Un periodo la UDI y otro RN: las gestiones de Chile Vamos con el PDG y la DC para conseguir la presidencia de la Cámara y desplazar a Cariola

En paralelo a las intensas tratativas del gobierno para no perder el liderazgo de la corporación, entre esos partidos de la oposición se encuentran negociando un nuevo acuerdo administrativo que deje fuera a la diputada comunista. En la derecha apuestan por los parlamentarios Jorge Alessandri (UDI) y Andrés Longton (RN), mientras que también buscan liderar algunas comisiones clave.


“Hay acuerdo”. Esas fueron las palabras que el jefe de bancada de la UDI, Jorge Alessandri, dijo en un almuerzo con el resto de sus pares gremialistas el martes en el Congreso Nacional, aludiendo a las negociaciones por liderar la presidencia de la Cámara de Diputadas y Diputados.

En Chile Vamos vieron una oportunidad para tomar la corporación luego de que sectores de la DC y del PDG señalaron que no respetarán el acuerdo administrativo pactado en marzo de este año, en el cual se estableció que, una vez que Raúl Soto (PPD) dejara la presidencia, el turno le correspondería a la diputada Karol Cariola (PC). Por lo mismo, durante los últimos días, la derecha se volcó a negociar para poder ver si tendrá la oportunidad de que le toque un año. Ese fue uno de los temas que se tomaron la semana y, hasta anoche, continuaron las tratativas entre los negociadores para abordar las comisiones y nombres de posibles presidentes de la instancia.

Hasta ahora el acuerdo entre Chile Vamos, un sector de la DC y el PDG -que estaría finalizándose- sería que los cuatro periodos se dividan y que primero la presidencia sea para el PDG, y luego para la DC, la UDI y RN. Si bien la repartición por colectividad ya estaría acordada, aún falta zanjar el orden en que se daría cada uno de los turnos. En la centroizquierda, en todo caso, reconocen que es una apuesta de la derecha que no necesariamente se podría concretar, ya que algunos buscarían hacer el acuerdo más amplio y captar a sectores como el PPD. Esa jugada, dicen, dejaría particularmente afuera al PS y a Apruebo Dignidad (PC y Frente Amplio).

En la derecha incluso ya se están sondeando nombres. Mientras que ya se tiene acordado que la carta del PDG sería Víctor Pino, en la UDI suena Alessandri y en RN su jefe de bancada, Andrés Longton, aunque este último lo tendría descartado, dicen en su entorno. Por la DC, en tanto, se menciona a Miguel Ángel Calisto, quien concita apoyo dentro de Chile Vamos.

La votación para elegir la presidencia de la Cámara es el 7 de noviembre, de vuelta de la semana distrital, y se requiere mayoría de los diputados y las diputadas, es decir 78 de 155 votos. En ese sentido, es que la derecha contaría con los sufragios, pues Chile Vamos tiene 53 votos, el Partido Republicano 13, el PDG 9 y la DC 8, por lo que las cifras dan. A eso se suma que también se podría incluir el sector de Pamela Jiles (PH) a la arremetida.

El acuerdo de la derecha comenzó a tomar forma después de que sectores de la DC y del PDG tomaran distancia de la figura de Cariola. Esto luego del triunfo del Rechazo en el plebiscito de salida en el que Cariola fue vista como una de las grandes perdedoras al haber sido una de las coordinadoras del Apruebo. Desde ese momento, se fue diseñando una estrategia para impedir su llegada a la presidencia.

El PDG fue el primero en desmarcarse por lo que la derecha se volcó a negociar con ellos. Luego de eso vinieron las conversaciones con algunos de la DC, como el propio Calisto. Sin embargo, la opción de consensuar un pacto con la falange tomó más fuerza luego de que este partido se tensionara con el PC, a quienes les alegaron no tomar distancia de querellas interpuestas contra el exdirector del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) Sergio Micco, quien es militante de esa colectividad.

Los comunistas enviaron una carta a la tienda diciendo que no formaban parte de las acciones judiciales, pero ello no dejó conformes a los democratacristianos, quienes firmaron una declaración que señala que “mantenemos nuestra decisión de no concurrir con nuestros votos a apoyar a la candidata o al candidato que dicho partido presente para encabezar la Cámara”, la que fue respondida, en otro escrito, por los comunistas en el que señalaron que “es un chantaje inaceptable para el PC”.

Incluso la DC y el PC se volvieron a medir en la votación de un proyecto de resolución impulsado por la UDI para respaldar a Micco. Esa votación fue vista como un anticipo de lo que podría ocurrir cuando se elija la testera, pues fue aprobada con 78 votos con respaldos de Chile Vamos, la DC y el PDG.

De todas maneras, aún falta que el PDG defina oficialmente mediante una votación digital a sus militantes de base si apoyarán o no a Cariola. Y, además, Chile Vamos también tiene que alinear a todos sus parlamentarios, ya que a algunos, como Francesca Muñoz (RN), no les gusta la idea de apoyar al Partido De la Gente.

En todo caso, el sector no tiene el camino despejado ya que el gobierno también está desplegándose para mantener la presidencia porque saben que es clave para tener un poco más de control en el Congreso. Así, la ministra de la Segpres, Ana Lya Uriarte, activó una serie de reuniones y contactos para convencer a parlamentarios, entre ellos de la decé, de mantener el pacto administrativo con Cariola en la presidencia. En el oficialismo también han analizado lo que han denominado como un Plan B, que sería abrir una negociación con la derecha o proponer otro nombre como alternativa.

Uriarte, de hecho, manifestó esta semana que va a “jugarse el 100%” de su capital político en la discusión por la presidencia de la Cámara y que “nos parece sano (...) que pudiera cumplirse el acuerdo”. Eso sí, en Chile Vamos descartan entrar a negociar con el Ejecutivo.

La arremetida por las comisiones

Otra de las apuestas que hacen en Chile Vamos es buscar la presidencia en comisiones que resultan claves para el sector. Así, apuntan a las comisiones de Hacienda, Seguridad Ciudadana, Constitución y Trabajo, dado que son parte de los temas más relevantes que mantienen preocupado al país, como el manejo del orden público y la inflación. Uno de los negociadores claves en eso ha sido el RN José Miguel Castro.

La estrategia del sector, dicen, es “pirquinear votos” con algunos dirigentes independientes. Particularmente en Chile Vamos apuntan a convencer a René Alinco, Tomás Lagomarsino, Felipe Camaño y Carlos Bianchi. También se busca a dirigentes de otros partidos como Andrés Jouannet, de Amarillos por Chile, y Raúl Soto, entre otros.

Presidir la Cámara y las comisiones es una de las ambiciones que tienen en la derecha, pues ello entrega el poder de poner en tabla qué proyectos se votan primeros que otros. Eso resulta clave en momentos en que el gobierno espera desplegar su agenda legislativa en el Congreso Nacional con medidas como las reformas tributaria y de pensiones.

En la primera negociación del pacto administrativo, la derecha quedó fuera y no alcanzó afianzar ninguna presidencia para ningún periodo.

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