“No tenía nada que envidiarle a Bielsa o Sampaoli, pero la gente es malagradecida”: el dolor por la muerte de Sulantay reivindica el legado del padre de la Generación Dorada

José Sulantay, en un encuentro con Marcelo Bielsa (Foto: Archivo Copesa)

El fallecido DT fue determinante en la etapa juvenil de jugadores como Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Gary Medel, Matías Fernández y Mauricio Isla, entre otros ilustres. Bajo su mando, la Roja Sub 20 consiguió en 2007 una de las mejores actuaciones chilenas en una Copa del Mundo. Hoy lloran su partida, mientras técnicos nacionales, como Hernán Clavito Godoy, alegan poco reconocimiento hacia su figura.


La muerte de José Sulantay entristeció al fútbol chileno. El Negro se ganó un espacio en la historia en el balompié nacional. No solo por su inconfundible personalidad ni por la cercanía que mostraba con todos sus interlocutores. También por una situación objetiva e indesmentible: realizó un aporte decisivo al contribuir en forma determinante a la formación de la Generación Dorada, el equipo más exitoso que ha tenido la Selección. Por sus manos pasaron varios de los pilares de ese plantel. En el Mundial de Canadá, en 2007, juntó a Arturo Vidal, Mauricio Isla, Gary Medel y Alexis Sánchez. Dos años antes, en Países Bajos, ya había impulsado a Gonzalo Jara, Marcelo Díaz, Matías Fernández, Carlos Carmona, Pedro Morales y José Pedro Fuenzalida. Esos nombres fueron la base de los plantes que brillaron de la mano de Marcelo Bielsa, Jorge Sampaoli y Juan Antonio Pizzi y clasificaron a los mundiales de Sudáfrica y Brasil, además de levantar la Copa América en 2015 y la Centenario al año siguiente.

El fútbol nacional está golpeado por la noticia. La ANFP, de hecho, decretó duelo oficial por tres días. Habrá banderas a media asta y minuto de silencio en todos los encuentros de la próxima fecha. Entre quienes fueron sus amigos, el pesar traspasa el protocolo. Y la valoración de su legado se transforma en una exigencia. “Éramos como hermanos, lo he llorado muchísimo”, dice, por ejemplo, el también legendario Hernán Godoy. “Fuimos pioneros en el fútbol de este país, no tenemos nada que envidiarle a Bielsa o Sampaoli. Pero la gente acá en Chile es malagradecida. Ahora lloran a José (Sulantay), pero nadie lo ayudó. Fue un excelente amigo, un gran padre de familia y un tremendo entrenador. Era más que un hermano para mí, jugamos juntos en el extranjero. Hablar ahora, cuando la gente está muerta, no vale la pena. Así somos un Chile”, reclama Clavito.

Consecuencia y valor

Leonardo Véliz guarda una especial consideración por el nortino. “Estoy muy triste. Con el Negro tuvimos una buena relación profesional. Era un hombre bondadoso. Me lo contaba Clavito. Un pan de Dios. Cuando jugaba, lo pateaban y se levantaba sin responder. Un caballero. Acá hay un hombre bondadoso y consecuente. Con sus ideas, con lo que sabía. No era cualquier entrenador. El sabía que el fútbol tenía que ir por otro carril. Se le presentó esta ocasión con la Sub 20. Ahí pensamos que nunca había dirigido en divisiones menores. Pero con sapiencia lo llevó al tercer lugar del Mundial, con un grupo difícil de manejar”, establece.

Sin embargo, lo que más valora el Pollo es su consecuencia. “Después se enfrentó con el poder de turno, con Harold y quedó a la deriva, fuera. Yo siempre conté con él. Lo quería sumar en mi proyecto en la época de Reinaldo Sánchez. A Alberto Quintano le ofrecí un proyecto en el que lo incluía. No prosperó. Sulantay se enfrentó al poder porque tenía independencia económica. También lo recordaré por eso”, manifiesta.

Pedro González, quien estuvo a cargo de Sulantay, coincide en las consideraciones humanas, pero resalta las futbolísticas. “Sulantay dejó un legado en el fútbol y en todos los equipos que estuvo le fue bien. Cobreloa estuvo muchas fechas invicto, Coquimbo Unido como 12 o 15 jornadas. Pueden cambiar los métodos pero el fútbol es el mismo”, remarca el Heidi. Y pone un ejemplo concreto: “Siempre disponía de una marca especial al mejor jugador del rival, para anularlo, como Leo Rodríguez por darte un nombre. Cuando estaba en Coquimbo Unido nos pedía presionar desde el primer minuto. Nos decía que el que no corría, no jugaba. A mí una vez me hizo entrar a los 15 minutos y me sacó a la media hora, porque no corría”, recuerda respecto de principios que el DT aplicaba en los inicios de los años noventa.

