Pablo García: hay que fomentar el ahorro o “no hay posibilidad de pensar en horizontes largos de planificación para los proyectos de inversión”

Según el vicepresidente del Banco Central, si bien parece haber parado la salida de capitales y se han cortado los incentivos al consumo, el mercado de capitales local no ha vuelto a los niveles previos a 2020. "Está en los niveles de hace 10 años. hay un efecto más permanente y hay que ir viendo como se reconstruyen hacia adelante”, sostuvo.


La necesidad de recomponer el mercado de capitales, fue el llamado que realizó el vicepresidente del Banco Central, Pablo García, a la hora de abordar los problemas de financiamiento que el sector construcción e inmobiliario está viviendo.

En su presentación durante el seminario Sector inmobiliario: Perspectivas y desafíos, organizado por la universidad Adolfo Ibáñez, García señaló que “la macro chilena está pasando por un periodo complicado. Se han juntado una serie de eventos que se han ido sucediendo y que han tensionado nuestra macro, pero también por razones de la dinámica local. Creo que eso ha incidido mucho en el sector inmobiliario”.

“Hemos tenido eventos muy dramáticos en el pasado, creo fue muy obvio el efecto que el Covid produjo en el flujo de caja de todas las empresas de la economía y las personas”, dijo el economista, y agregó que “eso deja un montón de secuelas”.

Una de ellas, y que afecta al sector inmobiliario, es justamente lo que ocurrió con los tres retiros de fondos previsionales, lo que a su juicio “ha reducido en una magnitud significativa el tamaño del mercado de capitales”

“El impacto es que ha reducido su profundidad, la liquidez o la facilidad de realizar transacciones, ha acortado el apetito por instrumentos de plazos más largos, y generado por tanto menor deseo de emisiones de instrumentos de financiamiento”, dijo García, y subrayó que “esto es un fenómeno de magnitud macro relevante”.

Para el vicepresidente del BC, “tener un mercado de capitales profundo ayuda a la macro a ajustarse frente a fenómenos como los que están ocurriendo hoy en el mundo, de que la Fed sube la tasa y aprieta las condiciones financieras en economías emergentes, hace caer los precios de los commodities, suena parecido a 2008, cuando el mercado local sirvió como colchón de ajuste cuando el mundo se puso más apretado. Tener un mercado de capitales hoy a maltraer, disminuye esa capacidad, y creo que es parte de las razones por las cuales se produjeron tensiones cambiarias significativas hace algunos meses”.

En este contexto, “hemos visto reaparecer el crédito hipotecario a tasa variable, lo cual es un reflejo de que la industria pasa a los clientes el riesgo de financiamiento a largo plazo, porque justamente financiarse a largo plazo es más caro, más variable, y tenemos el problema de la inflación que incide en la política monetaria”.

El efecto de esto, sostuvo, “es que las condiciones de otorgamiento de crédito se han vuelto más exigentes, ya no estamos observando las razones de préstamos ingresos que se veían antes de 2019, hoy los créditos son más caros, la magnitud del pie es mayor, eso es significativo, pero también los indicadores de demanda de crédito han ido cayendo en el último tiempo, y el flujo de originación de créditos hipotecarios también han ido disminuyendo. Y la actividad del sector se resiente, tenemos menos venta, y mayor stock”.

Todo esto, según explicó Pablo García, refleja cambios estructurales en la economía chilena. “El balance macroeconómico de Chile cambió en dos dimensiones: una parte asociada a la mayor incertidumbre, a la pandemia, ha deprimido el apetito por inversiones de largo plazo, y por otra parte los retiros han incentivado el consumo. Entonces lo que se dio es un rebalanceo de la macroeconomía chilena, que se aleja de la inversión y privilegia el consumo. Eso es un fenómeno que es muy evidente en 2021 y parte del 2022″.

Para el economista, si no se reequilibra el balance hacia la inversión en vez del consumo, “no hay posibilidad de pensar en horizontes largos de planificación para los proyectos de inversión. Esto implica que es necesario volver a fomentar el ahorro privado, y el público, por eso es positivo que el Fisco vuelva a tener un superávit efectivo y estructural”.

Al mismo tiempo, García apuntó a un rebalanceo financiero donde hay menor preferencia por renta fija nacional y mayor preferencia por moneda extranjera, así como la inversión en el exterior como otra forma de alejarse del financiamiento e largo plazo en UF, dos fenómenos que afectan al sector en la misma dirección.

“Si uno quiere hacer una perspectiva hacia el futuro, tendería más bien a observar que esas tendencias no se siguen profundizando, no hay nuevos incentivos al consumo, el proceso de dolarización o salida de capitales también parece que no sigue al mismo ritmo que con anterioridad, pero quedamos en un nivel que es distinto al nivel anterior, no estamos volviendo a lo que se observaba en 2019. En parte eso se refleja en que nuestro mercado de capitales está en los niveles de hace 10 años. hay un efecto más permanente y hay que ir viendo como se reconstruyen hacia adelante”, afirmó.

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