Amparo Noguera protagoniza obra en torno al Sename: “Es la reflexión y el sentir de una madre respecto a la ausencia atroz de su hijo”

Amparo Noguera encarna a Eliana Pérez en "La vida que te di", obra dirigida por Cristian Plana que se transmitirá los viernes y sábados de hasta el 3 de abril. FOTO: Amanda Torres.

El montaje de Cristian Plana se inspira en la experiencia real de una mujer que pierde a su hijo dentro del Sename, tras una riña en que otros internos del centro le dan muerte. Tanto él como la actriz hablan con Culto acerca del proyecto, que se transmite en línea hasta el 3 de abril como parte de una iniciativa del Centro Cultural Gabriela Mistral.


“La vida que te di” es el nombre de la obra virtual que transmite el Centro Cultural Gabriela Mistral a través de Zoom, con una puesta en escena que busca encarnar el dolor de una madre por la ausencia y por la pérdida su hijo, que fue asesinado en un centro del Sename en manos de otros internos. Originalmente el montaje iba a ser estrenado de manera presencial a comienzos de marzo, pero debido al aumento sostenido de casos con Covid debió exhibirse en línea a partir del pasado viernes 26.

Culto conversó con la actriz Amparo Noguera, quien le da cuerpo al relato de Eliana Pérez, una mujer que está padeciendo, de manera permanente, el dolor de la muerte de su hijo, Daniel, quien fue asesinado en un centro de cuidado del Sename.

En esta obra confluyen dos fuentes: el testimonio de una madre que en 2013 perdió a su hijo cuando lo asesinaron dentro de un centro del recinto en Tiltil, donde estaba recluido; y la experiencia de la madre de la obra “La vida que te di” de Luigi Pirandello, ¿Por qué decidieron juntar estas dos experiencias, o estas dos fuentes, para esta obra?

Esta es una propuesta de Cristian Plana, que es el director de la obra, yo creo que esa respuesta le corresponde más a él como director contestarla. Pero yo te puedo decir mi visión a raíz de las conversaciones que tuvimos con Cristian. Él estaba muy interesado en hablar de este tema del Sename porque ha sido un tema muy doloroso, que lleva muchos años dando vuelta y que todavía no tiene solución y Cristian, digamos, quiso a través del teatro poner esta realidad en escena, me pareció muy interesante la obra. Por otro lado, en las conversaciones siempre se produce el cómo el teatro puede acercarse a un acto tan brutal como el testimonio de la madre de Daniel, que es este chico asesinado en el Sename en 2013. Entonces cómo acercar el teatro realmente a ese espacio real que casi no puede ser representado porque la realidad lo supera. Es un poco la reflexión acerca de eso, para mí. Cristian puede tener otra reflexión al respecto, pero es un poco la confrontación entre estas dos cosas. Y finalmente uno ve la obra y, para mí, la respuesta está súper clara, es inmensa y creo que hay una manera de explicar desde otro lado los hechos cuando son tan intensos, tan fuertes dentro de la realidad y quizás somos capaces de levantar desde la mente la emoción.

¿Cómo es abordar un tema como el del Sename donde hay aristas emocionales, sociales, políticas? ¿Cómo lo enfocan de manera que sea respetuoso con lo que se vive?

Totalmente pensando en que hay gente real ahí que está involucrada en esta situación, también pensando que hay un testimonio detrás y no sé, la idea no es tomar este montaje aprovechándose del momento, no tiene nada que ver con eso. Entonces la pregunta que me haces me complica contestarla porque el teatro es un espacio de reflexión social, política, a través de cualquier género, del humor, de todos los géneros. Sin pasar a llevar, no estamos haciendo un testimonio, estamos haciendo un levantamiento escénico a partir de un caso, me sorprende un poco la pregunta, no sé cómo contestártela.

¿Qué temas les interesaba explorar con el montaje de esta obra?

Un poco lo que te contesté anteriormente. Hay una mezcla de un texto de Pirandello con un testimonio. Habla acerca del testimonio de dos madres que pierden a sus hijos. Es como la mezcla de estos dos textos, una respuesta teatral acerca de lo que te respondí en la primera pregunta.

