Helmuth Martínez y su desvinculación de la Lista del Pueblo: “Nunca se nos dijo que tendría fines políticos y partidistas”

El convencional representante del distrito 23 indica que el caso de las boletas y la intención de ir con candidatos a la elección presidencial terminaron por desafectarlo completamente de esta plataforma: "No quiero estar bajo la imagen Lista del Pueblo". Precisa que en la Constituyente no existe ninguna orgánica: "Se pensó que era un grupo cohesionado, pero al final era una suma de candidaturas independientes que no se logró articular políticamente como grupo, y la consecuencia es que menos de la mitad está fuera de esa coalición".


Hace más de un mes que el convencional por el distrito 23 (Temuco-Villarrica) Helmuth Martínez dio un paso al costado respecto de las decisiones políticas que estaba adoptando la Lista del Pueblo, plataforma por la cual postuló junto a otros 26 constituyentes electos.

La polémica nominación de Cristián Cuevas como presidenciable y las desavenencias internas por el futuro político del colectivo lo llevaron a expresar públicamente que no seguiría bajo ese paraguas. “El sentir de la mayoría es que no quieren verse vinculados a la Lista del Pueblo, ya que se prefiere el trabajo constitucional valorando nuestra independencia”, indica este abogado que rechazó el aumento de las asignaciones y es crítico de la cuasi exclusión del exalmirante Jorge Arancibia de la comisión de Derechos Humanos.

¿Cómo su candidatura formó parte de la Lista del Pueblo (LdP)?

Éramos una fusión de las listas Elige Independiente y del Pueblo. Fue una motivación netamente electoral, adherimos a una declaración de principios básicos, muy general, que sigo adscribiendo, como educación pública de calidad, país con vocación ecológica. Mas no teníamos contacto a nivel central con la Lista, por tanto, nunca se produjo una afección en forma plena, a diferencia de otros que aún no han dado el paso fuera. Ni siquiera aparecí en la franja televisiva de la Lista del Pueblo, mi campaña la hice sin sus logos y nunca participé en las asambleas.

¿Tampoco estuvo en el Congreso que definió llevar candidaturas presidencial y parlamentaria?

No, y nunca se nos dijo que la Lista tendría fines políticos y partidistas, y eso fue lo que molestó a los constituyentes. Llegué a la Convención sin conocer personalmente a nadie, sólo había conversado para la conformación de la Lista con Mauricio Menéndez y Evelyn Godoy (ambos de Klan Kiltro).

¿La decisión de llevar candidato a las elecciones presidenciales lo motivó a dar un paso al costado?

De eso me enteré por la prensa. En mi caso particular, nunca sentí una afección por la Lista, nunca firmé un documento, y cada vez que la Lista iba dando pasos hacia lo político partidista era más evidente mi desconexión, más aún con la situación desagradable del reportaje de Ciper con las boletas. Para una parte de los constituyentes ese hecho reñido con la ética no fue visto con buenos ojos, ya que ninguno de los electos incurrió en una observación electoral molesto, y luego todo decantó con lo de la elección presidencial. Como uno era asociado a una lista en la que no tenía participación, había que dar el paso de renunciar a cualquier vinculación. No quiero estar bajo la imagen Lista del Pueblo.

¿Pero no existía un espacio de pertenencia anterior a estos hechos?

Nunca nos pudimos reunir formalmente todos, nunca hubo una coordinación plena. Por fuera se estimaba que obedecíamos a una orgánica, que había liderazgos, pero nunca fue así. El resultado de la poca articulación es lo que vemos hoy, se pensó que era un grupo cohesionado, pero al final era una suma de candidaturas independientes que no se logró articular políticamente, y la consecuencia es que menos de la mitad está fuera de esa coalición.

¿Lo criticaron por desvincularse de la Lista?

No he recibido ninguna crítica y nos seguimos saludando, hay mucho respeto incluso si nosotros -los que hemos salido- fuéramos a armar un grupo aparte. Es evidente que con la renuncia uno queda en la incertidumbre acerca de cómo vamos a trabajar o si alguien va a pertenecer a otro conglomerado, eso no se ha tratado todavía. Ha sido complejo, porque como no teníamos articulación de antes, menos la tenemos ahora, y estamos en la nebulosa.

Usted siempre habla en plural, ¿con quienes más se siente en la misma posición?

Con los que han renunciado (en total ahora son ocho convencionales). Se intentó hacer una declaración pública consensuada, grupal, pero no fue posible, aunque lo comunicamos internamente y al final cada uno ha ido asumiendo, cuando estimó necesario su desvinculación.

Pero entre tanta autonomía sería un voto dentro de 155, ¿cuál sería su escenario ideal: pertenecer a algún grupo?

Esperaría y vería con buenos ojos que aquellos que salimos nos pudiéramos articular para participar en el trabajo constitucional, porque si estamos solos es más difícil pertenecer a comisiones o incidir en las temáticas de fondo. Pero una articulación con miras al trabajo interno, no para obedecer a prácticas partidistas o ideológicas.

¿Siente alguna afinidad con otros grupos ya establecidos en la Convención, como el PC o el Frente Amplio?

En mi caso particular, he votado en forma variada, por ejemplo voté en contra del aumento de las asignaciones, y respeto la institucionalidad de los dos tercios. Sensibilizo con mi electorado, soy independiente y por eso elegí esta lista que no tenía línea en particular. No puedo desconocer que ha habido invitaciones de cordialidad de parte de Chile Vamos y del Colectivo Socialista, pero me he negado para mantener mi independencia, porque creo que el trabajo constitucional está por sobre las motivaciones ideológicas.

¿Cómo cree que queda la imagen de la Lista del Pueblo después de todos estos episodios?

Creo que tuvo un impacto negativo. Veníamos con la sensación de haber pertenecido a una lista de independientes, luego al dar indicios de querer seguir participando en elecciones se desconcentraba nuestro trabajo constitucional, y la gota que rebasó el vaso fueron las situaciones que rayaban en la ética por las boletas. Por eso nos desmarcamos, más allá del derecho legítimo de la Lista de ir a elecciones o dar los pasos que quieran en política.

¿Y qué le parecen los candidatos presidenciales que está pensando en apoyar la Lista, firmará por alguno de ellos o por Cristián Cuevas?

En realidad, no tengo cercanía con ninguno de esos candidatos.

¿Qué postura tiene frente al intento de bloquear a Jorge Arancibia de la comisión DD.HH.?

El estándar ético debe verse en términos objetivos. Cada convencional tiene derecho a participar en todas las comisiones, y si va a haber requisitos deben existir parámetros objetivos, porque es una mala señal revisar la pertenencia a una comisión por temas subjetivos, es peligroso. Valoro que la comisión haya encontrado una solución internamente.

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