“Hace demasiado tiempo que no me emociono haciendo música”: el accidentado y revelador último show de Nirvana con Kurt Cobain

El concierto tuvo lugar en el marco de la gira promocional de In Utero por Europa, y que contempló países como España, Portugal y Francia. Cuando llegó el turno de Alemania, los problemas de salud de Cobain se sumaron a los múltiples problemas técnicos del recinto que incluso sufrió de un corte de energía en la mitad de la cita. En Culto, repasamos el último recital en vivo de la banda, a pocas semanas del suicidio de su vocalista.


Muchas veces se cree que el concierto final de Nirvana fue el icónico unplugged transmitido por MTV en 1993. Sin embargo, la última vez que sus miembros se presentaron juntos fue un año después, en Alemania, y a pocos meses del abrupto término que el suicidio de su vocalista daría a una de las bandas más trascendentales del rock anglosajón.

Integrada por Kurt Cobain, Dave Grohl y Krist Novoselic, la agrupación líder del grunge estadounidense tuvo una breve pero intensa carrera que, en menos de diez años, los llevó a alcanzar el reconocimiento internacional. En 1988 saltaron a la escena con su álbum debut Bleach, el único de los tres discos de Nirvana sin Dave Grohl en la batería. Pero no fue hasta el lanzamiento de Nevermind en 1991 que los jóvenes músicos lograron definitivamente el éxito comercial.

Canciones como Smells like teen spirit y Come as you are se transformaron en verdaderos himnos generacionales gracias al contenido de sus letras y la densidad de sus melodías, que lograban interpretar con bastante fidelidad el sentir colectivo de los jóvenes de la época.

A pesar de la recepción positiva que tuvo su segundo LP (que recibió la certificación de triple platino en Estados Unidos y cuya llegada al sexto puesto del Top 100 de Billboard marcó el arribo definitivo del grunge a las listas), los músicos oriundos de Seattle decidieron no realizar una gira promocional propiamente tal para Nevermind.

Ya se habían embarcado en un breve tour junto a Pearl Jam y Red Hot Chili Peppers por la costa estadounidense, además de realizar presentaciones en Australia y Japón. El cansancio, sumado a algunos problemas de salud que afectaron la voz de Cobain, llevó a que la banda desistiera de hacer grandes planes para dicho disco, que alcanzó la mayor parte de su popularidad gracias a la rotación de sus sencillos en MTV y las radioemisoras.

Así, el último concierto de Nirvana, que también fue la última vez en que Kurt Cobain se subió a un escenario, tuvo lugar en el marco del lanzamiento de In Utero, tercer álbum del grupo lanzado en septiembre de 1993, y que fue reconocido por ser su trabajo más experimental.

Además de las polémicas censuras que tuvieron la contraportada del disco y los títulos de algunas canciones como Rape me –que llevó a que cadenas comerciales como Kmart y Walmart se negaran a distribuirlo–, también es recordado como un trabajo que, si bien debutó en el primer puesto en la lista de álbumes de Billboard, no logró un éxito tan rotundo como Nevermind.

La gira dispuesta para Europa tenía shows contemplados en España, Portugal y Francia. Alemania fue el último país donde los estadounidenses alcanzaron a presentarse. La cita tuvo lugar en Múnich, el 1 de marzo de 1994, en un recinto llamado Terminal 1 Flughafen München y que no cumplía con todos los requisitos técnicos para albergar el concierto de la banda.

Los problemas comenzaron previo a la presentación. Días antes, Kurt Cobain había comenzado a sentir molestias en la garganta que se hacían cada vez más frecuentes. La indisposición fue tal que el músico no pudo presentarse a la prueba de sonido, siendo ese el primer indicio de los tropiezos que tendría el recital.

El set list contempló 23 canciones que incluían un repaso por varios de sus éxitos, como About a girl, Lithium y el afamado cover a The man who sold the world de David Bowie que Nirvana popularizó unos meses antes en su Unplugged de MTV. La apertura del show también estuvo marcada por una reversión: My best friend’s girl de la banda estadounidense The Cars.