¿Podría contarme cómo vive Eliana Pérez su duelo, o la noticia de que su hijo fue asesinado, en la obra?

No se trata de eso, de una madre que recibe la noticia de su hijo asesinado y cómo la recibe, no. La obra habla del recuerdo permanente y del sentir de una madre respecto a su hijo muerto, en este caso, asesinado, pero lo que apela la obra es de una madre frente a la ausencia tremenda e irrevocable de su hijo, no el momento de cómo recibe la noticia. No va por ahí el montaje, no es lo que importa. Me parece que es la reflexión y el sentir de una madre respecto a la ausencia atroz de su hijo, de la muerte de un hijo. Cómo lo revive, cómo lo recuerda, cómo ella va a seguir adelante con esto, es ese sentir.

Amparo Noguera interpretando a Eliana Pérez en "La vida que te di", obra virtual del Centro Cultural Gabriela Mistral. FOTO: Amanda Torres.

¿Es ese el sentimiento primordial de la obra?

Yo creo que ese es el corazón de la obra y del resultado de cualquier muerte. Y cuando se cometen asesinatos de esa magnitud y negligencias como las que se cometen en el Sename que traen como consecuencias las muertes. No es el hecho en sí, es todo lo que implica la muerte de un ser humano y lo que la rodea y de la gran injusticia y de la gran negligencia. De lo mismo, como recibió esa madre la noticia, hay miles de madres que reciben esa noticia en el Sename a diario. Y da lo mismo el número de esos testimonios, son muchas las madres que se quedan toda la vida padeciendo esa noticia.

El asesinato de Daniel Ballesteros en un centro del Sename de Tiltil sucedió en noviembre de 2013, hace casi ocho años. Ha pasado el tiempo y da la impresión de que no hay señales de que haya disminuido la violencia que se vive dentro de los centros para menores. A su juicio, ¿qué cree que es lo que falta para proteger mejor a estos niños y a estos jóvenes?

Yo creo que lo que falta es que instituciones como el Sename dejen de estar regidas por partidos políticos que tienen negocios detrás, ya sea negocios de imagen o negocios de plata detrás y que lo importante sean los niños. No las imágenes de partidos políticos y soluciones económicas.

¿Por qué cree que en el último tiempo se han dado tantos proyectos audiovisuales que abordan el Sename? Hay obras de teatro, hay documentales. ¿Cree que el mundo de las artes escénicas de algún modo está respondiendo quizá a algo que está abandonado, tal vez a nivel de búsqueda de soluciones por parte de las autoridades?

Yo creo que las artes escénicas en general siempre están mostrando la realidad de la gente, la humanidad de las personas, los conflictos. Todo esto que nosotros hablamos del Sename, de política, se traduce en la humanidad para mí, y en el sentir de la humanidad, la humanidad de vivir. En el dolor de la gente, en el malestar de la gente, en la dignidad de la gente. Entonces las artes escénicas reflejan eso siempre. Desde cualquier obra de teatro que se monte, se habla de la humanidad del ser humano. A veces más concretamente basándose en un punto, a veces más ambiguamente. Y las artes escénicas hablan del ser humano. Esto es el ser humano, la muerte en el Sename en este caso. Para unas personas son un problema país, un problema nacional, un problema gubernamental, si es que, porque creo que para este gobierno no es un problema, sino lo hubiese solucionado hace bastante rato. Pero esto es un problema para la familia, sí. Para la gente que ama a estos niños, para estos niños que se hacen polvo dentro del Sename, que no tienen ninguna posibilidad en la vida y que bajo el ala de la protección, según el gobierno, los revienta. Eso, estamos hablando de seres humanos. No es lo mismo que ideologías, estamos hablando de vidas humanas. De cuerpos, de ojos, de bocas, de risas que se apagan, de llantos que aparecen, de abrazos de madres con los hijos que dejan de existir, estamos hablando de humanidad, de cotidiano, de un plato de arroz con huevo.

