Gonzalo Martínez, autor de Temple: “En Chile hay un cariño por la historieta”

El ilustrador, quien ha desarrollado el tema de la aventura en sus cómics, dará una charla en la Cátedra Abierta a Roberto Bolaño, de la UDP. En conversación con Culto repasa las temáticas de su carrera, además de su último libro, sus actuales proyectos y cómo es ejercer su arte en nuestro país.


Si hay algo que le gusta a Gonzalo Martínez (1961) es la aventura. Las novelas de Julio Verne y las andanzas de Mampato que leyó desde niño de algún modo definieron su carrera.

"Es un tema que me interesa mucho, el hombre y la naturaleza, o el ser humano y la naturaleza. Cómo uno se enfrenta a la naturaleza", cuenta Martínez al teléfono con Culto.

Arquitecto de la Universidad de Chile, y "con un oscuro y mediocre pasado como trompetista de jazz", según reza en su sitio web, Martínez ha desarrollado una carrera como ilustrador e historietista, donde ha impulsado distintos proyectos en el marco de la novela gráfica.

Así, con títulos como Mocha Dick (2016, junto a Francisco Ortega) o la saga Quique Hache, detective (junto a Sergio Gómez), Martínez se ha hecho un nombre en la novela gráfica y el cómic nacional. En marzo de este 2020 lanzó Temple, junto a Alfredo Rodríguez, que es la historia de la relación de una muchacha adolescente con su papá.

"Yo soy papá de una mujer ya, de 22 años, y Alfredo es papá de dos niñitas, de 7 y 10. Entonces, nos dieron ganas de hacer una historieta de aventuras que tuviese una protagonista femenina. Aunque no queríamos ser tan patudos como para ponernos en el lugar de una protagonista femenina, entonces dijimos 'podemos observarla a través de la relación con su papá', que es una cosa que sí tenemos experiencia", así se pusieron manos a la obra.

Temple, una chica de 15 años, se reencuentra con su padre arqueólogo, y que ella se imagina como una especie de Indiana Jones. "Se da cuenta que su papá era bastante como cualquiera de nosotros, torpe", cuenta Gonzalo. Juntos, viajan a una ciudad perdida en la sierra nevada de Santa Marta, en Colombia.

- ¿Por qué eligieron ese lugar?

- Porque Alfredo encontró esta ciudad perdida de la cultura tairona, en el norte de Colombia. Los pusimos ahí porque no era Macchu Picchu, que es un lugar súper interesante pero que está revisitado muchas veces, entonces dijimos 'este lugar es nuevo, no lo conocíamos'. Y es un descubrimiento arqueológico relativamente nuevo.

Y una vez publicado Temple, vía Santillana, Martínez le comentó a su socio la posibilidad de ir a la feria del libro de Bogotá a presentar el libro. No solo lo hicieron, también aprovecharon de recorrer la sierra nevada.

"Yo soy un aventurero de escritorio, ¿ah? Me encantan las historias de aventuras pero leyéndolas, no viviéndolas –explica Martínez–. Fuimos dos semanas. La primera estuvimos en la selva, ¡fue horrible!, fue horripilante. Caminamos mucho, con una exigencia física atroz, sobre todo para alguien de mi edad y preparación física".

20 mil leguas de viaje Antártico

De vuelta tras el periplo a Colombia, Gonzalo recibió una llamada. Era la gente del Instituto Antártico Chileno con una oferta irresistible. Llevar al dúo a la Antártica para que el segundo tomo de Temple estuviese ambientado en el continente blanco. Con la sangre aventurera tirando, y tal como lo hicieran en su tiempo el noruego Roald Amundsen y el británico Robert Falcon Scott, aceptaron.

"Ir a la Antártica es imposible a menos que te inviten y te lleven dentro de los canales apropiados. Por mucha plata que tengai, no podís llegar e ir a la Antártica", cuenta Martínez. Esta vez, no estuvieron dos semanas, sino un mes, en un buque de la Armada, el "Aquiles".

"Conocimos la vida de los científicos, vimos cómo hacen sus investigaciones, cuando recogían muestras para sus estudios. Fue fascinante", relata un entusiasmado Martínez.

Así que, en los días de cuarentena, Gonzalo Martínez y Alfredo Rodríguez se encuentran preparando la nueva historia de Temple, en el polo sur.

“Que te guste la historieta en Chile no es tan raro”

Es inevitable consultarle a Gonzalo Martínez acerca del estado del cómic y la novela gráfica en nuestro país. "Es estupendo", dice sin pensar.

"Lo que pasa es que conozco la situación en general de la historieta en el mundo. He viajado. Y creo que acá tenemos uno de los lugares más favorecidos en cuanto a la aceptación de público y de interés de las editoriales y las instituciones del Estado en general. Veo que hay mucho interés en la historieta como transmisión de contenido", se explaya Martínez.

Sin embargo, pone la pelota contra el piso y señala claro: "Dedicarse al arte en Chile es complicado. Y en Japón, en Francia, en Estados Unidos, los artistas lo pasan más o menos no más excepto a los que les va bien, que son un grupo chico. Dentro de ese contexto, comparado con países más desarrollados que el nuestro, las posibilidades de publicar y la cantidad de publicaciones de las editoriales, tanto las tradicionales como las especializadas en cómic, es una proporción mucho mayor".

A ello, Martínez agrega un factor más sentimental. "Esto es un rollo mío, yo creo que en Chile hay un cariño por la historieta y que de repente aparece en los lugares más insospechados. Incluso en los espacios de poder. Una vez, un subsecretario de no sé qué, me dijo que coleccionaba cómics. Que te guste la historieta en Chile no es tan raro".

Gonzalo Martínez estará en una charla junto al escritor Álvaro Bisama, este jueves 27 de agosto en el marco de la Cátedra abierta en homenaje a Roberto Bolaño, que organiza la UDP. La actividad es gratuita previa inscripción en el correo catedra.abierta@mail.udp.cl. En la ocasión, Martínez acompañará el relato con imágenes y dibujos.

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