Lionel Messi, el largo y sufrido recorrido de la estrella de Argentina para posicionarse a la altura de Diego Maradona tras levantar el título en Qatar

Lionel Messi levanta la Copa del Mundo. Foto: REUTERS/Hannah Mckay

El astro de la Albiceleste levanta la Copa del Mundo y disipa cualquier duda existente sobre su posición en la historia del fútbol. Tras cinco mundiales, la Pulga logra quedarse con el trofeo de los mejores, ese que su país lograra en 1978 y 1986.



Lionel Messi está en la cumbre. En rigor, hace mucho tiempo que llegó. Sin embargo, si alguna duda quedaba en su figura, este domingo terminó de disiparse. Con el triunfo de Argentina sobre Francia, con dos goles de su autoría, uno en el tiempo de alargue, el astro de la Albiceleste consigue un título que en algún momento de su vida vio lejano. A kilómetros. El de campeón del mundo.

Desde el pitazo final, el capitán transandino se transforma en una figura indiscutida en la historia del fútbol. Se eleva más alto de lo que ha estado desde hace una década. Se sienta en la mesa junto a Pelé y Diego Armando Maradona, si es que alguno pensaba que aún no tenía el derecho de estar ahí.

Claro que el camino del atacante del PSG para consagrarse como monarca planetario fue pedregoso. Estuvo lleno de obstáculos. A diferencia de Edson Arantes do Nascimento, que ganó su primer Mundial a los 17 años, o del Pelusa, que en su segunda oportunidad levantó el trofeo, el rosarino tuvo que jugar cinco certámenes de este tipo para poder saber cuanto pesa la del mundo. Lo logra en su mejor torneo y con una selección plagada de jóvenes. Es el más veterano. El líder del equipo. Un rol que antes asumía solo en el campo. Ahora también tiene voz de mando afuera.

Con los ojos en Qatar

El año de Lionel Messi tenía el Mundial como gran meta. En París vivió momentos de dulce y agraz, pero, desde la consagración en la Copa América de 2021, ir a la selección significaba un bálsamo para él. Se le notaba cómodo. Se daba el efecto contrario al de la década pasada, cuando se decía que Barcelona era su zona de confort y la Albiceleste un lugar complicado.

Por eso, sus ojos estaban puestos en Qatar. Se cuidó de las lesiones durante todo el año. Hizo una buena pretemporada y una gran primera mitad de curso en 2022, para llegar de la mejor manera posible al torneo de los mejores. A sus 35 años, sabía que era su última gran oportunidad. Él mismo dejó en claro, varias veces, que este sería su último Mundial.

Lionel Messi y Lionel Scaloni celebraban tras avanzar a la final del Mundial. Foto: REUTERS/Carl Recine

En esta adecuación que ha tenido Messi en la etapa final de su carrera mucho tiene que ver Lionel Scaloni. Es cierto que con Alejandro Sabella estuvo muy cerca de la gloria eterna. Sin embargo, su excompañero ha dado en el clavo con los modos.

“La fórmula en sí no la tengo. Me baso en lo que yo haría si fuese su compañero. Hay que acercarse a él en el día a día, en el vestuario. Hay que empezar por tomar a Messi como una persona normal. No es solo dentro de la cancha. Es más profundo. En el desayuno, en el vestuario, en cada momento, es necesario que los jugadores se acerquen a hablar con Leo”, declaraba en 2019, al respecto del trato con el capitán de su escuadra.

Un largo periplo

Desde que Lionel Andrés Messi eligió representar a Argentina y no a España ha pasado mucha agua por debajo del puente. El astro tuvo la oportunidad de jugar con la selección europea. Sin embargo, siempre quiso defender los colores albicelestes. No pensó, claro, todo lo que tendría que pasar para alcanzar la consagración máxima. Con el trofeo bajo el brazo, de todas formas, es probable que no se arrepienta jamás de haberlo intentado tantas veces.

El 10 se quedó a las portas de un título en más de una ocasión. En las Copas América de 2007, 2015 y 2016 su equipo caía en la final. Lo mismo en la Copa del Mundo de 2014. Tras el certamen continental del centenario, Leo, por única vez, se planteó dar un paso al costado. “No se me da (...) Se terminó para mi la selección”, aseveró en aquel momento. No obstante, se lo replanteó y retornó al tiempo.

Lionel Messi celebrando su gol en frente de Louis van Gaal. Foto: Getty Images

Mientras las cosas no se le daban junto a su nación, en el Barcelona no se cansaba de sumar títulos. Eso, lejos de contentar a algunos de sus compatriotas, le valían ciertas recriminaciones, por la diferencia de rendimiento que exhibía en los momentos de definición. Con los años, eso sí, los momentos difíciles fueron quedando en el olvido.

La primera situación que cambió definitivamente su relación con los hinchas transandinos fue la Copa América de 2021. En el Maracaná, Argentina se impuso por la mínima a Brasil y logró, tras 28 años, un título. Leo Messi fue el mejor jugador en aquella competición. En la final no apareció, pero guio a los de Scaloni hacia la final, cuando las criticas no paraban de llegar y el proceso del DT parecía pender de un hilo.

El tiempo avanzó y Argentina encontró una versión mejorada de sí misma. El largo invicto, la confianza y una base solida la hicieron llegar a Qatar como favorita. Messi, emblema del equipo, mostró un nivel superlativo en la competencia. Tras el paso en falso frente a Arabia Saudita, todo fue en alza. El 10 se puso el overol y apareció en los momentos complicados. Apoyado, dicho sea de paso, por un plantel joven y con hambre de triunfar. Un grupo al que ya no le pesaban los fracasos de los años anteriores.

Diego y Leo

Con la consagración mundialista, la comparación entre Diego Maradona y Lionel Messi se vuelve a presentar. A los 10 los comparan desde que irrumpiera la Pulga, en la mitad de la primera década del siglo. Llegaron a participar de algunas campañas juntos. Sin embargo, su relación vivió un momento especial, ya que el Pelusa fue el DT de Argentina en Sudáfrica 2010. Los resultados no fueron los esperados, pero, sobre todo con la ausencia de Maradona, debido a su muerte en 2020, vuelven ese momento en otro de los emblemáticos de su bullada vida.

asda.jpg
Lionel Messi y Diego Armando Maradona. Foto: AP/Matt Dunham

Siempre que se le recriminó algo al actual capitán de la Albiceleste, quien levantó el trofeo de oro este domingo, se hacía con una comparativa, sobre todo en lo actitudinal, con el de Villa Fiorito. Mientras Messi optaba por guardar silencio, Maradona hablaba. En Qatar, eso cambió. Durante noviembre y diciembre de 2022, se vio a un Leo Messi con más voz de mando que en otras ocasiones. Que vivió su tarde más polémica ante Países Bajos, cuando encaró a quien se le parara por delante. Y porque trató de “bobo” a un rival. Una actitud, para muchos, maradoniana.

Probablemente, con el nuevo título mundial transandino, las comparaciones no paren. La trascendencia de Maradona, para muchos, va más allá de su rendimiento en el campo de juego. No obstante, en lo netamente futbolístico, es un hecho que Lionel Messi se sienta junto a él en el podio argentino. En Qatar 2022 se transformó en el jugador activo con más conquistas en Copas del Mundo, también en el máximo anotador de la Albiceleste en este tipo de competencias. Entró en la lista de jugadores con cinco mundiales en el cuerpo y, después de todo y tanto, logra su trofeo más anhelado.

Sigue en El Deportivo

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.