Los primeros problemas llegarían a la hora de interpretar Come as you are. En la mitad de la canción, el recinto sufrió un corte de luz que se extendió por varios minutos y que obligó a que los músicos tocaran el tema dos veces.

Por su parte, el delicado estado de salud de Cobain se haría presente en todo su esplendor al final del recital. A pesar de que no hay registros audiovisuales integrales de la presentación, sí existen algunas grabaciones de audio que dan cuenta de lo que fue la presentación. Allí, la voz de Kurt Cobain se percibe especialmente resentida a la hora de interpretar Heart-Shaped Box, el tema que cerró el concierto y donde la voz del artista no logra alcanzar las notas altas.

El músico atravesaba por una bronquitis crónica y una faringitis, por lo que debería guardar reposo por un tiempo. Así, Nirvana canceló el resto de conciertos que tenían agendados sin saber que aquella sería la última presentación de la banda antes del suicidio de su líder y principal motor creativo.

Las últimas semanas de Kurt Cobain

Aunque las molestias causadas por la bronquitis y faringitis fueron la motivación inmediata para la cancelación de las próximas fechas de la gira, la vida personal de Cobain también atravesaba por un huracán de conflictos que, vistos con la perspectiva del tiempo, ya anticipaban lo que estaba por venir.

La depresión era una constante en su vida desde su infancia, al igual que el uso de fármacos y drogas. A los siete años le recetaron Ritalin, uno de los medicamentos más utilizados para tratar el déficit atencional en infantes.

Comenzó a consumir marihuana a los 13 años en lo que después calificó como un intento de lidiar con su hiperactividad. Pero la sustancia que más estragos causó en su intimidad fue la heroína. Aunque comenzó a ingerirla de forma “casual”, al poco tiempo se transformó en una adicción que lo acompañó hasta su último día de vida.

GRA006 MADRID, 04/04/2014.- Fotografía facilitada por Libros Cúpula incluida en el libro "Kurt Cobain. La historia de Nirvana", una de las iniciativas que salen a la luz con motivo del aniversario de su fallecimiento, que se cumple mañana, que intentan honrar la vida y obra de quien está considerado un icono y figura imprescindible de la música de los años 90 como gran adalid del "grunge" y del sentimiento desesperado de la "generación X". EFE **SOLO USO EDITORIAL**

A todo esto, se sumaba una afección estomacal que acarreaba hace varios años y que nunca tuvo un diagnóstico definitivo que incluso lo llevaba a vomitar sangre después de los conciertos. Sobre aquellas dolencias, el músico afirmaba que la heroína era lo único que lo ayudaba a aliviar las molestias.

En agosto de 1992 dijo a la revista Rolling Stone: “Tengo un dolor crónico sin cura en el estómago y durante cinco años quise suicidarme todos los días. Estuve a punto de hacerlo varias veces. Llegó un punto en el que estaba de gira, tirado en el suelo, vomitando aire porque no podía ni ingerir agua. Salía a cantar y después vomitaba sangre. Eso no era vida, así que decidí automedicarme”.

Así, para 1990 y a dos años de contraer matrimonio con Courtney Love, Kurt Cobain ya cargaba con la dependencia a dicha sustancia. La artista también consumía, e incluso estuvieron a punto de perder la custodia de su única hija Frances a raíz de una entrevista con Vanity Fair, donde Love confesó haber consumido heroína durante las primeras semanas de gestación de su bebé, antes de enterarse del embarazo.

Courtney Love y Kurt Cobain

El episodio llevó a que ambos fueran obligados a asistir a rehabilitación. Pero, y a pese a someterse varias a veces a la desintoxicación, Cobain no logró cortar con su adicción. Tras el concierto en Múnich, el músico voló a Roma para realizarse un tratamiento médico y esperar a su esposa. Sin embargo, fue hallado inconsciente en la habitación del hotel, intoxicado por una mezcla de alcohol y 67 pastillas de somníferos que lo tuvo 20 horas en coma.

