Cuando Belisario Velasco tuvo que cerrarle la entrada a Chile a Iron Maiden

Belisario Velasco era subsecretario del Interior cuando la Iglesia presionó por impedir la primera venida a Chile a Iron Maiden

En 1992, Velasco era subsecretario del Interior del gobierno de Patricio Aylwin. En esa posición debió enfrentar la presión del sacerdote Jorge Medina para prohibir el ingreso a Chile de los metaleros británicos. Una historia de la que Velasco siempre se distanció y aseguró que no tuvo nada que ver. “Le dije a Medina que no teníamos mucho más que conversar, porque yo no era tan experto en heavy metal como él”.


El fallecido Belisario Velasco no era precisamente un hombre del rock, pero fue uno de los involucrados en una las mayores polémicas que ha vivido el género en el país; la insólita censura de la iglesia católica para el debut en el país de Iron Maiden en 1992.

Velasco, entonces subsecretario del Interior del gobierno de Patricio Aylwin, recibió una llamada de Jorge Medina Estévez (quien luego sería obispo y cardenal), para pedir que prohibiera el ingreso del grupo a Chile, al poseer a su juicio mensajes dañinos para la juventud chilena. Parte de su argumento habrían sido las letras de sus canciones.

“Me dijo que las letras de las canciones hablaban en contra de los valores cristianos, de la Virgen, de Jesús, que eso era inaceptable. Que no deberían exhibirse en Chile. Entonces me preguntó si acaso yo no era cristiano”, detalló Velasco al medio El Dinamo en 2015.

“Le dije que el Gobierno de Chile no era confesional, que no podíamos distinguir los grupos que venían, si eran católicos, protestantes o de otra religión, que la música y la cultura no tenían confesión religiosa para el gobierno, que era de todos los chilenos”, agregó.

Luego vino una escena insólita. “(Medina) me empezó a recitar las letras en inglés y luego me las traducía. Una cosa muy rara. Me preguntó si es que no conocía a Iron Maiden. Yo le dije que no me sabía las letras de las canciones, que si alguna vez los escuché en la radio no alcanzaba a traducir lo que decían, porque cantaban muy agudo y rápido. Ahí le dije a Medina que no teníamos mucho más que conversar, porque yo no era tan experto en heavy metal como él. Le expliqué que yo me había quedado en Los Beatles, que incluso los fui a ver una vez en los 60′ a Londres”.

Muerte de Belisario Velasco fue confirmada por sus familiares.

Velasco remarcó que tenía sus diferencias con Medina. “Él sabía que yo era demócrata y yo sabía que el era pro-dictadura. Yo había estado cinco veces preso por Pinochet. Los dos sabíamos con quien estábamos hablando. Ahí yo le dije “la democracia es diferente a lo que usted ha defendido. Estamos en democracia y se va aplicar la Constitución y la Ley de acuerdo a un estado demócrata. Por lo demás usted es el único que se opone, ya que ni el cardenal se ha manifestado. Hasta ahí llegó la conversación con el señor Medina”.

Pero finalmente fue Medina el que hizo la jugada clave para impedir el ingreso de Maiden. “Pasó que el cura tomó contacto con las personas que arrendaban el local, con el municipio, e influyó también con los dueños del local, por lo que supe después. Yo no podía meterme a decirle a los dueños del local que se lo arrienden a los Iron Maiden. No estaba dentro de mis facultades eso”.

Velasco siempre defendió que él ni el gobierno se opusieron a la entrada de Maiden al país. “Todo fue algo ridículo que nunca debió llegar hasta lo que llegó. Categóricamente, y bajo palabra de honor, el ministerio del Interior nunca se opuso al ingreso de Iron Maiden. Primero, porque estábamos convencidos de que no tenía sentido. Y segundo, porque la ley los amparaba. Si no vinieron esa vez fue porque el cura se movió por otro lado”.

“Siempre es agradable cuando se impone el sentido común”, comentó el cantante de Iron Maiden, Bruce Dickinson a La Tercera en 2010, recordando el frustrado show del 92. “Nosotros sólo somos una banda de rock & roll, no queremos iniciar una revolución ni una guerra. Y el hecho de que hagamos felices a tantas personas en Chile no puede, por ningún lado, ser algo malo”, agregó.

Cuatro años más tarde se concretaría su esperado primer show en el en ese entonces Teatro Monumental (aunque sin la formación clásica integrada por Dickinson, sino que con su vocalista de esos años, Blaze Bayley).

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