Una PSU viciada

SEÑOR DIRECTOR

Las asoladoras, intimidantes y angustiantes circunstancias en que cerca de 297 mil egresados de enseñanza media han debido rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU) del presente año, sin duda alguna, han perturbado y desvirtuado gravemente el cabal desarrollo y cumplimiento de dicho examen.

El inédito y lesivo boicot a la PSU, impulsado principalmente por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), expresado en agresivas declaraciones y protestas públicas, toma de locales, funas, amenazas y otros violentos desmanes, obligó a las autoridades académicas a postergar en dos ocasiones la prueba y, posteriormente, a suspenderla en alrededor de medio centenar de sedes asignadas para su rendimiento y, en el caso de la prueba de Historia, debido a la inexcusable filtración de uno de sus facsímiles, a suspender su ejecución en todo el país, vulnerándose con ello los derechos de más de 202 mil jóvenes inscritos para rendirla.

Lo anterior, aparte de poner en evidencia la impresentable ineptitud del Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre), del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (Cruch) y del gobierno de la República hace patente que la actual PSU, efectuada en un clima de inseguridad, temor e incertidumbre, en rigor, está insanablemente viciada.

José Ramón Molina Fuenzalida

Doctor en Filosofía y Letras