¿En este sentido considera que el mundo audiovisual y del teatro está asumiendo una responsabilidad en retratar estas realidades tan difíciles, como en su momento el teatro habló de las violaciones a los derechos humanos en dictadura o ha abordado la pobreza?

Sí, yo creo que el teatro está siempre en eso y siempre cuando se encuentra con los hechos, como te decía, habla de esos hechos. Lo que yo te quiero decir es que el teatro es mucho más amplio que hablar sobre un hecho político. Cuando tú montas una historia de amor, también estás hablando de política. También estás hablando de humanidad. El teatro es el reflejo de las personas, del sentir de la gente. La gente ve una obra de teatro y entiende cosas, aprende cosas, le resuenan cosas, soluciona cosas. Eso por un lado, porque no sólo el teatro político, entre comillas, es válido. La reflexión nos lleva a todo. Es un círculo, digamos, que nos lleva de un lugar a otro sumando. Es una suma de reflexiones.

Por otro lado, sí, cuando se encuentra con hechos políticos tan claros, el teatro es una de las corrientes artísticas que toma muy concretamente estos hechos, en ese sentido sí.

¿Se podría decir que a veces los testimonios son como el punto de partida, por decirlo de alguna manera, pero siempre hay algo más grande sucediendo?

Exactamente, siempre hay algo más grande en una puesta en escena. Hay una transformación de eso, hay un revisitar un hecho y llevarlo a la mente y los corazones de la gente, no sé cómo explicarlo, es más allá del hecho mismo.

El origen de la obra

El hecho concreto que inspira parcialmente esta obra, ocurrió en el Centro Metropolitano Norte de Tiltil, donde un menor de 17 años cumplía una condena de tres años por robo con violencia, mientras su madre confiaba en que el Estado de Chile protegería a su hijo, quien estaba a pocos días de poder optar a la libertad condicional y regresar a su hogar con ella. Sin embargo, en noviembre de 2013 otros internos intentaron robarle un celular y lo apuñalaron, provocando su muerte.

Su historia, recogida por Carolina Rojas en el libro “Abandonados. Vida y muerte al interior del Sename”, quedó grabada en el director Cristian Plana, quien tenía planeado adaptar la obra italiana “La vida que te di” de Luigi Pirandello. La madre, Eliana Pérez, que perdió a su hijo en 2013, fue contactada por el director durante el desarrollo del texto a partir del que nace su teatralización.

En conversación con Culto, Cristian Plana cuenta por qué decidió hacer confluir ambos relatos. Inicialmente, se trataba de adaptar la obra italiana a un monólogo.

A partir de la obra de Luigi Pirandello, “empezó una serie de reflexiones en torno a eso, qué significa estar muerto, estar vivo, qué hace que uno deje morir a una persona, de su memoria, de su recuerdo, en fin. Todo partió en eso, con la historia de Pirandello, y en un momento coincidió en el proceso de ir escribiendo ese monólogo a partir de esta obra. Me encontré con uno de los relatos que estaban en este libro que publicó Carolina Rojas, que se llama ‘Abandonados’, y que se publicó justamente a principios de 2020, si no me equivoco”, cuenta Cristian Plana.

“Uno de esos relatos calzaba de forma muy sorprendente con la historia de la mujer de la obra de Pirandello”, explica. “Había una cosa similar en esta idea de hacer permanecer intacto la pieza del hijo, por ejemplo. Fue al centro del Sename a ser internado en una cárcel y ella todo este tiempo trató de mantener la imagen de este hijo que se había ido. Y luego de fallecer, también mantuvo las cosas de él sin tocarlas. Por supuesto se vinculaba con el dolor de una madre de perder un hijo y me pareció que adquiría una resonancia mucho más fuerte la obra en que estaba trabajando de Pirandello conectándolo con una historia real”, relata.

La obra en línea “La vida que te di” tiene a la venta sus entradas en Ticketplus con un valor de cinco mil pesos. Se transmitirá por Zoom a las 21 horas el viernes 2 y el sábado 3 de abril, después de su primera semana de exhibición el 26 y 27 de marzo. Según su director, esperan poder presentarla presencialmente cuando las condiciones lo permitan.

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