Novak Djokovic busca ser más grande que Rafael Nadal

Djokovic va por su décimo Australian Open este domingo. (REUTERS/Hannah Mckay)

Si el serbio derrota mañana a Stefanos Tsitsipas (4°) en la final del Australian Open, alcanzará su 22° Grand Slam, volverá a ser número uno del mundo y pasará a ser el jugador activo con más títulos ganados, superando al español. Esos registros lo reinstalarán en lo más alto de la historia del deporte blanco.



Novak Djokovic (5°) grita con fuerza desde el centro de la pista celeste de la Rod Laver Arena. Muestra ira al mundo, pero también hambre. Esas parecen ser las fuerzas que mueven al serbio. Por un lado, esa energía descomunal para romper al adversario y, por otro, esa insistencia continua por ser el mejor de todos. Energías que, si bien no les gustan a todos, lo tienen nuevamente a un paso de hacer historia.

Y es nuevamente en Australia, el lugar más importante de una carrera en la que ha celebrado más de 90 títulos, con pocas alegrías más importantes que las que ha conseguido en Melbourne. A estas alturas, un vínculo inquebrantable (no por nada lleva 27 partidos consecutivos ganando en el Open oceánico), que mañana podría escribir su episodio más soñado.

Djokovic no se juega solo una final. Se juega su reencuentro con el techo del tenis. Si gana su décimo Australian Open, batirá nuevas marcas y Rafael Nadal (2°) ya no podrá verlo desde arriba. Si derrota a Stefanos Tsitsipas (4°), este domingo (05:30 horas en Chile), igualará al español con 22 títulos de Grand Slam y lo superará con 93 torneos ganados a nivel ATP. De paso compartirá junto al balear la etiqueta de ser los únicos jugadores masculinos con 10 o más trofeos de un mismo torneo de los cuatro grandes del calendario.

El cambio de mando llegaría justo en un momento bisagra en las carreras de ambos. Mientras Nadal cayó en segunda ronda, sufrió una lesión en la pierna izquierda y volvió a pensar en el retiro (“el vaso se está llenando”, advirtió), Nole parece haber tenido un nuevo resurgir en el circuito. Después de un año en que no pudo viajar a Australia, llegando a protagonizar un escándalo, y en que se quedó sin disputar más de 10.000 puntos para el ranking por las restricciones relativas al Covid-19, 2023 ha comenzado de la mejor manera posible.

Aprovechando el impulso del gran cierre que tuvo el año pasado (consiguió dos títulos), el serbio sigue invicto en la actual temporada. Ganó el trofeo en el ATP 250 de Adelaida y ahora se instala en la final del certamen más importante de la gira habiendo perdido solo un set en todo el torneo. Eliminó en parciales corridos a gigantes de la talla de Dimitrov (28°), De Miñaur (24°), Rublev (6°) y Tommy Paul (35°). El norteamericano fue su víctima en las semifinales, al ser derrotado por 7-5, 6-1 y 6-2.

Una lucha por el número uno

Lo que pasó en la final del US Open 2022 se replicará en la definición del título en Australia. El ganador será el nuevo número uno del mundo. Así lo consiguió Alcaraz cuando venció a Ruud en Nueva York. Y lo logrará Djokovic o Tsitsipas en Melbourne. Si lo realiza el balcánico, trepará otro escalón en la búsqueda del sitial más alto de la historia.

El griego, por su parte, está decidido a negarle esa opción. Ya pasó por la decepción de perder un título de Grand Slam ante Nole y no está dispuesto a repetir la sensación. Dice, incluso, que está más preparado que aquella vez en París, en la final de Roland Garros 2021, un encuentro al que el serbio llegó tras eliminar a Nadal en semifinales y en el cual el helénico tuvo su primera experiencia en una definición de un Grand Slam.

El resultado fue una remontada épica de Djokovic, quien levantó dos sets en contra y logró festejar su segundo título en el polvo de ladrillo parisino, un encuentro para la historia, aunque el ganador lo haya olvidado hace una semana, en una rueda de prensa. “¿Ha jugado alguna final de Grand Slam?”, preguntó sobre Tsitsipas antes de los cuartos de final. Un error fortuito para algunos. Un juego mental para otros.

El campeón multifacético

Si Nole consigue su vigésimo segundo Grand Slam y su 93º título como profesional quedará en lo más alto del tenis. Empatado con Nadal en grandes y superándolo en cantidad de títulos totales, Masters 1000 y ATP Finals, el serbio pasaría a ser el jugador activo más completo en cuanto a consagraciones.

No es el único galón. También el único jugador en la historia en ganar todos los Masters 1000 al menos en dos ocasiones, muestra de su gran capacidad de liderar los eventos sin importar la superficie. Tiene ocho títulos en césped, siete de ellos en Wimbledon. En arcilla suma 18, entre los que están sus dos Roland Garros y 11 Masters 1000. Si la discusión se gira en torno a las superficies duras hay que distinguir torneos en pista cubierta y a estadio abierto. En esta primera subclase suma 15, entre los que destacan principalmente sus seis ATP Finals. En outdoor es donde más ha ganado: 51 campeonatos.

Ahí, Australia tiene un valor especial gracias a sus nueve celebraciones. Pueden llegar a ser diez. La lógica valida la aspiración. Y un dato, también: cada vez que disputó al menos las semifinales en Melbourne, salió campeón. Tsitsipas busca romper esas estadísticas. Y arrancarle una página a la leyenda.

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