Por Iván Navarro, presidente Fundación Aequalis Foro de Educación Superior
El Decreto 103 del 17 de mayo recién pasado, revocó el Decreto 74 de 2021, ambos del Ministerio de Educación, que en el gobierno anterior había creado el Consejo Asesor para la Educación Superior. Esto, que es parte de las decisiones que naturalmente puede o debe tomar un gobierno que asume, respecto de otro que deja el poder, merece algunas reflexiones que permitan analizar lo esencial de la medida, sin caer en consideraciones distintas a las de carácter técnico y, en este caso, estrictamente educacional.
Es muy valorable la existencia de un mecanismo de esta naturaleza, en que estén directamente involucrados y representados todos los estamentos que, institucionalmente, son responsables del funcionamiento de la Educación Superior en nuestro país. En efecto, formaban parte del Consejo anterior, el Ministro de Educación, quién lo presidía; el Subsecretario de Educación Superior; el-Subsecretario de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Investigación; el presidente de la Comisión Nacional de Acreditación, el presidente del Consejo Nacional de Educación, el Superintendente de Educación Superior; los rectores de Universidades, Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica; y los Directores de las Instituciones de las Fuerzas Armadas, según lo dispuesto en el DFL 2 de 2010, del Ministerio de Educación.
De acuerdo a lo que se ha manifestado en el Decreto 103, se espera el reemplazo de este mecanismo perfeccionado, y como ya han transcurrido más de tres meses desde la derogación del anterior, es deseable que ello ocurra en el más breve plazo posible. Es vital que funcionen instancias de participación y diálogo con y entre las Instituciones de Educación Superior, en temas tan importantes como el mejoramiento permanente del sistema de aseguramiento de la calidad, el fortalecimiento institucional y el financiamiento de la Educación Superior, a la vez que proponga y genere políticas públicas, que permitan enfrentar temas desafiantes para nuestro desarrollo educacional, como la internacionalización, el mejoramiento permanente de la docencia y el aprendizaje, promover una relación mas estrecha entre las organizaciones educativas, la ciencia y la tecnología, en orden a la actualización permanente de los contenidos, los métodos y la determinación de perfiles profesionales y formativos, incentivar miradas de futuro que orienten adecuadamente el trabajo propio de las Instituciones de Educación Superior.
Las consideraciones expuestas, reflejan la voluntad permanente de contribuir al mejoramiento de las políticas públicas en Educación Superior, a generar propuestas que lo hagan posible y éstas, hacerlas llegar a las propias Instituciones de Educación Superior, a las autoridades gubernamentales y a los diversos actores del sistema.
Vale reiterar la preocupación por contar, en el menor tiempo posible con una nueva instancia consultiva y de asesoramiento a la autoridad del sector, que restablezca un lugar de encuentro en que todos los actores institucionales del Sistema Nacional de Educación Superior, puedan presentar sus propuestas, inquietudes y necesidades, que les permita mejorar sus aportes y la vida de sus instituciones, para el bien del país.
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