Santiago Escobar: el drama que marca la vida del nuevo técnico azul

Foto: Redes Sociales de Atlético Nacional

El nuevo adiestrador de Universidad de Chile tiene una existencia marcada por la tragedia; su madre murió de leucemia, su hermano fue asesinado tras marcar un autogol en el Mundial de 1994 y a él se le diagnóstico cáncer el año pasado. Sin embargo, su paso por Ecuador -donde conoció a Luis Roggiero- y su forma de liderazgo, lo tienen en Chile para devolverle a la U la gloria pasada,



Las calles de Medellín siempre fueron una cancha de fútbol para el nuevo técnico de Universidad de Chile, Santiago Escobar.

Nacido el 13 de enero de 1964, tiene 57 años, el colombiano recuerda su niñez como una eterna pichanga y todo gracias a una familia numerosa que contaba con cuatro hermanos. “Tuve una infancia feliz, donde jugábamos fútbol en todas partes, en la calle, en el colegio, donde fuera”, rememoró en una entrevista con Retratos Canal Digital.

Por lo tanto no fue extraño que muy pronto fichara por el Atlético Nacional y comenzara una carrera que lo llevó a vestir varias camisetas del fútbol cafetero. Sin embargo, su trayectoria no fue tan brillante como la de su hermano, Andrés, quien no sólo fue campeón con el Atlético, también fue nominado para ir al Mundial de Estados Unidos en 1994.

Alegría que venía a cerrar un poco la herida que les provocó la repentina partida de su madre, Beatriz Saldarriaga, producto de una leucemia, pero que muy pronto les provocaría un nuevo dolor irreparable: A los caribeños no les fue bien en la cita planetaria y Andrés tuvo la mala fortuna de marcar un gol en su propio arco en la derrota ante los locales por 2-1.

Error que le costó la vida el 2 de julio de ese año, cuando fue asesinado de seis tiros en el estacionamiento de una discoteca de Medellín. “Fue un golpe a nivel personal muy duro, el dolor más grande que he sentido en mi vida”, reveló Santiago y agregó que eso lo alejó del fútbol profesional por un tiempo.

Tras pasar cinco años alejado de las canchas, volvió para formar niños en una academia de su país natal y tras estudiar para ser un director técnico, debutó como tal en 1998 en Deportivo Rionegro de la Primera B y eso lo llevó a ser asistente de Luis Fernando Suárez en su querido Atlético Nacional.

Más, quería demostrarse que podía estar solo al mando de un equipo y así llegó su primera vuelta olímpica, cuando emigró a Venezuela y ganó el Apertura 2001 con Estudiantes de Mérida. Y pudo quedarse en ese país mucho tiempo, pero los Verdes lo llamaron de nuevo y el 2005 alzó la Copa del Apertura.

Deportivo Pasto, Once Caldas, Junior e Independiente de Medellín también lo tuvieron en su banca y el 2009, nuevamente sale al extranjero para ganar la Copa Aerosur con Bolivar. Más no le fue bien en la escuadra altiplánica y volvió al Atlético y allí ganó su último título como estratega: Apertura 2011 del torneo colombiano.

Pero lo de quedarse mucho tiempo en un equipo no es lo de Escobar y nuevamente comenzaría el peregrinaje el 2012 y su salida a Ecuador el 2017 sería clave, porque mientras dirigió al Deportivo Táchira y luego a la Universidad Católica de ese país, logró el reconocimiento del actual gerente deportivo de los azules, Luis Roggiero.

El mismo que hoy lo trajo al CDA y que cree en su forma de liderazgo. “No tengo que hablar, debo comportarme bien. No se puede hablar una cosa y actuar diferente... Si les pido a mis jugadores que leguen a un horario y yo no estoy en ese horario: ¿cómo me van a cumplir en la cancha?”, explicó su filosofía el nuevo dueño del buzo del Romántico Viajero.

El mismo que en diciembre del año pasado fue diagnosticado con cáncer a la próstata y que tras cinco meses de tratamiento, pudo volver a su antiguo empleo en la UC ecuatoriana. “Terminé mi proceso de radioterapia y recibí autorización para viajar. Todo va bien, pero hay que esperar los resultados, las noticias son positivas porque el organismo respondió bien”, aseguró a mediados de este año.

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