Paulina Vodanovic: “A veces los partidos nos sentimos poco partícipes de estos cambios de gabinete”

La senadora y presidenta del PS, Paulina Vodanovic. FOTO Pedro Rodriguez

La presidenta del PS y senadora señala que hasta antes del ajuste ministerial el oficialismo estaba en un compás de espera impuesto por la oposición. Y aunque admite molestia por su marginación en el diseño del cambio, cree que abrirá una puerta de diálogo.


¿Me devuelvo? Preguntó la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, a su interlocutor en La Moneda. La timonel socialista estaba casi arriba de un avión que la llevaba al sur para visitar en terreno la circunscripción que representa en el Senado cuando se enteró de los trascendidos sobre un inminente ajuste de gabinete.

-Si puedes, es mejor. Fue la escueta respuesta de la autoridad de Palacio.

Vodanovic abandonó el vuelo y se dirigió a La Moneda para participar de la ceremonia de juramento de los nuevos ministros.

¿Qué sensación le dejó el cambio de gabinete? ¿Fue significativo para los objetivos del gobierno?

Es un cambio que pone fin a esta actitud de espera en que estábamos frente a una derecha intransigente y que muestra su peor cara en estos días. Me parece que lo que hacen el ministro Jackson y el Presidente al aceptar su renuncia es algo que finalmente debiera abrir un espacio de diálogo. Desde ese punto de vista, lo miro con cierto optimismo.

¿No es un cambio cosmético, como dice la oposición?

No comparto aquello, porque creo que hay cambios sustantivos en áreas muy importantes para la ciudadanía: en educación, en minería. El Presidente Boric tiene la oportunidad de marcar una diferencia, así como lo hizo la Presidenta Bachelet en Energía. Puede ser un gran sello de este gobierno un cambio en materia de minería.

Lo que argumenta la oposición es que el cambio fue cosmético, porque no se tocó el comité político. ¿Le parecía necesario que hubiera un ajuste ahí?

La oposición debería dedicarse a traer propuestas y a sentarse en los espacios que se han abierto de discusión. Pretender poner nombres o armar los gabinetes es una impertinencia.

¿Pero cree que faltó profundidad en el cambio de gabinete?

¿Pero cuál sería el sentido de cambiar el comité político? Hasta ahora, ha mostrado un buen equilibrio, un buen manejo de las situaciones. Hay un buen fiato entre ellos y, sobre todo, hoy día se necesita que esté más cohesionado que nunca.

Así como salió el ministro Jackson por ser ‘la cara visible’ del lío de platas, ¿no habría sido conveniente sacar también al ministro Montes? Al final, él también es uno de los rostros de la crisis.

El ministro Jackson no sale por esto del “lío de platas”. La crisis que tenemos es más que un lío de platas. Aquí hay un grave problema de corrupción que impacta al aparato público y donde la ciudadanía se ve muy desesperanzada. Yo creo que el ministro Jackson termina saliendo porque simboliza todo aquello, los proyectos que propiciaba el Presidente Boric en su programa, los que han estado siempre con la derecha en contra.

"Esta imagen de padre castigador del Presidente Boric está muy distante de lo que él efectivamente es", dice la senadora. FOTO Pedro Rodriguez

¿El cambio de gabinete no puede constituir un castigo para la coalición base del Presidente Boric, y particularmente para Revolución Democrática?

Esta imagen de padre castigador del Presidente Boric está muy distante de lo que él efectivamente es. Él es una persona muy conciliadora y que busca establecer ciertos equilibrios políticos a partir de aquellas personas que considera las mejores para los cargos, incluso sin tener a veces la opinión de los partidos. A veces a nosotros, desde los partidos políticos, también nos molesta, nos sentimos poco partícipes de estos cambios. Pero yo lo respeto, porque entiendo que él es el Presidente. No creo que el Presidente busque producir efectos de castigo a los propios. Pasó la otra vez con los liberales, pasa hoy día con RD. Yo creo que no siempre tenemos que buscar el beneficio de nuestro propio partido en pos de dar gobernabilidad.

Pero RD estuvo en el comité político, a través de la Segpres, en Desarrollo Social, en Educación, en la Subdere. Hoy tienen solo Bienes Nacionales. ¿No le parece que es extraño?

Debe haber una autocrítica en que el grave problema que se detona aquí de las fundaciones parte por militantes de RD. He visto entrevistas de la diputada Consuelo Veloso, donde es muy crítica del rol del ministro Jackson y de Miguel Crispi. O sea, dentro de sus propias filas hay críticas. Evidentemente, aquí hay un problema interno, que no está resuelto. Lo que debería haber es un análisis acerca de la situación propia de actuación de algunos militantes. Aquí no es el partido RD el que está en esta situación, no es una fundación del partido, pero evidentemente el impacto o el primer golpe lo han recibido ellos y creo que también tienen que ser conscientes de eso. Yo desconozco cuáles fueron los criterios del Presidente para adoptar las medidas que toma. Pero sí, conociendo al Presidente, no creo que haga esa lectura de premio y castigo.

Hace unos meses mencionó que se debía revisar críticamente el programa de gobierno. ¿El Ejecutivo debe ceder en algunas reformas?

Me parece que se hizo esa revisión crítica de alguna manera y que el gobierno tomó en consideración la realidad política que tenemos, particularmente de no contar con mayorías en el Congreso. De manera tal que se han reformulado tanto la reforma tributaria como la reforma previsional. La derecha hábilmente sigue señalando que esto es lo mismo, que no ha habido cambio.

Los últimos días ha quedado en evidencia que al interior del PS existen voces que son sumamente críticas con el gobierno. ¿Cuánta responsabilidad tienen usted y la directiva en alinearlas?

