Luis Barrales, dramaturgo y director de teatro: “No me interesa la discusión de si esto es o no es teatro”

El 10 de septiembre el Teatro UC estrena su primera obra virtual La Taguada, una adaptación de la novela de Andrés Montero dirigida por Luis Barrales. El director habla sobre el proceso del proyecto y cómo ha vivido la experiencia del teatro online.


Cuenta el mito que hacia 1830 dos hombres se enfrentaron durante 80 horas en un duelo de payadores. Por un lado estaba Javier de la Rosa, un acomodado terrateniente, y por el otro Taguada, un mulato pobre que terminó derrotado en el enfrentamiento.

El hito es el punto de partida de la novela Taguada (2019) de Andrés Montero, la que a su vez inspira La Taguada, el primer montaje online del Teatro UC a estrenarse el próximo 10 de septiembre. La obra es adaptada y dirigida por Luis Barrales, cuenta con la participación de los payadores Manuel Sánchez y Moisés Chaparro, y es protagonizada por Claudia di Girólamo y Paula Zúñiga, quienes interpretan a las herederas de estos dos históricos hombres.

Hacer esta adaptación fue una invitación que recibió Luis Barrales de parte de Andrés Kalawski, antes de que este saliera de la dirección artística del Teatro UC.

El proyecto está pensado en tres etapas. La primera es la temporada vía Zoom que tendrá 12 funciones, luego esperan realizar funciones en streaming desde el teatro y por último sería el estreno presencial cuando las condiciones sanitarias permitan el regreso del público a las salas.

A la hora de plantearse la reescritura para una obra que se realizará vía Zoom, Luis Barrales consideró varios factores. “Lo principal es el criterio de síntesis que hay que tener en relación a este tipo de formato, porque los tiempos de concentración son menores, las distracciones son mayores, entonces había que sintetizar en términos de duración para la plataforma”, comenta.

En esta primera adaptación, Barrales se enfocó en el mito como hito conformador de la identidad chilena para, desde ahí, abordar el borrado identitario y la lucha de clases a través de la historia de La Taguada.

“A partir de esa premisa, empezamos a bucear en la genealogía. Es decir, cómo nos conectamos con esta tradición y de dónde venimos. Nos topamos, la gran mayoría, con que nuestra genealogía es cortita, acaba a lo sumo en los bisabuelos, y detrás de eso hay solo una bruma que aterroriza ya que no sabemos por qué se produjo ese borrado. Y la sospecha sobre por qué se produjo vuelve a la idea del mito de este enfrentamiento entre ricos y pobres, de estas antípodas y donde el abuso es una cuestión constitutiva. El borrado de nuestras genealogías, es producto de este abuso. Esa es nuestra tesis”, explica Barrales.

La obra será transmitida en vivo y la puesta en escena no busca explorar la plataforma dentro de la historia, sino que solo ser el medio de transmisión. En esa línea, aunque los integrantes del elenco estén en sus casas, se utilizarán luces y planos generales que permitan al público decidir dónde poner su atención.

“Como espectador, una de las cosas que me produce rechazo cuando miro una obra vía Zoom es que los actores estén pegados a la cámara. Entonces estamos jugando con planos más distanciados, donde el espectador vaya eligiendo qué mirar”, comenta el director.

-En términos de dirección ¿Qué ha sido lo más desafiante?

-Comunicar una idea cuesta mucho más que al estar presencialmente con el otro, entonces se corta la comunicación, se pega, hay que repetir, y eso es muy jodido. Pero son dos actrices tremendamente talentosas e inteligentes, agarran las ideas que están dando vueltas en el imaginario de la obra muy rápidamente y las integran con un virtuosismo que a mí me sorprende, son muy buenas ambas. Entonces es trabajoso, pero no es dificultoso. Hay que gritar un poco más para que se comprenda, hay que repetir la idea, pero una vez que llega al otro lado, las actrices las integran rápidamente. Y el resto tiene que ver con cuestiones que son propias del teatro en cualquier formato no más.

-¿Cómo ve el panorama que se ha generado con el teatro online?

-Probablemente esto se prolongue tanto en el tiempo que no encontraría extraño que en 2022, cuando se puedan volver a hacer obras de teatro con espectadores en la sala, al mismo tiempo que la estén viendo 250 personas, esté viéndose vía streaming en todo Chile. Me parece maravilloso. En términos puramente estéticos creo que estamos en medio de la cosa, intentando comprender qué es aquello que debe ser comunicado a través de este mecanismo, esa es la pregunta que nos está convocando. Muy honestamente no me interesa la discusión de si esto es o no es teatro, porque no me parece que llegue a ningún lado. Creo que siempre hubo resistencia histórica a las revoluciones tecnológicas, pero supongo que esto también va a ir empujando mejoras tecnológicas.

-¿Lo ve rentable a futuro?

-He visto varias obras y en general me quedo a escuchar los conversatorios. Algo que he constatado es que muchos espectadores por primera vez se acercan al teatro, o sea que su primera vez en el teatro es a través de Zoom. Dicho de otro modo, cuando vayan al teatro presencial les va a parecer raro. Se nota por las preguntas que es gente que antes no había visto teatro y ahora está ansiosa de verlo.

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