¿Que nos traerán los mercados en el último trimestre del año?

Luego de dos trimestres consecutivos de altas rentabilidades bursátiles, los desafíos para el último cuarto del año comienzan a ser mayores, situación que puede generar escenarios de inestabilidad en los precios de los activos de riesgo.



Aunque con bastante disparidad y menor dinamismo que el trimestre previo, el tercer cuarto del año volvió a ofrecer rentabilidades favorables para los mercados accionarios globales. Así, apoyado por la recuperación de la economía y amplios estímulos monetarios y fiscales, las plazas de EE.UU., Zona Euro y Asia lideraron nuevamente los desempeños. Extrapolar el dinamismo observado en los últimos seis meses no será tarea simple, principalmente considerando las noticias que deberán absorber los mercados en los últimos tres meses.

Si bien la alta liquidez y recuperación que muestra la actividad seguirán favoreciendo a los activos de riesgo, de corto plazo su dinamismo estará marcado por los desafíos en materia económica, política y sanitaria que deberán enfrentar, lo que condicionará su desempeño durante el último trimestre del año.

1. Hacia una nueva etapa del ciclo de recuperación: Las menores restricciones a la movilidad permitieron que los países registraran un acelerado crecimiento y dieran paso a lo que se conoce como la etapa temprana de una recuperación económica, que se caracteriza por ofrecer altos retornos en los activos de riesgo, en la medida que se observa una agresiva expansión de múltiplos vía menor incertidumbre y un elevado impulso monetario o fiscal. Si bien sólo conoceremos el resultado del PIB de las economías para el tercer trimestre en las próximas semanas, en el último cuatro del año probablemente observaremos variaciones de menor magnitud. Esto en la medida que no sólo las bases de comparación comienzan a normalizarse, sino que también por la incertidumbre que generan los nuevos contagios por COVID-19 en países desarrollados, el término de algunos programas de impulso fiscal y las trabas que ha enfrentado su renovación. Las últimas cifras de actividad conocidas en EE.UU. ya dan cuenta de la pérdida de dinamismo, situación que comienza a señalar que el desempeño de la economía y los mercados estará más ligado al estado en que se encuentre el sector privado tras el paso de la enfermedad y la capacidad que posean las compañías para generar una trayectoria de crecimiento persistente en sus utilidades.

2. EE.UU. concentrará gran parte de la atención del mercado: Quizás los eventos de mayor relevancia para los mercados en este último trimestre del año estarán vinculados a EE.UU. Por un lado, la recta final para las elecciones presidenciales de noviembre próximo ha comenzado con el primer debate entre Joe Biden y Donald Trump. Así, en materia de política económica destaca la disparidad que exhiben sus programas de gobierno, resaltando en mayor medida las modificaciones tributarias y mayor gasto fiscal propuesto por el candidato demócrata. En este escenario, el impacto sobre los precios de mercado sería más bien diverso y dependiente no sólo del futuro presidente, sino que también de la composición con la que cuente finalmente el Congreso. De registrarse una supremacía demócrata, será posible observar una presión alcista sobre las tasas en dólares, un escenario más favorable para las bolsas de Asia Emergente en la medida que exista una menor confrontación con China y un impacto inicial sobre la bolsa estadounidense más incierto en caso de materializarse los incrementos, ya sea de impuestos corporativos o de ganancias de capital en compañías bursátiles propuestos por Joe Biden. Por otra parte, las discusiones sobre un nuevo plan fiscal se mantienen pendientes. Si bien los partidos demócratas y republicanos han conseguido acercar posiciones en torno a lo que podría ser un nuevo programa de apoyo al sector privado, en el escenario más probable éste no sería anunciado sino hasta una vez finalizado el proceso eleccionario.

3. Segundas olas de contagio COVID-19 a la espera de una vacuna: La situación global sigue dependiendo de los avances en la batalla contra el Coronavirus, ya sea en el desarrollo de mejores tratamientos y el descubrimiento final de una vacuna. La reapertura de las economías ha tenido consecuencias sobre las cifras de contagio, destacando los casos de algunos países europeos en donde el número de infectados supera incluso los niveles alcanzados a comienzos de año, al mismo tiempo que en EE.UU. ya se observa también una aceleración en las personas que contraen el virus en algunas ciudades. De todos modos, esto no se ha traducido aún en un incremento en la tasa de mortalidad, permitiendo a los gobiernos decretar sólo medidas menores de contención hasta la fecha. Aunque estos últimos estarán esta vez menos dispuestos a decretar cierres en las economías como las observadas a comienzos de año, lo anterior sigue siendo un riesgo latente mientras no conozcamos una vacuna contra la enfermedad.

4. Se acaba el plazo para las negociaciones en torno al Brexit: El plazo para que finalmente el Reino Unido y la Comunidad Europea alcancen un acuerdo comercial comienza a agotarse, en un contexto en que ambas partes no consiguen aún redactar una propuesta final. Si bien en los últimos días se han anunciado mayores conversaciones, lo cierto es que pareciera ser complejo que ambas partes alcancen un acuerdo total en lo que a relaciones comerciales se refiere. Así, el mercado comienza a apostar por un acuerdo más bien parcial, que incorpore el libre comercio de bienes, pero no de servicios. Con esto, los riesgos sobre la región se mantienen en un contexto de debilidad económico y riesgos latentes desde el frente sanitario.

Luego de dos trimestres consecutivos de altas rentabilidades bursátiles, los desafíos para el último cuarto del año comienzan a ser mayores, situación que puede generar escenarios de inestabilidad en los precios de los activos de riesgo. El mercado debe asimilar una gran cantidad de noticias en los últimos meses del 2020, factores que claramente condicionarán su desempeño en los próximos meses. Aunque la alta liquidez y continua recuperación económica seguirán sosteniendo el desempeño de los mercados bursátiles, su tendencia en el último trimestre del año puede ser bastante más errática que lo presenciado desde abril.

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