Esta imagen enmarcada de Marcelo Bielsa y José Sulantay adornaba la casa del fallecido técnico chileno.
Esta imagen enmarcada de Marcelo Bielsa y José Sulantay adornaba la casa del fallecido técnico chileno. Foto: Archivo Copesa

Pedro Morales destaca lo fundamentales que fueron sus enseñanzas. “Su carácter me marcó para llevar esos comienzos. Lo conocimos cuando éramos cabros. Los retos eran importantes, la forma de dirigirse a nosotros. Marcaba diferencias en el respeto al entrenador”, recuerda. La relación era constante. “Viajaba todas las semanas a entrenar con él. Con Gonzalo Jara, Carlos Espinoza, Edzon Riquelme. Entrenábamos bajo presión. Eso me sirvió mucho para mejorar el nivel, la concentración. Tuve la suerte. Era duro, pero uno lo tomaba como quería. Sus charlas eran bastante fuertes, harto reto. Eso me ayudó mucho a saber a lo que íbamos cuando fuéramos profesionales. Ya tenía incorporado cómo eran los entrenadores. No fue problema. Al contrario. Finalmente, el ex volante de la U, el Dinamo Zagreb y Colo Colo reclamaba una deuda de gratitud hacia el DT. “En Chile faltó un reconocimiento en vida hacia él. Un galardón, una camiseta, un homenaje a estadio lleno. Él formó a las generaciones. No reconocerlo en vida estuvo bastante bastante mal”, concluye.

Cómo llegó a hacer historia

El coquimbano se desempeñó como jugador en la década del ‘60 en el balompié nacional. Además, sumó pasos por El Salvador y Guatemala. Su amplia carrera como futbolista profesional también la replicó como entrenador: estuvo activo casi 40 años y sumó varios pasos por Coquimbo Unido, Deportes La Serena y Cobreloa. A los loínos los condujo al título nacional en 1992.

Sin embargo, a comienzos de este milenio se adentró en la etapa formativa, con resultados que Chile todavía puede disfrutar en la actualidad. En una conversación con El Deportivo, en abril de 2022, Sulantay admitió quién fue el responsable de este giro en su trabajo: Todo partió con una conversación con Reinaldo Sánchez, quien era en ese entonces el presidente de la ANFP. Tengo la impresión de que mi estilo, mi forma de trabajo y mis resultados encajaban en sus planes. Un día me citó, conversamos y se concretó mi llegada”, comenzó diciendo el DT.

El Negro, como le apodan, reconoció que siempre las cualidades de los futbolistas jóvenes le interesaron: “Siempre he pensado que los jugadores jóvenes son más receptivos y por lo tanto es más fácil traspasarles y finalmente convencerlos de la idea futbolística”.

De esta forma, durante su mando en las selecciones Sub-15, Sub-17 y Sub-20 pasaron nombres que, con los años, fueron protagonistas de las páginas más gloriosas en la historia de la Roja: Alexis Sánchez, Arturo Vidal, Matías Fernández, Gary Medel, Mauricio Isla, fueron solo algunos de las figuras que recibieron sus órdenes.

Alexis Sánchez y José Sulantay
José Sulantay con Alexis Sánchez, en una práctica durante el Mundial Sub 20 de Canadá 2007. Foto: Pedro Rodríguez, La Tercera.

Don Sula confesó cómo fue su primer acercamiento a algunos jugadores que hoy son estrellas del combinado adulto. “Recuerdo haber ido una vez a ver un entrenamiento de Colo Colo. Me habían recomendado mucho a Cristóbal Jorquera. Pero ese día, el que más me llamó la atención fue el 14, Arturo Vidal. Bravo, con personalidad, polifuncional. ‘Este, a ojos cerrados’, dije”, comentó sobre el actual futbolista del Athletico Paranaense. “Siempre me gustó Isla. Rendía donde lo ponía. Medel era bravo, de buena técnica. A todos los fui a ver entrenar o jugar antes de llamarlos”, declaró en referencia al Pitbull y el Huaso.

Una etapa gloriosa

Sulantay tomó la conducción de la Roja Sub-20 en el Sudamericano de Colombia 2005. En tierras cafetaleras, con nombres en buen nivel como Mati Fernández, Chapa Fuenzalida y Juan Gonzalo Lorca, el equipo acabó cuarto en el torneo, con lo que obtuvo los boletos para asistir al Mundial de Holanda. En la cita planetaria alcanzaron los octavos de final, instancia en la que cayeron ante el combinado dueño de casa.

Dos años después, el coquimbano superó su propio registro y construyó un proceso inolvidable para nuestro fútbol. “No hablo de generación, y menos dorada, como si todo fue por obra de la suerte. Me quedo con todo el trabajo que hice para lograr lo que me propuse. Por los resultados obtenidos, este grupo es lejos el más destacado. Ninguna selección ha llegado tan lejos, ni ha ganado tanto dinero y prestigio como esta”, declaró el DT sobre la Roja Sub-20 del año 2007.

Ese equipo efectuó un impecable Sudamericano en Paraguay, en el que también clasificaron cuartos al Mundial de la la categoría que se jugó en Canadá. Lo que vino en la cita efectuada en América del Norte puso a Sulantay entre los grandes: acompañado de unos jóvenes Alexis, Vidal, Medel, Toselli, entre otros, obtuvo el tercer lugar de esa Copa del Mundo. Realizaron una gran fase de grupos en la que acabaron primeros en la zona A con siete unidades, por sobre Austria, Congo y Canadá. En octavos eliminaron a Portugal, en cuartos a Nigeria y en semis cayeron en un polémico duelo ante Argentina, que contaba con figuras como Ángel Di María y Sergio Agüero (terminaron como campeones de ese certamen). A los pocos días, se repusieron de ese duro golpe y se quedaron con el tercer lugar contra Austria.

Tras esta actuación, su nombre incluso sonó para dirigir a la selección adulta antes de la llegada de Marcelo Bielsa. Luego continuó ejerciendo como entrenador, pero ya lejos del área formativa. “Me doy por satisfecho con el reconocimiento popular y por sentir que he cerrado un ciclo de buena forma”, dijo en su última conversación con El Deportivo.

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