¿La tercera es la vencida?



SEÑOR DIRECTOR:

Tenemos una tercera propuesta presidencial para nuevo fiscal nacional y ahora la palabra la tiene el Senado, en un proceso que ha estado muy teñido por pequeñas disputas, mucho maniqueísmo, menosprecio de lo técnico, no pocas sospechas y opacidad, y bastante populismo irresponsable.

El nombramiento de nuevo fiscal nacional se convirtió en un “show” de mala factura, donde las bases fundamentales sobre las cuales se levanta un Estado de derecho democrático al servicio de la sociedad se extraviaron.

Desvirtuar un proceso de selección constitucional y transformarlo en una especie de ordalía no sale gratis, pero esperemos que no sea tan alto el precio; esperemos que el sentido de Estado que debió primar desde un inicio se imponga y se recuerde que el verdadero propósito es servir a la sociedad.

Especular políticamente solo seguirá contribuyendo a la desilusión colectiva, el pesimismo, la desconfianza y la falsificación de la democracia.

El riesgo que se corre es que el finalmente elegido nuevo fiscal nacional ocupe el cargo bajo un manto de severas dudas y cuestionamientos, lo que es sumamente peligroso de cara a los objetivos esenciales que debe cumplir esta institución. Esperemos que ese riesgo no se concrete y se disipe aquella opacidad con prontitud, por el bien del país.

Diego Palomo

Universidad de Talca

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