Con Ben “hablando como chileno” y rompiendo el hielo con la Generación Dorada: la reconstrucción del camarín de la Roja que apunta al Mundial 2026

El plan de Eduardo Berizzo para llevar a la Roja al Mundial 2026 entró en fase decisiva. Hace varios meses, luego de reuniones con Rodrigo Robles, el gerente de selecciones, el argentino dejó en claro que la fecha FIFA que actualmente se está disputando, la última de cara al debut en las Eliminatorias, sería fundamental de cara al proceso que busca meter a Chile en el certamen que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá. Quedar por tercera vez consecutiva en el camino no está permitido. Más considerando que la Conmebol recibió una extensión en sus cupos (pasó de 4,5 a 6,5) para la cita que reúne a las mejores selecciones del mundo.

En la hoja de ruta de Berizzo existían una serie de factores que se debían trabajar con urgencia. El DT ya tenía un panorama más amplio, considerando que había dirigido una serie de encuentros amistosos, que más de un dolor de cabeza le provocaron por los negativos resultados que fueron cuestionando su mandato. Por lo mismo, pidió (casi a modo de exigencia) que los partidos amistosos que se llevarían adelante en junio se realizaran en Chile. ¿La razón? Poder compartir la mayor cantidad de días posibles con el grupo de seleccionados en Juan Pinto Durán. Además, que estos últimos recibieran el cariño de la gente para volver a reencantarse con una camiseta que hace mucho tiempo no sabe de alegrías.

Lo que más le preocupaba a Berizzo era poder reconstruir un camarín que poco a poco fue desarmándose durante los últimos años. Por lo mismo, conversó previamente con los jugadores para que se integraran lo antes posible al Equipo de Todos. El 7 de junio, incluso antes que lo exigiera la fecha FIFA, varios futbolistas se sumaron a los trabajos de Quilín. Dejaron de lado sus vacaciones para enfrentar la última prueba de cara al debut frente a Uruguay, en Montevideo. Marcelo Núñez, Ben Brereton y hasta el propio Gary Medel interrumpieron sus descansos. Por lo mismo, molestó tanto en el cuerpo técnico que Claudio Bravo se borrase para viajar junto a su familia a Dubai. Su presencia para los futuros compromisos está en duda.

“El compromiso ha sido muy alto. Me gustaría hablar más de los presentes, de los que están. Acá hay jugadores que terminaron de competir hace 10 días, otros que terminaron sus contratos y que arriesgaron para estar acá. El compromiso es absoluto y es lo que yo quiero ver en mis futbolistas”, manifestó Berizzo en el arribo de los futbolistas.

Más allá de la categoría de los rivales (Cuba, República Dominicana y Bolivia), que bajo ninguna manera se presentaban como una amenaza para la Selección, salvo el elenco sudamericano por ser un rival directo para meterse en el Mundial, Berizzo buscaba de entrada romper ese respeto excesivo que existía sobre los jugadores que aún quedan de la Generación Dorada. En sus análisis, el Toto ya se había percatado que durante los amistosos, los nuevos valores de la Selección preferían entregarle el balón a los más experimentados pensando en que estos últimos podrían resolver de mejor manera la jugada. “Berizzo lo que busca es que los nuevos jóvenes se den cuenta que son la nueva cara de la Roja. Ellos tienen que asumir la responsabilidad y la presión”, dicen desde Juan Pinto Durán.

Por lo mismo, el DT se ha encargado durante este periodo de resaltar la figura de los de la Generación Dorada como pilares por su experiencia, pero que sin duda irán quedando en el camino durante las Eliminatorias. La edad, los problemas físicos y la continuidad comenzarán a pasar la cuenta. Vidal y Medel lo tienen claro. Estos dos son los que más han motivado a los jóvenes a asumir responsabilidad.

“Estamos en una etapa los más grandes de apoyar a los más jóvenes. Va a ser muy importante en esta Eliminatoria de aquí en adelante que los jóvenes entren lo más rápido posible en este proceso, porque lo necesitamos. Nuestro peak ya pasó, sabemos que cada vez nos cuesta más pero si ellos nos acompañan podemos lograr cosas importantes”, dijo el Rey.

Frente a República Dominicana, por ejemplo, Vidal dio una potente señal. Dejó de lado el penal que le tocaba servir para entregárselo a Bruno Barticciotto, una de las cartas jóvenes que evalúa Berizzo. “Creo que lo que necesitamos es que los más jóvenes sientan esa responsabilidad, esa presión. El penal a mi no me cambiaba nada, a él mucho su futuro, su forma de pensar en la selección y sentir el cariño del público”, manifestó el Rey.

En el día a día de Juan Pinto Durán, los jugadores se relacionan y crean lazos. Juegan pool, conversan mucho en la cena, comparten partidos de playstation o hasta se dan tips de rutinas en el gimnasio. Uno que ha tomado un rol protagónico es Ben Brereton, el delantero que anotó un triplete frente República Dominicana. “Está más empoderado. Es una persona muy carismática y sencilla y eso lo irradia. Ya empezó a hablar en español y se está soltando. Son ganadores”, dicen desde Quilín. “Ya está hablando como chileno”, agrega otro integrante de la Roja.

Ben, por su parte, integra a los más jóvenes como Bruno Barticciotto. Asume que ya no es la cara nueva de un plantel que busca destacar a nivel mundial. Por lo mismo, alabó al delantero de Palestino tras su doblete frente a República Dominicana. “Es un gran jugador, es increíble que haya anotado dos goles en su debut. Estoy contento por él”.

En sus análisis, Berizzo no ha dejado de destacar la nueva atmósfera que se percibe en la Selección. “Estamos encontrando una manera de jugar, mucha presión en el campo rival, no lo dejamos jugar, quitamos muchos balones. El análisis es que vamos de menos a más, hemos jugado muy buenos partidos”, ha comentado Berizzo.

Berizzo rearma un camarín pensando en el Mundial 2026. Con Brereton como protagonista, y con la Generación Dorada cediendo poco a poco el poder, la Selección Chilena se ilusiona con poder levantar un conjunto de futbolistas que sea capaces de soportar el peso de unas Eliminatorias que siempre han sido complejas para la Roja.