Yesterday: así es el mundo sin los Beatles

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La cinta del director británico Danny Boyle imagina un planeta en que el cancionero de los Fab Four se borró completamente y apenas es recordado por un solo hombre. ¿De qué trata la película basada en una historia de Jack Barth y guion de Richard Curtis?


"¿Lo podrías haber hecho con los Rolling Stone o los Beach Boys o Bob Dylan?", fue la pregunta que muchos le hicieron a Danny Boyle cuando se supo que al realizador británico trabajaba en una película donde la premisa era que The Beatles habían desaparecido de improviso del planeta. Su elección, como le confesó a un periodista de Variety, fue simplemente porque "los Beatles, en cierto modo, cambiaron la sociedad de una manera que los convierte en íconos de la cultura pop (…) Lo cambiaron todo, especialmente en Gran Bretaña".

Tanto para Boyle (Trainspotting), como para el guionista Richard Curtis (Realmente Amor), la famosa banda de Liverpool era la elección perfecta para ser el eje de Yesterday, la comedia romántica que llega a las salas locales el próximo 5 de septiembre con el singular supuesto de una total ausencia de John, Paul, George y Ringo de los recuerdos de sus fanáticos y de la cultura pop mundial. Un hecho del que solo tiene conciencia el joven británico Jack Malik (Himesh Patel).

Su historia se inicia una noche cualquiera, luego de otra fallida presentación en un pub de su natal Suffolk, donde solo sus amigos Nick (Harry Michell), Carol (Sophia Di Martino) y Ellie (Lily James), quien además es su representante, estuvieron atentos a su show. Pero un súbito apagón mundial de 12 segundos, durante el cual Jack es atropellado por un bus mientras anda en su bicicleta, cambia para siempre la vida del cantautor.

No solo pierde dos de sus dientes frontales, sino que también descubre que ya nadie recuerda a The Beatles y sus canciones, tras interpretarles "Yesterday" a sus amigos y que estos se sorprendieran por el nivel de composición que de improviso había alcanzado. Una posterior búsqueda en internet de la banda, o de alguno de sus integrantes, le confirma que lo que creía fruto del golpe que recibió en la cabeza era una realidad: Los Fab Four se habían borrado de la faz de la Tierra (como también el grupo Oasis).

Ante esto, y ante la buena recepción de su interpretación para canciones como "Let It Be", Jack deja atrás sus propias creaciones, como "Summer Song", y hace pasar las composiciones de Lennon, McCartney y Harrison como suyas. Su aparición en un matinal de la TV de Suffolk lo pone en el camino a la fama, después que Ed Sheeran ve el programa y le ofrece que lo teloneé en sus próximos shows. Tras una primera parada en Moscú, y que Sheeran se autodenomine como el Salieri para un Jack-Mozart, todo ya está escrito o parece estarlo.

Una de las claves de la película fue el hecho de dramatizar canciones que la gente conoce demasiado bien. El mismo Boyle confidenció que fue un trabajo muy cuidadoso, ya que debían obtener la diversidad suficiente, "porque obviamente escuchas temas de solo una banda a lo largo de la película". "Pero los Beatles produjeron música de una variedad tan increíble que puedes usar sus temas rápidos y lentos, hay rock and roll, luego baladas. Tampoco queríamos ser demasiado experimentales con las canciones, queríamos que siguieran fieles a su origen, ya que lo que hace Jack es recordarlas, no reinventarlas", afirmó.

Otro de los ingredientes esenciales, a juicio de su realizador, es haber elegido al actor inglés Himesh Patel, quien tenía una restringida popularidad en Gran Bretaña por su participación en series como Damned, para encarnar a Malik. "El factor más importante para elegirlo fue que habíamos visto a mucha gente que cantaba canciones en la audición, pero empecé a preocuparme porque sonaban un poco como karaoke, como suplantaciones. Himesh entró y tocó "Yesterday" y "Back in the U.S.S.R.", y se sentían como sus temas, no se sentían como las canciones de Paul McCartney. Mi trabajo realmente era proteger esa frescura y claridad".

“Tuve que persuadir al estudio para que hiciéramos la cinta con él. Eran reacios, pero lo entendieron todo cuando vieron su audición”, agregando con una sonrisa que: “además no era una estrella y yo tenía claro que se gastó mucho para usar las canciones de los Beatles -se pagaron US$ 10 millones por los derechos- y tienes la responsabilidad de intentar recuperarlo”. Todo bajo el visto bueno de Paul McCartney y Ringo Starr, además de los herederos de John Lennon y George Harrison, como le afirmó a The Independent: “Paul y Ringo le dieron su aprobación a una película sobre su desaparición. ¡Ese si es sentido del humor! y a John le hubiera encantado también”.

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