Presidente comisión de Salud de la Cámara: “Muchos en el Minsal son esclavos de sus críticas al gobierno anterior y por eso no han desescalado las medidas sanitarias”

El diputado Tomás Largomasino (PR) asegura que el virus ya transitó hacia una endemia: va a seguir en circulación, pero no va a ocasionar las crisis de antes. En ese contexto, plantea que es momento de dejar algunas medidas atrás, como el Pase de Movilidad y la mascarilla, y que no se han tomado antes esas decisiones por los severos cuestionamientos que autoridades de Salud realizaron a la gestión de Piñera.


A causa del Covid-19, Chile y el mundo se vieron forzados a implementar medidas estrictas para controlar la propagación del virus. Por esta razón, en casi todos los países el aislamiento, el distanciamiento social y las mascarillas se volvieron parte de lo cotidiano. Ahora, a más de dos años de la llegada del primer contagiado de coronavirus al país, tanto las autoridades como los expertos plantean que podría ser momento de dejar algunas de las medidas impuestas para controlar la crisis sanitaria.

Tomás Lagomarsino (IND-PR), presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, es uno de ellos. De hecho, fue uno de los parlamentarios que solicitaron a las autoridades sanitarias la eliminación del uso de mascarillas y del Pase de Movilidad, considerando la situación actual de la pandemia por Covid-19 en Chile.

El médico de la Universidad de Valparaíso trabajó en atención primaria en el Hospital Dr. Gustavo Fricke durante los meses más críticos de la pandemia. De hecho, relata que fue testigo del dilema de la última cama. En ese contexto, el diputado afirma que las medidas sanitarias más restrictivas se justificaban, pero ahora no: “La prolongación de estas medidas por sobre lo que es justificable le quita fuerza, potencia y legitimidad para cuando realmente sean necesarias”.

¿En qué punto de la pandemia nos encontramos a nivel global?

El Covid-19 está causando serios estragos en la gran mayoría de los países, sobre todo en aquellos que no han tenido procesos de vacunación o donde no hay un porcentaje significativo de inmunización para alcanzar el efecto rebaño.

Y en Chile, ¿cuál cree que es la situación?

A mi juicio, ya transitamos de una pandemia a una endemia. Es decir, el virus va a seguir circulando entre nosotros, pero no va generar las consecuencias a la salud que tuvo hace unos meses.

¿Por qué?

Gracias a la excelente política de vacunación que tuvimos, a mi juicio, la pandemia en Chile terminó.

¿Qué medidas deberíamos dejar?

Primero, deberíamos terminar con el Pase de Movilidad, pues restringe significativamente las libertades individuales. En segundo lugar, se deberían eliminar rápidamente los aforos y, por último, hay que terminar con la obligatoriedad del uso de las mascarillas en espacios cerrados. Por supuesto que quienes quieran seguir usando este elemento de protección, pueden hacerlo de forma voluntaria. Adicionalmente, hay que continuar con el llamado a la vacunación voluntariamente, cuando lo recomiende el Ministerio de Salud, pero sin tener mecanismos coercitivos asociados a la vacunación, como el Pase de Movilidad. Yo cumplo y llamo a cumplir todas las medidas sanitarias, mientras el Ministerio de Salud no las retire. Pero, en mi calidad de presidente de la Comisión de Salud de la Cámara, yo llamo al ministerio a iniciar un proceso de rápido desescalamiento.

Pero el Pase de Movilidad fue una herramienta que funcionó y varios expertos plantean que hay que continuar utilizando...

Todas las medidas sanitarias y las restricciones a las libertades individuales, incluso las cuarentenas tan duras que tuvimos, fueron necesarias, se justificaron y se explicaron en su preciso momento, pues en Chile teníamos niveles de contagiosidad muy grandes, muchos pacientes hospitalizados graves y con las UCI colapsadas. Yo mismo vi el dilema de la última cama. En ese contexto, cada una de las medidas sanitarias y las restricciones a las libertades individuales se justificaban, pero aquello que vivimos en los hospitales no está ocurriendo, entonces ya no se explican estas medidas. La prolongación de estas medidas por sobre lo que es justificable le quita fuerza, potencia y legitimidad para cuando realmente sean necesarias.

¿Podemos volver a tener un brote con las mismas consecuencias de antes?

El Covid-19 va seguir contagiando y circulando en la población chilena y probablemente en invierno va a haber mayores tasas de contagio, y van a existir grupos que van a tener mayor riesgo de caer hospitalizados y por ellos es importante continuar con una estrategia de vacunación que incluya múltiples cepas de este virus, con el fin de que todos puedan estar preparados para enfrentar las campañas de invierno.

“No se justifica que la inmunización esté asociada a la posibilidad de ingresar a ciertos espacios”

¿Ya es momento de una quinta dosis?

Existe el Comité Asesor en Vacunas e Inmunizaciones (Cavei) y creo que es el organismo apropiado para señalar la cantidad de dosis y de periodicidad con la cual es recomendable vacunarse. Yo respeto 100% lo que establezca el Cavei y me sumo a las recomendaciones que realizan, siempre y cuando sea de forma voluntaria.

¿La vacuna debió o debería ser obligatoria en el futuro?

Que la vacuna contra el Covid-19, sobre todo en su esquema inicial, haya sido asociada al Pase de Movilidad me pareció valioso, incluso con los dos refuerzos, porque vivimos una pandemia muy dura. Ahora no se justifica que la inmunización esté asociada a la posibilidad de ingresar a ciertos espacios, porque restringe la libertad individual. Ya no estamos en el mismo escenario que tuvimos un año atrás.

¿Cree que se tuvieron que haber flexibilizado las medidas antes?

Hay integrantes del Ministerio de Salud que fueron críticos sobre el manejo de la pandemia que tuvo el gobierno anterior y creo que muchos de ellos son esclavos de sus propias palabras y que por ellas mismas no han podido tomar las decisiones adecuadas y en los tiempos necesarios para desescalar las medidas sanitarias.

¿Cree que se debería extender la alerta sanitaria?

Que se acabe la alerta sanitaria el 30 de septiembre sería desastroso para nuestro sistema de salud, porque hoy los hospitales se sostienen gracias a los funcionarios que están contratados a propósito de la alerta. Eso sí, ellos ya no están cumpliendo labores en torno a la pandemia, sino que están realizando labores propias de nuestro sistema de salud.

Creo que sería nefasto que la alerta terminara a fin de mes, pero (si sucede) debe haber una ampliación del marco presupuestario de los hospitales que permita absorber a todos esos funcionarios y funcionarias que han sido contratados durante la crisis sanitaria para que sigan apoyando nuestro sistema, además se va a requerir de su participación para resolver las listas de espera.

¿En qué se deberían enfocar las autoridades sanitarias?

Hay más de dos millones de casos en lista de espera por un especialista, más de 330 mil personas en esperas quirúrgicas y más de 67 mil oportunidades GES retrasadas. Es aquí donde el Ministerio de Salud debería abocarse. Tienen que concentrarse en resolver las listas de espera, pero también en concretar un plan de inversiones en salud que al día de hoy no vemos. Por último, deben aterrizar la reforma de salud que habían planteado que iba a ser presentada en noviembre, pero hace pocos días fue nombrado un coordinador de la reforma salud y dudo que puedan llegar a presentar en la fecha que ellos mismos se fijaron.

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