"El rating de la teleserie Manuel Rodríguez fue malo, no esperaba un resultado así"

En las murallas de la estrecha oficina de Vicente Sabatini en Chilevisión todavía están los dibujos de la casa de Manuel Rodríguez y del refugio campestre donde el guerrillero y su banda se escondían en la teleserie. Pero aunque la producción protagonizada por Ricardo Fernández terminará recién el miércoles en pantalla, hace semanas que el realizador trabaja en su próximo proyecto: una telenovela nocturna ambientada en tiempos actuales, para la que baraja dos historias. En el área dramática, el ajetreo del nuevo proyecto se nota, con productores hablando por teléfono y paseándose. Con la puerta cerrada por el momento, Sabatini se sienta a evaluar su primer proyecto en Chilevisión, que logró unos 10 puntos de rating contra los 20 que promedia Martín Rivas (TVN) y dice que quedó "muy contento y orgulloso ".

¿Por qué Manuel Rodríguez no logró conectar con la audiencia?

Hay algo de desestructuración del horario, que empezó hace un rato largo. Pero debo confesar que para mí el rating de Manuel Rodríguez fue malo, no esperaba un resultado así. Aunque este sea un canal que no tiene marca todavía, no logramos encantar a la audiencia. Y es algo que estoy analizando, tratando de entender. Porque tenemos el convencimiento de que había una historia súper atractiva.

¿Cuál fue el aprendizaje?

Si uno la compara con la otra oferta, que era mucho más liviana, más digerible, lo que es un mérito, esta teleserie se vio un poco más densa. En cómo tratábamos la época, por ejemplo. Hay elementos que uno puede identificar que produjo cierta distancia. Pero definitivamente, el hecho inaugural es que la gente no ve telenovelas en Chilevisión. Pero va a empezar a verlas aquí, estoy seguro.

¿Cómo ve el horario de las 20 horas, que precisamente quería recuperar con Manuel Rodríguez y no lo logró?

Una de las frustraciones de este período es no haber logrado como industria reinstalar o afirmar el horario de las ocho. Porque la oferta eran dos productos muy buenos, Martín Rivas y Manuel Rodríguez, y había uno más de nicho, juvenil, de Canal 13. Y el encendido no subió. Hay un tema con los hábitos.

Ricardo Fernández criticó Martín Rivas y dijo que la gente veía TVN por costumbre. ¿Cuál es su opinión?

Pesa la marca. Me consta, porque estuve en TVN por hartos siglos. Pero después, cuando compiten, son las historias las que permanecen. Y Martín Rivas era una teleserie más digerible, más fácil. Y, finalmente, más masiva.

¿Cómo ha cambiado su visión de las teleseries con respecto a lo que hacía en los 90?

Veo al género vigente, sanísimo y sin problemas estructurales. Es un problema con los temas. Las telenovelas de los 90 conectaron con cosas importantes que estaban pasando. Hoy se deben reinterpretar esas tendencias. Conectarse con el país real, con cuestiones relevantes para la gente.

Ahora hará una producción nocturna. ¿Cree que se necesita una adaptación? ¿Cómo lo está trabajando?

La telenovela de la noche, que creo que va a ir mutando a una teleserie un poquito más familiar, tiene como virtudes que dura poco, que son pocas historias y que la anécdota camina muy rápido.

¿Va a seguir la misma senda que se ha visto hasta ahora, con una temática más policial, o piensa innovar?

Pretendo aportar, como siempre, pero atendiendo a los códigos específicos de las 22 horas. No es un público fácil el de esa hora, la oferta es muy diversa y ahí están todos.

¿Cuáles son sus expectativas con este cambio de horario?

Me apasionaba tener la masa crítica a las ocho. Era un lugar fascinante como realizador. Cuando diseñabas historias, lo hacías con planos de lectura distintos. Que hubiera lecturas posibles para los que tenían más inquietudes intelectuales, pero todo montado sobre una anécdota que la podía seguir un niño de ocho años. Es un bonito desafío ofrecer contenidos a un público diverso, y una masa crítica relevante, millones de personas.

¿Y eso es lo que va a hacer?

Pero con más libertad, por el horario.

Ahora tiene la oportunidad de volver a trabajar con Claudia Di Girólamo.

Me encantaría. Está en conversaciones hace rato. Y ella tiene muchas ganas, el canal también tiene muchas ganas.

¿Qué significaría para usted contar con ella en el elenco?

Es muy importante. Es un aporte para cualquier proyecto tener a una actriz con su potencia. No sólo por el reconocimiento en la gente, sino por lo que aporta.

También va a dirigir el Festival de Olmué, pero su nombre sonaba para el Festival de Viña que, además, ya dirigió. ¿Por qué no el de Viña?

Tengo responsabilidades que son incompatibles con Viña. En estas condiciones hubiese significado que habría tenido que dejar el proyecto de la telenovela, así de claro. El de Olmué es un festival mucho más chico. Y ya tiene un equipo que lo viene haciendo cuatro años, mucho más abordable para mí.

Nuevo orden televisivo

¿Qué le parece que Chilevisión todavía no finiquite su venta?

No logro identificar que la dificultad la haya puesto él (Sebastián Piñera) o los encargados de la venta. Vender una empresa así no es fácil. Lo que pasa es que él se convenció muy tarde de que tenía que venderlo. Creo que debió haber escuchado antes a quienes le decían que esto era un conflicto de interés. Y es un conflicto de interés del porte de una catedral.

¿Y qué opina de la venta de Canal 13?

Me parece bien que haya intervención de capital y gente emprendedora que quiera poner dinero, pero tengo un problema valórico con el tema de que sólo el dinero sea presentado como un incentivo capaz de generar buena gestión. Un medio de comunicación que produce contenido no puede ser visto sólo como negocio, y lo que hace la venta de Canal 13 es dar el mensaje de que sólo el dinero o gente que está dispuesta a invertir puede poner el incentivo para que esto se gestione bien. Yo lamento eso.

TVN queda como el único "canal grande" con "misión". ¿Cree que sigue cumpliendo su papel de TV pública?

Diría que mucho menos que antes. Desconozco cómo funciona el canal hoy, pero no identifico los lideratos internos para caminar hacia allá. Puedes hablar de TV pública: cuántas horas al día, qué tipo de programación. Algo habrán hecho, por ejemplo, no es de ahora. Yo contraté a María Elena Wood (actual directora de programación) para que fuera productora ejecutiva del programa. Entonces digo: ¿Cuál diseño de TV pública hay aquí?.