¿Una nueva edad de oro de Bee Gees? El filme sobre el emblema de la música disco encuentra director

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Barry Gibb, el único sobreviviente del trío de Night fever, participará como productor ejecutivo de la biopic que fichó a Kenneth Branagh como cineasta y aún debe definir a sus protagonistas. Un proyecto que se suma al reciente y elogiado documental The Bee Gees: How can you mend a broken heart, que celebra los altos y bajos de la agrupación.


La actividad de Barry, Robin y Maurice Gibb se acabó en 2003, con la repentina muerte de este último a los 53 años. Luego, en 2009, hubo una breve reunión entre los hermanos sobrevivientes, hasta el fallecimiento de Robin tres años después.

Sin ninguna posibilidad de un regreso a los escenarios encabezado sólo por Barry, los hombres de Stayin’ alive se adentran en una especie de inesperada nueva era de apogeo, de la mano de los aplausos al documental The Bee Gees: How can you mend a broken heart (estrenado por HBO en EE.UU. y en Chile disponible para arriendo en Apple TV desde hace algunas semanas) y, además, de la primera cinta de ficción que se prepara sobre la historia del grupo.

Si bien el proyecto cinematográfico se trabaja desde fines de 2019, sólo ahora se empiezan a ajustar las piezas para comenzar el rodaje en el corto plazo y llevar a los oriundos de Manchester a la pantalla grande, imitando lo que ha ocurrido con las producciones fílmicas y autorizadas sobre Queen (Bohemian Rhapsody) y Elton John (Rocketman) y otras en camino acerca de Robbie Williams y Whitney Houston.

El cineasta escogido para comandar la película biográfica de Bee Gees es el director y actor irlandés Kenneth Branagh, conocido tanto por sus roles en Tenet y la saga Harry Potter como por realizar versiones fílmicas de obras de Shakespeare y cintas todo espectador del tipo Cenicienta. Así lo anunció Amblin, la compañía fundada por Steven Spielberg, que financiará una porción del largometraje junto al estudio Paramount.

El guión será escrito por Ben Elton, mientras que Barry Gibb ejercerá como productor ejecutivo del filme, luego de colaborar activamente en el documental de 2020 que dirigió Frank Marshall (cofundador de Amblin) y que estudió el auge de trío pero también episodios sombríos, como la campaña anti música disco que se montó a fines de los años 70 en su contra.

Robin, al centro, flanqueado por Maurice y Barry, en junio de 1991 en París. Foto: Bertrand Guay / AFP

Ningún actor ha sido confirmado en la película que realizará Branagh, ni tampoco hay un título definido, pero todos los implicados deberán hacer frente tanto al legado de los hermanos Gibb como a su recordado éxito en el cine, donde arrasaron en 1977 con la banda sonora de Fiebre de sábado por la noche.

A su favor –al igual que la oleada de filmes autorizados por músicos sobre sus vidas y carreras–, la cinta podrá usar a su antojo el imbatible catálogo de hits de la agrupación. Un insumo probablemente demasiado sólido como para legar a despilfarrarlo.

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