Los gigantes recuperan la NBA: el MVP de Joel Embiid confirma el retorno de una era olvidada

Embiid destruye el aro ante la marca de Jarret Allen. (Tim Nwachukwu/Getty Images/AFP)

El premio al camerunés como el jugador más valioso de la temporada regular, se suma a una tónica que comenzó con Giannis Antetokounmpo y Nikola Jokic. Es la primera vez desde la década de los 70 que durante cinco años la distinción va para Pívots o Ala Pívots.



Es evidente que la NBA ha sufrido cambios profundos en el juego durante las últimas décadas. La más notoria es la transformación en las ofensivas, dando con ataques más movedizos, tácticos y renovados con el recurso del triple a tal punto de que hace difícil solventar una temporada sin tiradores expertos (es cosa de preguntarle a los Lakers previo a los traspasos de Russell, Hachimura y Beasley). Por eso no fue novedad que durante gran parte del nuevo milenio las portadas y reconocimientos principales cayeran en jugadores que representaran esa nueva camada.

Sin ir más lejos, entre 2010 y 2017 los MVP de la temporada regular se repartieron entre Derrick Rose, LeBron James (dos veces), Kevin Durant, Stephen Curry (dos veces), Russell Westbrook y James Harden. Jugadores que habitan en las posiciones destinadas para los atletas más ágiles del roster (base, escolta y alero) y que en su mayoría rodean 1,90 metros de altura (solo James y Durant superan los dos metros en ese grupo). Además, si se analiza el periodo que va entre el año 1999 y 2017, solo cuatro ganadores al “Jugador Más Valioso” median más de 2,10 metros: Shaquille O’Neal, Tim Duncan (dos veces), Kevin Garnett y Dirk Nowitzki.

Algo muy distinto a lo que pasaba en los primeros años de la NBA, en donde las ofensivas estaban destinadas casi únicamente a que los hombres grandes (denominación para los basquetbolistas que se desempeñan de pívot o ala pívot) lucharan bajo la pintura, llevándose gran parte de la atención mediática. En esas décadas nacieron las leyendas de Bill Russell, Wilt Chamberlain, Kareem Abdul-Jabbar y Moses Malone. Todos sobre los 2,05 metros de altura.

Pero aquella continuidad forjada en los 2000 y potenciada en la década siguiente, se rompió en 2018. Pese a que las tácticas ofensivas siguen estando enfocadas en los tiradores y en equipos dinámicos con una gran cantidad de recursos, desde hace cinco años los hombres grandes han vuelto a tomar la corona del MVP. Ya es un lustro de monarquía. Giannis Antetokounmpo (2,13 metros) y Nikola Jokic (2,11 metros) recibieron el galardón en años consecutivos y este martes Joel Embiid (2,11 metros) continuó con el dominio de los especialistas de la pintura.

Así, es la primera vez en más de cuatro décadas que durante al menos cinco años consecutivos el MVP se lo lleva un jugador que se desempeña como pívot o ala pívot. Aquella racha se mantuvo desde 1964 a 1980 y solo se rompió con la consagración de Julius Erving tras promediar 24.6 puntos, 8 rebotes, 4.4 asistencias, 2.1 robos de balón y 1.8 tapones. Durante los 16 años que se mantuvo el dominio de los “grandes” el premio se lo llevaron Bill Russell, Wilt Chamberlain (tres veces), Wes Unseld, Willis Reed, Kareem Abdul-Jabbar (seis veces), Dave Cowens, Bob McAdoo, Bill Walton y Moses Malone.

Después de eso ya vendría una época que iría dejando de lado a los pívots en la batalla por el premio al mejor jugador del año, ya que recién volverían a reinar a mediados de los 90 con los MVP de Hakeem Olajuwon y David Robinson, luego de que estrellas como Larry Bird, Magic Johnson y Michael Jordan revolucionaran el juego.

(AP Photo/Tony Gutierrez)

El año de Embiid

Nacido en Camerún, Embiid soñaba con jugar voleibol, pero un campamento de Luc Mbah a Moute, ex jugador africano de Los Ángeles Clippers, le dio la chance de viajar a Estados Unidos para dedicarse al básquetbol. En Norteamérica realizó sus etapas formativas y fue seleccionado en el puesto tres del draft de 2014 por los Philadelphia 76ers.

En la franquicia de Allen Iverson (MVP en 2001 con 1,83 metros de altura) ha disputado toda su carrera, logrando transformarse en jugador estrella y comandar a un equipo que no ha logrado llegar a las finales de la NBA, pero que es uno de los protagonistas de la temporada regular y los playoffs. Además, venía peleando por el MVP desde hace un par de años, siendo este 2023 la primera vez que gana el The Michael Jordan Trophy.

Ahora, con 29 años, se encuentra en las semifinales del Este, peleando por el que sería su primer anillo. Un logro que lo podría transformar en el décimo jugador en la historia de la NBA que gana el MVP de la temporada regular y el MVP de las Finales en el mismo año. ¿El último en lograrlo? LeBron James en 2013.

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