El “empañado” triunfo de la oposición

Diputados opositores en medio de la acusación constitucional contra Víctor Pérez. Foto: Dedvi Missene

Tras ordenarse y votar casi completamente alineados la acusación contra Víctor Pérez, a los pocos minutos se desataron divisiones en la centroizquierda por la presentación de censura a la mesa de la Cámara de Diputados. A la vez, la renuncia del ahora exministro desordenó las huestes del sector en el Senado.


No pudieron festejar el triunfo. A la salida de la sala de la Cámara de Diputados, donde minutos antes casi toda la centroizquierda se había alineado detrás de la acusación constitucional en contra del ministro del Interior, Víctor Pérez, los jefes de bancada del sector tuvieron que salir a desmarcarse de la censura a la mesa de la corporación que había ingresado el jefe del comité del Partido Radical, Alexis Sepúlveda.

“No hemos conversado el tema de la censura de la mesa”, repetía en un punto de prensa el diputado DC y principal impulsor del libelo -que fue aprobado por 80 de los 83 diputados del sec- tor -, Gabriel Ascencio. Flanqueado por su jefe de bancada, Daniel Verdessi, y otros parlamentarios, el legislador manifestó su molestia con la ofensiva que, según dicen en la oposición, les arrebató una completa victoria del sector.

La acción de Sepúlveda tomó por sorpresa a casi todos en la centroizquierda. Casi inmediatamente después de que el presidente de la Cámara Baja, Diego Paulsen (RN), leyera los resultados del libelo acusatorio, la diputada del PR Marcela Hernando dejó un oficio en la mesa de la testera. En ese texto se hacía ingreso de la moción, que ya ha tensionado a la centroizquierda desde hace siete meses.

La presentación de los radicales provocó la molestia de los jefes de las bancadas opositoras, pese a que desde hace algunas semanas habían iniciado una serie de conversaciones para intentar “revivir” la acción. En la centroizquierda reconocen que luego de que se desatara una polémica por la decisión de la mesa de la corporación de impedir que los diputados Camila Vallejo (PC) y Cristóbal Urruticoechea (ind) votaran de forma telemática, tras asistir presencialmente a una sesión, se había “configurado” un escenario para retomar el control de la Cámara, sin embargo, aseguraron que hasta el martes no existía aún un acuerdo para presentar la censura, ni mucho menos para hacerlo en medio del libelo que impulsa el sector.

“La bancada DC va a rechazar la censura y lo más conveniente es que Sepúlveda la retire”, aseguró Verdessi.

En ese sentido, en la centroizquierda sostienen que la iniciativa “nació muerta” y que, de votarse este miércoles en la sala de la Cámara, volverán a repetir el bochornoso escenario que se dio el 7 de abril, jornada en que el sector no pudo imponer su mayoría y le entregó la testera al oficialismo. Para evitar una situación así, los jefes de bancada llamaron a una reunión extraordinaria.

En esa cita desde el PS, el PPD y la DC solicitaron que se retirara la censura.

Anoche, finalmente Sepúlveda informó que “las bancadas de oposición nos hemos reunido hoy día y nos han pedido algunas bancadas un poco más de tiempo para poder avanzar en la censura”.

“Todas han manifestado su voluntad de apoyar una censura a la mesa. Existen los argumentos jurídicos y políticos para poder hacerlo y nos han pedido que nos tomemos unos días para avanzar en una mejor coordinación, situación a la que hemos accedido y hemos retirado la censura en el entendido de que esta se va a presentar en las próximas semanas”, agregó.

Pese a todo esto, algunos en el PR aseguran que había un acuerdo para ingresar la acusación y que, de hecho, esta iba a ser presentada por la diputada Vallejo la semana pasada, lo que no habría ocurrido tras gestiones por parte de algunos diputados de la DC.

Asimismo, desde el PR afirman que habían dado aviso al resto del sector tras algunas conversaciones y que se decidió ingresar la iniciativa para evitar “más retraso” sobre el tema. En ese sentido, las mismas fuentes aseguran que, de no haberla presentado, se hubiese perdido nuevamente “la oportunidad”, especialmente en medio de la discusión del presupuesto fiscal para 2021. “Ningún jefe de bancada puede decir que no tenía idea”, sostuvo la diputada Hernando.

Además, entre los radicales -e incluso algunos diputados DC- sostienen que habría existido un acuerdo para que apoyaran una eventual censura de la mesa y el libelo. Sin embargo, la mayoría de los parlamentarios y la directiva DC desmintieron la información.

“Desmentimos la existencia de un acuerdo de censura a la mesa de la Cámara, a pesar de sus errores. Este no es el mejor momento para impulsarla, pues contamina y desvirtúa el debate de la acusación, que tiene sólidos argumentos”, escribieron en la cuenta oficial DC de Twitter.

Pese a esto, en la centroizquierda apuntan a que los diputados Vallejo, Sepúlveda y Víctor Torres (DC) habrían sido quienes lideraron las tratativas. Este último, además, había competido -en dos oportunidades- al interior de la DC para presidir la Cámara.

En ese sentido, en la oposición aseguran que una votación de la censura “desordena” al sector. Esto, ya que aún no han podido alcanzar un acuerdo respecto de la composición de las comisiones legislativas en la Cámara.

Asimismo, en el caso de llevarse a cabo posteriormente la censura, aún no existe una definición sobre un aspecto clave: quién será el presidente de la Cámara y cuánto durará en su cargo. Ese nombre le corresponde a la DC, quienes este martes reiteraron que, por ahora, no se reunirán para resolver ese tema.

Incierto escenario en el Senado

Incluso antes de que se conociera de la dimisión del titular de Interior a su cargo, entre los senadores de la centroizquierda aseguraban que una jugada de esa naturaleza podría “descomprimir” la acusación en su contra. “Se ve complejo, a menos que renuncie antes”, repetían, durante la mañana del martes, algunos legisladores.

Y finalmente ese vaticinio se cumplió. Entre los dirigentes del sector señalan que previo a la votación en la Cámara de Diputados, en el gobierno habían tomado contacto con algunos parlamentarios para sondear los escenarios posibles. En esas conversaciones, las mismas fuentes aseguran que le transmitieron al Ejecutivo que la oposición no tendría ninguna razón para rechazar la acción aunque, dicen, habrían exteriorizado también que el titular de Interior enfrentaría un escenario “menos adverso” en el caso de que saliera del gabinete antes de la votación en la Cámara Alta.

En ese sentido, en las colectividades aseguran que la renuncia de Pérez podría “complejizar” que el sector se anote un triunfo completo con esta acusación constitucional. Algunos sostienen que ya no tiene sentido “ensañarse” e inhabilitarlo por cinco años para ejercer cargos públicos.

Así, en el sector sostienen que es probable que ahora “más de alguno” se abstenga en la Cámara Alta. “El objetivo político de la acusación ya se cumplió. Es probable que esto tenga efectos en la votación en el Senado”, dice un senador del sector.

Con todo, en la oposición reconocen que una jornada que podría haber terminado con un triunfo relevante y con señales de unidad, terminó diluyéndose entre desmentidos cruzados por la censura a la Cámara y con dudas sobre cómo proceder ahora en la Cámara Alta con la acusación constitucional.

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