Colegios sin internet llegan a 2.680 en el país y plan busca conectarlos de aquí a 2022

01 DE MARZO DE 2021 / CALAMA Con 170 alumnos se dio inicio al primer día de clases en el Colegio Calama. El establecimiento educacional está comenzando el año escolar con una modalidad híbrida, es decir, algunos estudiantes estarán de manera presencial y otros vía streaming. FOTO: JUAN RIQUELME / AGENCIAUNO

La pandemia y la modalidad híbrida de clases ha implicado grandes desafíos para los recintos que no tienen el servicio. En ese contexto, el proyecto Conectividad para la Educación 2030, de las subsecretarías de Telecomunicaciones y de Educación, subsidiará la instalación de redes para entregarles conexión. Mientras, para fines de la década se espera que los casi 10 mil establecimientos escolares del país tengan una conectividad de alta velocidad.


La brecha tecnológica es potente: en Chile, casi uno de cada tres colegios no tiene conexión a internet. Son, en total, 2.680 recintos, el 47% rurales, donde las clases online o híbridas se han vuelto una misión imposible.

Uno de ellos es la Escuela Domingo Santa María de Andacollo, que hace 80 años se ubica en el sector minero El Cobre. Recibe a menores de primero hasta sexto básico en la misma sala de clases, a cargo de una profesora.

“Nosotros no tuvimos clases online, porque el colegio no cuenta con internet. La profesora nos iba entregando las guías que nosotros íbamos a retirar al colegio. Así lo hacíamos cada veinte días, era cuatro por materia”, afirma la apoderada Ingrid Bórquez.

Y cuando las instrucciones o tareas se hacían difíciles, las consultas se hacían por teléfono a la profesora, quien también enviaba videos didácticos y explicativos para apoyar el aprendizaje. Y aunque con esfuerzo, fue resultando: para hablar con la docente o visualizar el material enviado, los apoderados deben caminar varias cuadras desde sus casas para lograr una señal apropiada.

Este año la escuela ya ha retomado las clases presenciales. Sin conexión, no hay opción de modalidad híbrida. “Está en proceso el proyecto de internet en la escuela, pero no hay una fecha clave. Aún no se comienza con las instalaciones”, advierte la directora, Tamara López.

Bórquez también espera que llegue ese momento, para que sus hijos puedan acceder a todo lo que ofrece la red. “Sería beneficioso para los alumnos porque ya no estarían en desventaja con los niños que viven en la ciudad y tienen más herramientas tecnológicas”.

Un caso similar vive en Rancagua el Instituto Tecnológico Minero Bernardo O’Higgins. El recinto, en 75 años de trayectoria, nunca ha contado con un acceso a internet suficiente para sus 828 alumnos.

El instituto es municipal, mixto y recibe a alumnos desde séptimo básico hasta cuarto medio, donde los estudiantes tienen la posibilidad de realizar un título técnico de nivel medio en áreas como la minería y electricidad.

“La llegada de la pandemia nos generó un montón de desafíos. Ya teníamos desde antes dificultades con la accesibilidad a internet. En términos de infraestructura, no teníamos nada prácticamente”, explica el profesor Humberto Pizarro (64), quien dirige el establecimiento. Cuenta que la Corporación Municipal les donó tablets con conexión a los alumnos, con una entrega paulatina.

Pero el colegio seguía con una red débil. Antonia Rivera (38), apoderada del Instituto, dice que “cuando intentaron hacer clases por internet desde el colegio la señal era malísima, se quedaba pegado el video, fue un caos. Se nos iba a las cobertura, y a veces comenzaban las clases en el mismo horario y se caía la señal”. Su hija está en octavo básico y por ser una destacada bailarina, recibió un computador que incluía la instalación de fibra óptica en abril del 2020, antes que sus demás compañeros.

Mientras, el resto de los alumnos, sin conexión, debían retirar el material impreso al colegio y tratar de ponerse al día con los que sí podían asistir a las clases remotas.

Sobre el plan de conectividad para el Instituto Minero, Pizarro explica que, por temas de aforos, no pueden regresar de manera presencial todos los alumnos porque no cumplirían con los protocolos sanitarios: en promedio, son 34 alumnos por sala. Por lo tanto, “los alumnos vuelven el 31 de mayo, pero solo si están las condiciones tecnológicas para volver, o sea, internet, cámaras”. Estos requisitos son fundamentales para poder impartir las clases en modalidad híbrida, explica.

Plan de conectividad

La realidad de estos colegios podría cambiar pronto para estos alumnos, con el proyecto Conectividad para la Educación 2030, dirigido por las subsecretarías de Telecomunicaciones y Educación. La iniciativa se enmarca dentro del Acuerdo Nacional para la Conectividad, el cual incluye otros planes para mejorar el acceso a internet en todo el territorio, a través de alianzas público-privadas con las principales empresas de telecomunicaciones.

El proyecto financiará la conectividad de 10 mil establecimientos. De ellos, 8.352 establecimientos adquirirán o mejorarán su servicio este año, y el resto el próximo año, con una inversión inicial de $ 12.783 millones.

El subsecretario de Educación, Jorge Poblete, explica que la iniciativa “va a permitir que 10 mil establecimientos tengan acceso a internet financiado por el Estado para el 2022. Ese internet va a ser de alta velocidad, y esa velocidad ¿cómo se va a ir consiguiendo? Primero conectando a los colegios, y posteriormente, de aquí al 2030, se les irá incrementando la velocidad de conexión”.

Desde la Subsecretaría de Telecomunicaciones plantean que “es importante destacar que este presupuesto es superior en un 170% respecto a su primera versión. Por otro lado, a nivel nacional aumentamos del 45% al 60% de hogares conectados a Internet fijo y hemos ejecutado más del 74% de los fondos asignados para proyectos de conectividad y reducción de la brecha digital”.

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