Climatólogos advierten que “el invierno en Chile está desapareciendo”

Centro de Santiago, afectado de altas temperaturas. Foto: Agencia Uno

Según el climatólogo Raúl Cordero y Pablo Rojas, investigador del Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible (IIDS) de la Universidad Autónoma el invierno, entendido en Chile como una estación de abundantes precipitaciones y bajas temperaturas, ya no serán iguales en el país.


Según el historiador climático, Maximiliano Herrera, América del Sur está viviendo uno de los eventos más extremos que el mundo haya visto. “¡Increíbles temperaturas de hasta 38,9C en las zonas andinas de Chile en pleno invierno! Mucho más de lo que acaba de tener el sur de Europa a mediados del verano a la misma altura: este evento está reescribiendo todos los libros climáticos”, escribió a través de su cuenta de X (ex Twitter).

La condición de extremo calor para la zona Andina fue corroborada por la Dirección Meteorológica de Chile, que también a través de su cuenta consignó que la estación Vicuña Los Pimientos (DMC-DGAC) en la Región de Coquimbo registró este martes 37°C, la segunda temperatura máxima histórica a nivel nacional para los meses de invierno. En agosto de 1951 se registró una temperatura máxima de 37,3 °C en Copiapó.

Según Codero, todas estas altas temperaturas de los valles de la zona centro y centro-norte tienen como causa inmediata los vientos desde la cordillera. “En este momento existe en esta zona del Cono Sur una configuración meteorológica que favorece el viento desde la cordillera. Estos vientos cordilleranos provocan altas temperaturas porque son vientos cálidos, que al bajar por la ladera de la cordillera se comprimen y se calientan”, explica.

Aunque estamos en invierno, gran parte del país está viviendo una inusual ola de calor invernal, con registros térmicos récord. Según Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, la combinación de calentamiento global y el fenómeno de El Niño está empujando las temperaturas globales a niveles récord. “En términos de temperaturas y de precipitaciones, el invierno en Chile está desapareciendo”, advierte.

Raúl Cordero y su preocupante proyección climática para Chile: “El invierno está desapareciendo”

“No es que sorpresivo que los récord de temperatura estén presentándose en todo el mundo. El cambio climático hace que estos récord se rompan de forma cada vez más frecuente”, sostiene el climatólogo.

Agrega que “el invierno, entendido en Chile como una estación de abundantes precipitaciones y bajas temperaturas, está desapareciendo”. Explica que durante la última década las precipitaciones en la zona central de Chile fueron en promedio cercanas a 200 mm. Muy lejos de los 340 mm que eran típicos de la zona central hace pocas décadas atrás.

Además, dice, la temperatura promedio máxima en la zona central de Chile también ha subido considerablemente y fue durante la última década más de 1° sobre las máximas promedio de hace un par de décadas. “Los recientes inviernos han estado marcados por olas de calor y frecuentes temperaturas superiores a los 20°C. Aunque el número de días por año con temperaturas bajo cero se ha mantenido relativamente estables, las olas de frío, entendidas como periodos de tres días consecutivos con temperaturas muy bajas, se han reducido 60 % en las últimas cuatro décadas. También han caído en un 30 % el número de días considerados muy fríos.

Pablo Rojas, investigador del Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible (IIDS) de la Universidad Autónoma, coincide, y dice que es poco probable que volvamos a tener inviernos como hace una década en Santiago y la zona central de Chile, caracterizados por ser lluviosos y fríos. “El cambio climático y sus efectos están afectando el patrón climático de la región, lo que se traduce en inviernos menos fríos y con menor cantidad de precipitaciones”.

Rojas añade que la probabilidad de que eventos extremos como la actual ola de calor se repitan en el futuro es alta. “El calentamiento global y el cambio climático están aumentando la frecuencia e intensidad de fenómenos climáticos extremos en todo el mundo, incluyendo olas de calor. Es importante tomar medidas para mitigar el cambio climático y adaptarnos a estos eventos, ya que podrían ser cada vez más frecuentes y severos en el futuro”, dice.

Ola de calor azota a todo el planeta

Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Servicio Climático Copernicus de la Unión Europea, julio fue el mes más cálido desde que existen registros en la Tierra. El registro podría hacer que este año el planeta supere su temperatura promedio, que es de 16,95°C, con la posibilidad cada vez más latente de que 2023 sea el año más caluroso de la historia, superando el registro de 2016.

La situación afecta a todo el planeta. En EE.UU. la ciudad de Phoenix, Arizona, sumó más de 20 días consecutivos superando los 43ºC, mientras que en el Valle de la Muerte, California, se registraron 55°C. A la fecha, el 27% de la población estadounidense se ha visto afectada por esta ola de calor extrema, es decir, 91 millones de personas.

En Europa la situación es similar, afectando a países como Italia, Chipre, Croacia, Grecia y España con extremas en torno a los 40°C, mismo caso en Japón y China. Este último anotó 52,2 grados Celsius en la ciudad de Sanbao.

Ciudad de Vicuña, ubicada en la Región de Coquimbo.

Santiago completa su novena ola de calor

La temperatura de Santiago este jueves fue de 25,3°C, casi 10° por encima de valores típicos. “Este tipo de olas de calor no eran usuales hace 20 o 30 años, pero ahora las olas de calor se han triplicado en los últimos 40 años. Solamente que ahora ha alcanzado una intensidad que nos obliga a prestarle atención”, sentencia Codero.

Además, el experto enfatiza que estas olas de calor invernales están provocando un preocupante déficit de nieve en las zonas cordilleranas. “Si perdemos la nieve, como consecuencia de esta ola de calor, combinado con la sequía, nos deja en una situación vulnerable para el periodo seco de primavera y verano”, concluye. Un registro de la estación de monitorio nival de la Universidad de Santiago muestra cómo retrocedió en una semana el nivel en la reserva Yerba Loca, a 2.700 metros sobre el nivel del mar.

Las perspectivas para lo que queda del año no son particularmente alentadoras. Mientras que el alza concentración de gases de efecto invernadero continúa imparable, la temperatura del pacífico tropical se encuentra en los valores más altos en más de 25 años, desde el Súper Niño de 1997-98.

El climatólogo dice que tras la ola de calor en Santiago de este fin de semana, quedamos muy cerca de romper, en apenas siete meses, el récord de 10 olas de calor registrado durante 2020″.

Probablemente iguale el récord de ola de calor de invierno de ocho días establecido en el 2021. Esta ola de calor comenzó el 28 de julio de 2021 y se espera que se extienda hasta este sábado.

Aunque las temperaturas asociadas a las olas de calor durante el invierno, no son suficientemente altas para afectar la salud humana, es erróneo percibirlas como gratas, pues tienen efectos muy negativos sobre el sistema climático. “En particular, temperaturas anómalamente altas durante el invierno aceleran el derretimiento de la nieve estival de la que depende en la primavera/verano, el abastecimiento de agua potable de las grandes ciudades de la zona central”, establece el climatólogo.

“Las altas temperaturas de este año no solo son consecuencia del empuje del calentamiento global, también El Niño está empujando la temperatura global al alza. Lo anterior significa que, si El Niño persiste hacia fines de año, el próximo verano austral (incluido Chile) podría también estar marcado por temperaturas récord”, establece Cordero.

De hecho, agrega, en Santiago perfectamente podrían llegar a registrarse 39°C, superando el actual récord de 38,3°C logrado en enero de 2019. “La gran mayoría de los récord de temperatura en Santiago y en la zona centro ocurren en años de El Niño, como este”, dice.

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