Orquesta de señoritas: el símbolo de la reactivación teatral que se convirtió en pesadilla

Orquesta de señoritas simbolizaba la reactivación de las representaciones presenciales en el país, pero el contagio del elenco obligó a suspender la segunda y última semana de funciones, con todas las entradas agotadas. Esta es la historia tras la última función de la obra que le terminó costando la vida a Tomás Vidiella, contagió a Cristián Campos y Mauricio Pesutic, y mandó hospitalizados a Luis Gnecco y Patricio Araya.


La sombra de la muerte se llevó a Tomás Vidiella (83) el pasado 10 de marzo y lo alejó para siempre del escenario de Orquesta de señoritas, su última obra, que tuvo su primer fin de semana en cartelera entre el 26 y el 28 de febrero. Su carroza fúnebre pasó por fuera del Teatro Oriente y el público pudo despedirse del actor. El frontis de la sala tenía un aspecto desolador al todavía exhibir los letreros de marquesina y fotos de Vidiella y el resto del elenco como si nada hubiera ocurrido.

El actor Cristián Campos, primer miembro del elenco en dar positivo por coronavirus -situación que se hizo pública el 3 de marzo-, prefiere hoy guardar silencio y no dar declaraciones: “Esto ha sido muy doloroso, agresivo e inesperado. Muchos ataques, muy gratuitos. Necesito hacer mi duelo en silencio y lejos de tanta ignorancia y desconsideración. Se ha ido un amigo muy querido”.

Campos se refiere a las críticas que el montaje ha recibido por redes sociales y medios de comunicación. Incluso, el actor Juan Pablo Sáez, candidato a alcalde de Ñuñoa, calificó de “innecesaria” la producción y que la muerte de Vidiella “se podría haber evitado”.

El propio Campos ya había comentado hace algunos días a La Tercera su punto de vista ante tales conjeturas: “Me parece una irresponsabilidad y una crueldad en un momento tan doloroso apuntarme con el dedo, en circunstancias en que tengo la certeza de que no fui quien contagió (a Tomás Vidiella)”.

Pero el drama no terminó con el fallecimiento de Vidiella y los contagios de Luis Gnecco (ya de alta tras una semana hospitalizado) y Mauricio Pesutic (sin síntomas graves). Alejandro López, pareja de Patricio Araya -estilista a cargo de los peinados de los personajes y hoy internado- señala que después de conocerse el contagio de Cristián Campos a principios de marzo, todo el equipo de Orquesta de señoritas se realizó el test PCR. “Se hicieron varios test antes y durante el verano y salieron todos negativos, pero, en esa oportunidad, Patricio dio positivo”, describe López.

Cuando sucedió el deceso de Vidiella, los actores involucrados aseguraron que todos los exámenes PCR que finalmente resultaron positivos se realizaron de forma paralela tras la función de estreno: mientras Campos se lo hizo en Chilefilms, como parte del equipo de la teleserie Verdades ocultas (Mega), el resto se lo realizó en el mismo Teatro Oriente.

Los responsables del recinto también han vivido momentos complejos. Jorge Andrés González, director ejecutivo de la Fundación Cultural de Providencia, institución que gestionó la obra, explica: “Estamos tristes y consternados. Hicimos todo lo posible para que esta fuera una producción segura para su equipo y el público. Esta pandemia ha sido implacable y ha superado todos los controles y medidas de seguridad que pudimos implementar”.

“Hemos estado en permanente contacto con los actores y los involucrados en esta producción para estar al tanto de la evolución de su salud y darles nuestro apoyo. Lo han pasado muy mal por sus problemas de salud y por los ataques y acusaciones infundadas que han recibido. En ningún caso deben ser acusados de alguna culpabilidad”, agrega González.

Según la producción, antes del estreno de la obra se invirtieron recursos para que el Teatro Oriente fuera un lugar seguro, con seis salidas independientes para un público con aforo reducido a 75 personas. En el escenario y baños se instalaron luces ultravioleta que permiten la sanitización de esos espacios y cámaras infrarrojas para la detección de temperatura. Los actores tenían camarines personales y habían áreas comunes con ventilación natural y constante, sanitizadores con amonio cuaternario y dispensadores de alcohol gel.

La última función

La pandemia obligó al cierre de los teatros en todo el mundo y las compañías independientes quedaron a la deriva, aunque la historia recuerda que ya habían ocurrido hechos similares en la antigüedad: Shakespeare escribió Rey Lear y Macbeth durante la cuarentena de una plaga que clausuró los escenarios del teatro isabelino.

