El llamado de atención de Tohá a Maisa Rojas por su manejo en el caso Zalaquett

La tarde de este miércoles no fue fácil para los ministros en el Congreso. Mientras el Presidente Gabriel Boric retornaba de su gira en Coquimbo, los integrantes del gabinete debieron sortear acaloradas conversaciones en Valparaíso, la más compleja de todas la de la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, luego de que informara -a través de Lobby- de una tercera reunión en la casa de Pablo Zalaquett -antes había dicho que fueron dos-.

La nueva versión de la secretaria de Estado provocó la furia de los diputados, oficialistas y de oposición, que aseguraron que perdió la confianza y la excluyeron del debate legislativo.

Por ello, cuando Rojas apareció en la oficina de la Segpres del Congreso después de la comisión, conversó con la ministra del Interior, Carolina Tohá, y el ministro Álvaro Elizalde. En ese encuentro le preguntaron cómo había sido la presentación. La ministra contó que los miembros de la Comisión de Medio Ambiente habían suspendido la sesión en señal de molestia por no haber revelado antes que acudió a más de una cita con Zalaquett.

Fuentes de gobierno aseguran que la titular de Interior -quien la semana pasada hizo público el listado de 20 empresarios con los que también se reunió en la casa del exalcalde UDI- le hizo ver a Rojas sus críticas a la forma en que ha manejado el tema. La principal crítica de la jefa de gabinete y del gobierno es que la secretaria de Estado ha ido entregando información parcelada, lo que ha mantenido abiertos los flancos del gobierno luego de que se conociera que seis ministros estuvieron en esos encuentros. La semana pasada Rojas también sorprendió al sostener públicamente que no sabía que Zalaquett era lobbista, lo que también fue mal evaluado por la jefa de gabinete.

La molestia del Presidente con los ministros involucrados en el caso Zalaquett -en especial Rojas y el ministro de Economía, Nicolás Grau- venía desde la semana pasada por el mal manejo comunicacional para transparentar sus reuniones y transmitir información a goteo.

Ello provocó que Boric llamara personalmente el jueves de la semana pasada a todos los integrantes del gabinete que estuvieron donde Zalaquett para decirles que revaluaran si debían registrar las reuniones por Lobby y que transparentaran las listas de invitados. Quienes conocieron el tenor de las conversaciones dicen que el Mandatario fue explícito en que debían actuar con transparencia y celeridad.

En ese momento el Jefe de Estado ya estaba en conocimiento de que Rojas había cometido un error y le manifestó su molestia, ya que el equipo que ha estado supervisando el tema -compuesto por Tohá, Elizalde, Camila Vallejo y Luis Cordero- ya había pedido todos los antecedentes del caso.

Pero la molestia no fue solo por la información que llegó a goteo, sino que también por el despliegue comunicacional de la ambientalista, ya que consideran que es la que peor se ha manejado ante la crisis. Un ejemplo de ello es cuando, el jueves pasado, aseguró que desconocía que Zalaquett era lobbista, lo que desató cuestionamientos en el mundo político. Ello provocó también que la Secretaría de Comunicaciones (Secom), liderada por Pablo Paredes, se comunicara con la secretaria de Estado para realizarle sugerencias y limitar sus apariciones.

En esa misma jornada La Moneda optó por cancelar una entrevista en CNN y sacar a la ministra del “Gobierno Informa”, que coordina la Segegob, por permisología -uno de los proyectos más importantes de Rojas- de ese día. En su reemplazo enviaron al subsecretario de su cartera, Maximiliano Proaño, quien es militante de Convergencia Social y uno de los mejores amigos del Presidente Boric, por lo que también la comunicación entre ambos para abordar la situación de la cartera es más fluida. Pero ese día debió salir a defender a su ministra e incluso dijo que le parecía creíble su versión.

El enojo del Jefe de Estado con sus ministros en todo caso fue escalando. Ese malestar lo evidenció en el cónclave de Cerro Castillo del viernes pasado, en el que participaron los presidentes de los 10 partidos del oficialismo. En un momento de distensión uno de los presentes realizó una broma sobre las reuniones donde Zalaquett, lo que no le gustó al Mandatario. “No es chistoso”, dijo tajante.

Durante esta semana los errores continuaron. Pese a que la instrucción de Boric fue registrar las reuniones -si es que lo estimaban pertinente- en Lobby y responder a Contraloría con brevedad, los ministros tardaron más días de lo que esperaban. Recién ayer la ministra Rojas subió su información y sorprendió. En el comité político no entendieron cómo no había advertido la situación la semana pasada a los parlamentarios para evitar el incendio que se generó.

En todo caso, la situación de la ministra también es delicada al interior de su cartera. Fuentes de su ministerio aseguran que la ambientalista no informó a sus equipos sobre la reunión donde Zalaquett y que hay un desgaste notorio en su gestión.

Pese a todo, Rojas no es la única que ha tenido complicaciones durante esta semana. El titular de Energía, Diego Pardow, ha recibido duras recriminaciones en el Congreso por parte del oficialismo y oposición por el alza de las tarifas de la luz, aunque en La Moneda aseguran que no hay molestia de Boric, ya que el secretario de Estado llegó el martes de la semana a la oficina del Mandatario para advertirle del problema en el que también tenía que intervenir

La ministra de Salud, Ximena Aguilera, también ha tenido dificultades en el Parlamento. Este martes la comisión en el Senado rechazó el artículo que permitía el alza a los precios base de las isapres, lo que no estaba en los planes de la jefa de la cartera y tampoco de la Segpres.