo probablemente una de las más nombradas la tremenda inyección de liquidez que han realizado los bancos centrales desde la fecha.

El problema, es que la realidad chilena es sumamente distinta. Si bien es cierto que el Ipsa, nuestro principal indicador bursátil local, ha tenido una rentabilidad considerable desde el mínimo que alcanzó en plena crisis subprime (10 de octubre de 2008) a la fecha, de más de 100%, el grueso de dicho desempeño se generó durante el 2009 y principios del 2010 (donde llegó a rentar casi 140%). Actualmente, el Ipsa está transando a los mismos niveles nominales que en julio del 2010, es decir, la rentabilidad de la última década ha sido prácticamente cero.

Explicaciones de por qué la última década la bolsa local no ha rentado prácticamente nada hay muchas, destacando entre ellas la alta exposición al cobre (a inicios del 2010 el metal rojo estaba en niveles de US$3,34/libra, mientras que hoy no supera los US$2,6/libra); la exposición a China (el mercado accionario chino ha rentado 39% desde el 2010), la reforma tributaria de 2014, los acontecimientos locales, entre otros.

Sin embargo, parece pertinente centrarse en 3 elementos que tienen directa relación con el desempeño de los mercados accionarios en general, y que ciertamente no conversan con la década perdida de la bolsa local.

Lo primero, es que a pesar de que el cobre ha mostrado caídas, el crecimiento del PIB de China se ha ido desacelerando de manera considerable, y todos los elementos internos de los últimos 10 años, el PIB de Chile ha crecido 66% desde el 2010 hasta septiembre 2019 (último dato disponible).

Por otra parte, las compañías del Ipsa profundizaron la estrategia de internacionalización, y especialmente regionalización, incrementando su presencia en otros países tales como Perú, Colombia y Brasil, países que han mostrado en su mayoría saludables crecimientos de sus economías durante la última década.

Por último, y como consecuencia de los dos puntos anteriores, están las utilidades del Ipsa o UPA (utilidad por acción). La UPA ha mostrado crecimiento positivo durante los últimos 4 años, lo que no se ha visto plasmado en rentabilidad del Ipsa (especialmente durante los últimos dos). Si se considera desde el 2010, las utilidades de las compañías del Ipsa han aumentado más de 90% (cifra que baja a 16% si se toma desde el cierre de 2020, pero que de todas formas es positivo).

Quedan fuera varios elementos alcistas y varios bajistas por desarrollar, especialmente en lo que respecta a valorizaciones y premio por riesgo exigido para las acciones chilenas, el cual ha aumentado en lo reciente. Pero dos conclusiones emergen de todo el análisis anterior. La primera, es que probablemente el Ipsa presente oportunidades de inversión interesantes, no obstante, la incertidumbre tanto local como internacional podría posponer la materialización de dichas oportunidades. En otras palabras, la bolsa local pareciera haberse desacoplado de mercados internacionales y sus fundamentales de largo plazo, sin embargo, estimamos que la volatilidad tenderá a permanecer e incluso incrementarse durante las próximas semanas, por lo que la recomendación es esperar.

Lo segundo, es que aun cuando la inversión en acciones debe ser siempre considerada a largo plazo, probablemente la definición de “largo plazo” se ha ido acortando. Así, la renta variable requiere un nivel de gestión y toma de decisiones constante, que permita ir aprovechando los ciclos de alzas y bajas. Ello, para no perder toda una década con las inversiones


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