El plan de la Alianza Francesa para colonizar Colina

<P>Muchos querían estar en este colegio de buen Simce, PSU y libertad para usar uniforme. Pero la sede de Luis Pasteur ya no dio abasto. A partir del próximo año, los nuevos deberán encumbrarse por la radial Nororiente y conducir hasta Chamisero, al borde de Chicureo. </P>




En seis años, el número de franceses que vive en Santiago aumentó en un 30%. Pasaron de ser 5.000 en 2005, a más de 7.000 en 2011. ¿La razón? Varias empresas de Francia eligieron a la capital como plataforma para sus negocios en el resto de Sudamérica. Los ejecutivos se quedan cinco años en promedio. Con sus familias por supuesto.

Curiosamente ese aumento de franceses en Santiago se nota en los pasillos y salas del Lycée Antoine de Saint-Exupéry de Vitacura, la Alianza Francesa, que pasó de tener 1.800 alumnos a 2.300 durante el mismo período. Hace dos años que acumula una lista de espera de casi 17 niños por curso.

Esto llevó al director del colegio, Serge Buenaventes, y a los miembros de la Corporación Alianza Francesa -entidad sostenedora del establecimiento- a buscar una solución en el año 2008. Mal que mal estudiar en el "lycée" -fundado en 1932 en Av. Pedro de Valdivia y trasladado en 1958 a Luis Pasteur, a un sitio que entonces era un arvejal- no sólo era apetecido por los galos de paso o los francochilenos, sino también por quienes buscan un colegio privado con buenos resultados académicos y, además, laico. Por sobre todo, laico.

Y la solución se encontró a 15 minutos de Vitacura, en Chamisero, un sector ubicado a un costado de la autopista Radial Nororiente, al borde de Chicureo, y donde el próximo año comenzará a ser construida la nueva sede del colegio, luego de haber adquirido un terreno de 6,3 hectáreas.

El proyecto incluyó un concurso de arquitectura para definir el diseño. De momento, eso sí, no hay nada. Algunos apoderados que han visitado el lugar lo describen como una "sabana africana" o un "desierto", donde los primeros niños que lleguen serán una especie de colonizadores. Una experiencia no muy distinta a la que vivieron los pioneros hace cinco décadas, cuando se inauguró la sede en Av. Luis Pasteur cuando todo era campo. Sin embargo, el actual proyecto no ha estado falto de polémicas y críticas entre los padres.

A los hijos de franceses o francochilenos la institución les da facilidades para obtener una vacante. También hay hijos de diplomáticos extranjeros y santiaguinos, en su mayoría ligados a familias "progresistas", que aspiran a entrar a este colegio por su tradición.

Fue el rumor de que el colegio de Vitacura cerraría, para ser trasladado a la comuna de Colina, lo que inquietó tempranamente a los apoderados. "La suspicacia nació porque un grupo de padres hizo creer que íbamos a vender este colegio para hacer un negocio inmobiliario. Pero aclaramos que no sería así. Nunca se va a vender. Tendremos dos colegios", promete Yves Besançon, representante del directorio de la corporación sostenedora. El mismo dice que los han acusado de todo, pero que han hecho un proceso muy transparente. "La corredora de propiedades de Osvaldo Fuenzalida nos ofreció 12 terreros y todos los miembros de la corporación los visitamos. Algunos apoderados pidieron una licitación para comprarlo, pero eso lo hubiera encarecido", cuenta.

El proyecto de Chamisero tendrá un costo de US$ 12 millones y estará finalizado en 2017. Eso sí, en dos años más estará habilitada la primera parte, destinada a los cuatro primeros cursos de primaria (cuatro niveles). Aunque la construcción será financiada con los ahorros de la corporación, la colegiatura de los padres ya se aumentó en 1,5% para generar más ingresos. Es decir, de $ 300.000 por cada niño, pasará a $ 305.000.

La idea de las autoridades es disminuir los 2.300 alumnos actuales que hay en Vitacura a 1.800 y dejar 1.200 en Chamisero cuando esté terminado. Por eso, los estudiantes que ingresaron a la sede de Luis Pasteur este año a los primeros cursos lo hicieron con una condición: que cuando esté listo el nuevo colegio, deberán acudir allá. De momento, aguardan en unas salas modulares instaladas especialmente para ellos.

