Santiago Wanderers condena el ataque a la casa de su presidente y anuncia apoyo a la investigación
Después del empate entre los porteños y O'Higgins, desconocidos detonaron explosivos frente a la casa de Rafael González.
Santiago Wanderers condena el ataque al domicilio de su presidente, Rafael González, y anuncia que colaborará con la investigación para determinar a los responsables de la detonación de elementos explosivos después del empate entre la escuadra porteña y O’Higgins. El equipo de Valparaíso cierra la tabla de posiciones y no ha sumado triunfos en la actual temporada, lo que molesta a los fanáticos y ya le costó la salida a Ronald Fuentes de la banca.
El club caturro se refirió a la situación a través de un comunicado publicado en sus plataformas oficiales. “Santiago Wanderers desea expresar su más profundo rechazo a los actos de violencia que, en horas de esta tarde/noche se produjeron en la vivienda de nuestro presidente Rafael González Camus, luego de que un grupo indeterminado de personas hicieron explotar un fuego artificial que generó daños en el frontis e interior de la vivienda, además de un episodio de amenazas e insultos sufridos el día de ayer por la familia, al interior del domicilio, una vez finalizado el partido disputado ante O’Higgins de Rancagua”, explica.
Apoyo a la investigación
“Como parte fundamental del patrimonio social y cultural de Valparaíso, condenamos absolutamente este tipo de prácticas, que son contrarias a los valores institucionales y deportivos inculcados en los más de 128 años de historia de Santiago Wanderers”, insiste.
En ese contexto, el club se pone a disposición de las autoridades. “En virtud de los hechos expuestos, todos los antecedentes serán puestos a disposición de los organismos pertinentes, con el fin de hacer efectivas las responsabilidades tanto de las personas involucradas en estos actos como la de todos aquellos que han incitado y promovido reiteradamente, a través de redes sociales y otros medios de comunicación, comportamientos de violencia”, añade.
“En ningún caso se avalarán criterios que se funden en la violencia, la hostilidad, las amenazas y el amedrentamiento como herramienta para conseguir sus fines”, concluye.
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