El corazón de Garin late en Roland Garros: el chileno gana un partido maratónico

Una muy buena oportunidad de avanzar por segunda vez en su carrera a la tercera ronda de Roland Garros tenía Christian Garin (23° ATP). Su rival, el estadounidense Mackenzie McDonald (119°), aparecía como un adversario accesible por ranking, pero que ya dos veces había sabido avanzar a los octavos de final en un Grand Slam (Wimbledon 2018 y Australia 2021). Sin embargo, el chileno sufrió lo indecible para instalarse por segunda vez en su carrera en la tercera ronda de París. Lo hizo venciendo por 4-6, 4-6, 7-6 (7), 6-3 y 8-6, en cuatro horas y 14 minutos de partido, y salvando dos match points en el tercer set. El festejo en el suelo como si hubiese anotado un gol, mientras los fanáticos lo alentaban desde la calle tras ser desalojados antes del toque de queda, fueron el retrato de lo vivido.

Desde la primera pelota que pegó, el chileno se vio fastidioso. No estaba cómodo ni con el viento ni con la gente se movía en la tribuna ni tampoco con uno que otro cobro arbitral. También se le vio algo estático ante el norteamericano, que entró sin nada que perder y exhibió un tenis muy suelto, un sólido servicio y diversas variantes de juego que complicaron al pupilo de Franco Davin. Un solo quiebre en el tercer juego le bastó al ex número 57 del mundo para encaminar el primer set a su favor.

En el comienzo del segundo parcial, Gago esbozó una recuperación. Quebró rápidamente en el segundo game. Sin embargo, esa ventaja se esfumó de inmediato, ya que el estadounidense rompió de vuelta. De ahí, cada uno mantuvo su servicio hasta el noveno juego. Ahí, McDonald le arrebató el saque al pupilo de Franco Davin y luego cerró el capítulo sin mayores inconvenientes.

El panorama se veía cada vez más oscuro. Y, para peor, el chileno perdió su saque en comienzo del tercer set. Sin muchas ideas, complicado con la rapidez de la cancha y con poca reacción, solo tocaba esperar un desenlace desfavorable para sus pretensiones. Su adversario se movía y pegaba como si toda la vida hubiera jugado en la cancha 14. Pero, cuando parecía todo perdido, Garin comenzó a tomar la iniciativa y quebró de vuelta en el sexto juego y volvió a tener vida en el partido.

El destino de ese tercer parcial se decidió en el tie break, donde el norteamericano llegaba con un récord de 7-1. Gago comenzó con ventaja, pero el estadounidense lo dio vuelta y llegó a tener dos match points a su favor. El nacido en Arica aguantó con inteligencia desde el fondo de la cancha y su rival se apuró y falló en ambas ocasiones. Esta vez, Garin no falló y sacó adelante un set que estaba totalmente perdido.

El golpe psicológico fue duro para McDonald, quien de entrada cedió su saque. Garin creció en variantes. Su derecha cada vez fue más peligrosa y cerró varios puntos en la red. El estadounidense perdió consistencia y falló bastante. Sin ir más lejos, un smash suyo en la red le significó a la raqueta criolla quebrarle en el noveno juego y llevar el partido a un quinto episodio.

En el último parcial, Garin no se derrumbó, a pesar de haberse enfrascado en discusiones innecesarias con el árbitro, jugó con decisión en los momentos clave. Salvó puntos de quiebre y atacó para ir en busca de una victoria que antes parecía casi imposible. El festejo desenfrenado y ese corazón desbordante coronaron una tarde inolvidable.

Este viernes, en horario por confirmar, enfrentará al estadounidense Marcos Girón (84°) en busca de acceder por primera vez a los octavos de final de un Grand Slam.