"Mantendremos las prioridades para las matrículas: hijos de franceses, hijos de diplomáticos, o familiares de ex alumnos. Pero todos, sin excepción, se tendrán que ir a Chamisero, salvo los niños que tengan un hermano de quinto básico para arriba. La idea es que los padres los tengan en la misma sede", comenta Serge Buenaventes, rector del colegio. "Aún no tenemos previsto cómo será el criterio de selección cuando existan dos sedes. Habrá laxitud y los apoderados podrán elegir, pero dependiendo de las vacantes", cuenta.

El rector comprende que hay personas que tienen sus casas y trabajos acá, pero asegura que tendrán que elegir si quieren estar o no en el colegio. "No cambiaremos esta política... Pero la nueva sede puede ser una oportunidad para las familias jóvenes o los franceses que lleguen al país. La idea es que el padre que va a Chamisero pueda pensar en comprar una casa. El lugar es más barato, no tiene contaminación. Es otra vida".

Se imparten las mismas materias en todos los establecimientos de la Alianza Francesa en el mundo y se mantienen los principios laicos. Eso es lo que motiva a muchos extranjeros no franceses que viven en Santiago a poner a sus hijos en el Lycée. "La educación impartida es similar a la que podría tener un ciudadano galo en París, por ejemplo. Se rige por la normativa del sistema educativo de allá", comenta Cristian, argentino, padre de tres niños que van al colegio.

El rector Buenaventes explica que "la educación pública, al estilo francés, lo garantiza la Constitución, y lo debe considerar para todos los connacionales en el mundo". Sin ir más lejos, el colegio tiene la obligación de matricular a los hijos de franceses, pero no gratis, ya que eso rige sólo en Francia. "Si no hay recursos, el Estado francés puede dar una beca. De hecho, actualmente hay 400 alumnos con el beneficio", agrega el rector. De éstas, algunas son parciales y otras full. En este último caso, no sólo la educación es gratuita, sino que también la comida y el transporte.

Isabel Correa, presidenta del directorio fundador de ex alumnos de la Alianza Francesa, considera "muy necesaria" la nueva sede. "Es parte del crecimiento natural de los colegios. De lo contrario, deben aceptar que sus alumnos, franceses o no se cambien a otros establecimientos en barrios más atractivos".

En ese sentido, la Alianza Francesa no es pionera. El proceso de expansión lo iniciaron antes colegios como el Liceo Alemán del Verbo Divino, el Highlands (ligado a los Legionarios de Cristo) y el Pucalán Montessori, que ya se instalaron en Chicureo. También el Lincoln Internacional Academy y el Dunalastair, en el mismo barrio de Chamisero.

"El año pasado postulamos a un cupo, pero no quedamos. Al parecer nos dejaron en lista de espera y este año nos llamaron, claro que sólo dándonos la opción de Chamisero. Me da lata, yo quería que mi hija fuera a Luis Pasteur. Pero el colegio es tan bueno, que aceptamos", cuenta una apoderada. Ella consiguió que su hija de cuatro años estudiara en la Alianza Francesa, pero vive en Las Condes y ya lamenta que para llegar a Chamisero deberá pagar a diario los casi $ 3.000 en peaje en la autopista Radial Nororiente, que permite conectar Chicureo con Vitacura en menor tiempo. Aun así, está feliz: "La relación precio calidad es conveniente, es trilingüe, multirracial y laico, razones de sobra para elegirlo. Y si bien vivimos más cerca de la sede de Vitacura, no descartamos cambiarnos, en un par de años, a Chicureo".

Según el arquitecto Cristóbal Fernández, "puede ser una apuesta arriesgada poner un colegio en un lugar con baja densidad de habitantes, pero dado que ellos tienen un 60% de extranjeros y un 40% de alumnos nacionales, pueden tomar ese riesgo, pues la comunidad de apoderados se puede instalar ahí". Si bien el metro cuadrado en el sector cuesta UF 1,5, Cesar Kattán, el gerente de proyectos de Socovesa, inmobiliaria que está desarrollando un nuevo proyecto en Chamisero con 190 casas de arquitectura moderna, confirma que a la fecha ya tienen ventas de familias que matricularán a sus hijos en la Alianza Francesa. "Eso, a pesar que no nos instalamos ahí solamente por ese proyecto".

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