Orquesta de señoritas simbolizaba la reactivación de las representaciones presenciales en el país, pero el contagio del elenco obligó a suspender la segunda y última semana de funciones, con todas las entradas agotadas.

Como paradoja, el público de la primera función fueron profesionales de la salud homenajeados de esta manera por su labor. No sabían que en algunos días quizá esos mismos médicos se esforzarían por salvarle la vida a Tomás Vidiella, uno de los protagonistas.

Tras ese estreno, todos los actores quedaron felices con los resultados, sin intuir el fatídico desenlace. Incluso, Vidiella envió en ese momento un mensaje al grupo de WhatsApp que tenía todo el equipo: “Somos el éxito de la temporada”, comentó en el chat ante los aplausos cosechados en el fin de semana debut.

Desde la Fundación Cultural de Providencia, González aclara: “Esta producción fue una respuesta al clamor que existía por la recuperación de la escena cultural y por las ayudas que solicitaba el mundo artístico, que llevaba más de un año sin trabajar y del público que tanto ha sufrido en sus casas sin poder acercarse a un teatro”.

Originalmente, el espectáculo, escrito por Jean Anouilh en 1962, lo interpretaban mujeres y solo en 1974 en Argentina los personajes empezaron ser encarnados por hombres en clave travesti y sin esconder su voz masculina. Así, se extremaba la estética burlesca que proponía el texto. Fue un éxito y la versión argentina pasó de gira por Santiago a fines de los 70.

Luego, en 1989 vendría la adaptación local, sin embargo, en el Chile conservador de esa época se decidió hacerlo con actrices: Silvia Piñeiro, Ana Reeves, Sonia Viveros, Lucy Salgado, Liliana Ross y Schlomit Baytelman. De ahí la trascendencia de esta versión protagonizada por Vidiella, que venía a saldar una cuenta pendiente y que finalmente le costó la vida.

Un proyecto iniciado en 2020, con la entidad de Providencia a cargo de su producción, financiada gracias a los fondos que ganaron con la Ley de Donaciones Culturales. En diciembre comenzaron el trabajo con las distintas áreas (iluminación, música, etc.) y partieron los ensayos con el experimentado elenco de actores.

El director del montaje, Álvaro Viguera, quería contar con Tomás Vidiella y fue quien lo llamó para invitarlo. Tenían varios vínculos previos: por ejemplo, Vidiella lo incluyó en La profesión de la señora Warren, en el Teatro El Conventillo. Por su lado, Viguera había dirigido al actor en la obra Cock.

Vidiella ingresó el jueves 4 de marzo al Hospital de la UC. Según han contado desde el elenco, Esperanza Silva, presidenta de Chileactores, hizo las diligencias pertinentes para que pudiese ser internado en el recinto.

En su estadía en el lugar, siempre se mantuvo de buen ánimo, usando su celular, recibiendo llamadas y con miras a retomar los proyectos pendientes. Hasta que el día 10 por la tarde murió producto de un infarto. Fue también el final más abrupto para Orquesta de señoritas, la obra que pretendía dar bocanadas de alivio y optimismo al teatro nacional, pero que culminó con el peor de los desenlaces

Ni el propio Jean Anouilh se hubiera imaginado un final tan desolador.

Cronología de un desastre

Viernes 26 de febrero. Estreno de la obra en el Teatro Oriente, con Tomás Vidiella, Cristián Campos, Luis Gnecco, Willy Semler, Mauricio Pesutic, Francisco Medina y Gonzalo Muñoz-Lerner, y Álvaro Viguera en la dirección.

Miércoles 3 de marzo. Las funciones se suspenden por el resultado positivo en el test PCR de un integrante de la obra. En esa jornada, Campos anuncia que está contagiado. “Es efectivo. Salí positivo en mi último PCR”, dice a Glamorama de La Tercera.

Jueves 4. Hospitalizan a Tomás Vidiella.

Miércoles 10. Fallece Tomás Vidiella.

Jueves 11. Mauricio Pesutic cuenta que está contagiado sin síntomas graves.

Domingo 14. Luis Gnecco se interna en la Cínica Alemana tras contagiarse y presentar síntomas de neumonía.

Martes 16. Se revela que Patricio Araya, estilista de la producción, está internado grave por coronavirus en el Hospital Clínico de la UC.

Jueves 18. Luis Gnecco sale de la Clínica Alemana ya recuperado.

Viernes 19. Mauricio Pesutic se recupera satisfactoriamente, mientras Araya sigue hospitalizado y evoluciona positivamente.

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