El impacto de la instalación artística de tres balancines en la frontera de EE.UU. y México

Dos profesores de arquitectura planearon una acción en el muro fronterizo como crítica a la política migratoria estadonunidense. La obra fue aplaudida en todo el mundo y reavivó el escepticismo hacia el plan del Presidente Donald Trump de construir un muro a lo largo de los 3.200 km de frontera.


Miles de personas en las últimas horas compartían esta semana en redes sociales las imágenes y videos de niños y adultos jugando en tres balancines rosados en la frontera entre Estados Unidos y México. La instalación artística ideada por dos profesores de arquitectura revolucionó la vida de los habitantes de la ciudad estadounidense Sunland Park, en Nuevo México, y de la Ciudad Juárez, en México. Por un momento el muro fronterizo parecía más un lugar de encuentro y diversión que una barrera que limita el contacto entre quienes viven a cada lado.

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FOTO: REUTERS[/caption]

Intentando borrar de alguna manera la línea fronteriza entre Estados Unidos y México -que ha sido una de las principales preocupaciones en materia migratoria del Presidente Donald Trump-, el profesor de arquitectura en la Universidad de Berkeley de California, Ronald Rael, junto con Virgina San Fratello, profesora de diseño en la Universidad de San José, desarrollaron la instalación de balancines por casi una década como una respuesta crítica a la política migratoria estadonunidense y a los planes de Trump de construir un muro a lo largo de 3.200 kilómetros limítrofes entre ambos países. Además, la separación de las familias en la frontera, así como centros de detención repletos de menores de edad sin algunas condiciones básicas, han sido unos de los principales dolores de cabeza del mandatario y han suscitado fuertes presiones en la Casa Blanca.

"El muro se convirtió en un punto de apoyo literal para las relaciones entre Estados Unidos y México y entre los niños y adultos que se conectaron de manera significativa en ambos lados con el reconocimiento de que las acciones que tienen lugar en un lado tienen una consecuencia directa en el otro lado", escribió el profesor Rael en su cuenta de Instagram junto al video de niños balanceándose.

Tras el estreno de los balancines el lunes, expertos, activistas y celebridades elogiaron la instalación que se convirtió en tendencia este martes en redes sociales. Tanto la UNICEF como el Centro de Refugiados e Inmigrantes para la Educación y Servicios Legales (RAICES) con sede en Texas aplaudieron el montaje y lo calificaron como un poderoso vehículo para el cambio. Las imágenes también llegaron a los candidatos presidenciales para 2020. "El simbolismo del balancín es simplemente mágico", escribió Claudia Tristan, directora de mensajes Latinx del precandidato presidencial demócrata Beto O'Rourke, nacido en El Paso, Texas.

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FOTO: AFP[/caption]

El alcalde de Sunland Park, Javier Perea, también se mostró receptivo con la acción artística y señaló a The New York Times que "esto muestra creatividad para aprovechar al máximo el muro construido entre nosotros, y muestra el hecho de que las personas viven a lo largo de la frontera y se llevan bastante bien a pesar del muro".

"Esto es increíblemente importante en un momento en que las relaciones entre las personas de ambos lados están siendo cortadas por el muro y la política del muro. El muro y la política desafortunada del muro, no solo separan países, sino regiones, ciudades, vecindarios, familias y, más recientemente, la separación de los niños de sus padres ", contaron los creadores de la instalación a la revista Forbes.

"Hay buenas relaciones entre la gente de México y Estados Unidos, y usar el balancín demuestra que somos iguales y que podemos jugar juntos y divertirnos ", dijo Rael a la agencia de noticias Ruptly. "Pero también que el muro corta la relación entre nosotros. Mire, lo que sucede en un lugar tiene un impacto en el otro y eso es lo que hace un balancín, exactamente eso", advirtió el creador.

Ante el fuerte impacto mundial que generó esta acción, el profesor de la Universidad de Berkeley no descarta que junto a San Fratello, vuelvan a poner balancines o llevar a cabo otro tipo de instalación en el muro, según detalla El País. Entre las otras alternativas para desarrollar a lo largo de los 900 kilómetros de barrera construida entre ambos países, se detallan en el libro de Ronald Rael Borderwall as Architecture: A Manifesto for the U.S.-Mexico Boundary (2017) una mesa incrustada en alguna valla para que los ciudadanos puedan celebrar una comida, o también  la construcción de una casa que en su interior sea separada por el muro. Además, The New York Times detalla que los arquitectos también diseñaron una intervención de "Burrito Wall" que permitiría insertar un carrito de comida en el muro fronterizo, y un "Wildlife Wall" con espacios para garantizar la "libre circulación de especies en peligro de extinción entre México y Estados Unidos".

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