Esto de que uno tenga que alinear a la gente u ordenarla a mí me parece bastante poco democrático. Los partidos políticos no son instituciones militares, que son obedientes y no deliberantes. Tal vez para mí sería muy fácil sumarme a la barra brava en contra de los parlamentarios y ganar muchos likes en redes sociales, pero la responsabilidad política consiste precisamente en que uno dirija la institución, en este caso el PS, pensando más allá de los intereses propios y personales míos. Cada parlamentario o cada mandatario tiene un ámbito de acción propia, porque finalmente cuesta llegar a construir lo colectivo. Ese es el gran déficit que tiene la política hoy día. En eso yo he trabajado incansablemente en este año como presidenta del partido, en lograr que los proyectos no sean proyectos de cada uno, sino proyectos colectivos. Hay algunos que señalan, y reiteradamente en redes sociales, que expulsemos a los senadores; a mí me parece un contrasentido, aun cuando difiero de lo que digan.

¿Pero en ningún caso figuras como la de los senadores Espinoza, Saavedra, Castro se han convertido en un problema para el Partido Socialista?

Quienes son parlamentarios, alcaldes u ocupan cargos tienen representación popular, tienen arraigo en su zona, pero también son mandatarios y representantes del PS. Es un problema mucho más de forma que de fondo. En el caso de los parlamentarios que usted nombra, son personas que están en terreno, que trabajan en la línea política nuestra. Más bien tienen una vocería que es disonante y que parece muy contraria a la línea política nuestra, y lo es, pero es un tema más de vocería que de acción política. La política se resuelve con política, no con medidas disciplinarias.

"Yo estuve hablando con el Presidente Boric hace pocos días y le decía: 'Presidente, nuestro gobierno es un buen gobierno, toma buenas medidas. El problema es que no alcanzamos ni siquiera a visibilizar ciertas cosas'". FOTO Pedro Rodriguez

El partido advirtió que no les es propio “tolerar las faltas de respeto ni el personalismo caudillista”. ¿A qué se refieren?

Muchas veces yo no estoy de acuerdo con algunas propuestas del gobierno y las hago ver y saber en privado, porque es lo que corresponde. Nosotros somos un partido leal con el Presidente, vamos a estar apoyando a este gobierno como lo hemos hecho, pero eso no quiere decir que seamos obsecuentes, porque precisamente creemos que desde la crítica respetuosa podemos hacer un aporte.

También aseguraron que no toleran las “denostaciones personales” ni los “ataques arteros”. Con eso de fondo, ¿cómo se toma las intervenciones de diputados como Daniel Manouchehri, que habló de “tontos útiles de la ultraderecha”, y de Jaime Naranjo?

Hay diputados que a mí me piden la expulsión de los senadores y que también me han denostado a mí, incluso por redes sociales. Con ese criterio que ellos piden, de tal drasticidad, tal vez tendría que expulsar a varios diputados y senadores. Aquí lo concreto es que hay distintas visiones dentro del PS, lo cual es completamente legítimo. Lo que no es legítimo es la denostación ni el ataque artero. Frente a eso, operarán las instituciones que tengan que operar.

Hay varias voces dentro del partido con respecto a la gestión del gobierno, por distintos temas. ¿Diría que hay cierta desafección en el partido con respecto al gobierno?

Si nosotros seguimos haciéndonos daño entre nosotros, entre las coaliciones o entre la interna de los propios partidos vamos a terminar debilitándonos aún más. Yo estuve hablando con el Presidente Boric hace pocos días y le decía: “Presidente, nuestro gobierno es un buen gobierno, toma buenas medidas. El problema es que no alcanzamos ni siquiera a visibilizar ciertas cosas”. ¿Cómo no van a ser buenos el copago cero, los avances en materia de seguridad? Pero eso nadie lo sabe, no se logra visibilizar, porque estamos todos hablando de otras cosas.

¿Por qué cree que no se logran visibilizar los avances del gobierno?

Mira, yo no estoy para echarles la culpa a unos o a otros. Lo que sí depende de los partidos de gobierno es actuar con unidad. Uno les podrá echar la culpa a muchos factores, pero lo concreto es que sin unidad no hay avance.

¿El Presidente comparte el diagnóstico de que no se alcanzan a mostrar los avances del gobierno?

No puedo hablar por el Presidente, pero yo se lo planteaba en términos de que a mí me parece que este gobierno va a terminar con un buen nivel de apoyo y con una buena ejecución de temas importantes para la gente, en la medida en que seamos capaces de trabajar por objetivos concretos en materia de previsión, en materia de salud, en materia de seguridad.

Al señalar el problema comunicacional, ¿no sería bueno renovar las vocerías, la Secom?

Desconozco el trabajo de la Secom, más allá de que a los dirigentes de partidos nos dan orientaciones. No centralizaría el problema solo en eso. El problema comunicacional puede ser el resultado de la dispersión política en que trabajamos.

Este domingo van a sostener un encuentro entre autoridades del PS, ¿qué expectativas tiene sobre dicha cita?

La convocatoria es para conversar políticamente. Le pedí a Alfredo Joignant que abra la reunión con un análisis de la coyuntura, para iniciar un diálogo político.

La expresidenta Michelle Bachelet planteó que no le gustaría estar frente al dilema de una nueva candidatura para La Moneda. Pero el Partido Republicano ha tenido un avance avasallador. ¿Hay posibilidades para que la expresidenta vuelva en ese escenario?

No me gusta ser intérprete de otras personas, mucho menos de la expresidenta. Lo que yo desprendo de sus palabras es que tenemos que tener un proyecto de unidad que nos permita enfrentar a la derecha y ser una alternativa de gobierno. Si ella está o no disponible para encabezar esa alternativa, esa respuesta solo la puede dar ella.

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