En su momento, el suceso fue calificado como un accidente. Con el tiempo, se supo que fue un intento de suicidio fallido donde el músico incluso dejó una nota de despedida. Esto, a un mes de su muerte. Además, sólo unos días después, se registró otro incidente. Ahora, de carácter doméstico: según informó Love a la policía, su esposo estaba encerrado en una habitación con un revólver afirmando que se dispararía. Cuando llegaron los oficiales, Cobain dijo que no pensaba hacerlo en serio.

Luego de estos eventos, Courtney Love y otros nueve cercanos al artista (entre ellos, sus compañeros de banda Krist Novoselic y Pat Smear –que había sido integrado como guitarrista de apoyo para la gira de In Utero- y su representante John Silva) realizaron una intervención donde le plantearon al músico la urgencia de que iniciara su rehabilitación, esta vez en serio.

Cobain aceptó e ingresó en el centro de desintoxicación Exodus de Los Ángeles un 31 de marzo, ante la amenaza de no volver a ver a su hija. Su estadía duró sólo dos días. Con la excusa de salir al patio a fumarse un cigarrillo, saltó las vallas del recinto y se alejó. El 3 de abril fue oficialmente declaro como desaparecido.

Love incluso contrató, en vano, a un detective privado para que le siguiera la pista. Aunque se ha especulado mucho sobre qué fue lo que hizo el músico entre su escape y el día de su fallecimiento, hay un par de historias que con el tiempo han sido confirmadas. Por ejemplo, que en el avión que tomó para volver a Seattle compartió asiento con Duff McKagan, bajista de Guns N’ Roses. Juntos, consumieron heroína y prometieron que esa sería la última vez.

Después, arrendó una habitación en el motel Marco Polo bajo el seudónimo de “Bill Bailey”, verdadero nombre de Axl Rose, donde se drogó por varias horas. Además, fue a un restorán llamado Cactus a comer un pudin para después entrar al cine a ver La lección de piano, de Jane Campion. Finalmente, acudió al garaje de su casa, donde se inyectó una triple dosis de heroína y colocó una escopeta Remington calibre 22 entre sus piernas y apuntado hacia su barbilla, cuyo disparo fue el que acabó definitivamente con su vida.

En términos musicales, el entusiasmo de Cobain tampoco era el de antes. Courtney Love confesó en una entrevista con MTV que, durante sus últimas conversaciones, su esposo le manifestó que ya no tenía ganas de seguir tocando con Nirvana y que sólo quería trabajar con Michael Stipe, de R.E.M, además de que nunca logró estar satisfecho con el resultado de su último álbum.

Por otro lado, en su nota de suicidio expresó su miedo ante la idea de que su hija terminara “convertida en una rockera miserable, autodestructiva y muerta como yo. Su vida será más feliz sin mí. Frances me recuerda lo que yo fui: llena de amor y alegría, besando a todas las personas que conoce porque son buenas y no van a hacerle daño. Quiero demasiado a la gente, tanto que me pone triste y no soy capaz de superar la frustración, la culpabilidad y la empatía que siento hacia todo el mundo”.

“Ya hace demasiado tiempo que no me emociono escuchando, creando o escribiendo música, ni siquiera haciendo rock and roll. Me siento increíblemente culpable”, expresaba en la misma.

La carta estaba dirigida a Boodah, su amigo imaginario de la infancia. “Por favor, Courtney, sigue adelante por Frances, por su vida que será mucho más feliz sin mí. Las quiero. ¡Las quiero!”, finalizaba el escrito que fue encontrado el 8 de abril, tres días después de su muerte. Junto al cuerpo, había varias latas de cerveza, dos toallas y su billetera abierta exhibiendo su identificación, como un gesto para facilitar el reconocimiento del cuerpo. Así, a los 27 años, finalizaba la vida de uno de los músicos que el tiempo ha reivindicado como verdaderas leyendas del rock.

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