Del estrellato al Islam: todas las vidas de Sinead O'Connor

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Sinead O'Connor convertida al Islam. Foto Twitter @MagdaDavitt77

La artista anunció su conversión al credo musulmán tras décadas de una carrera errática. Además cambió de nombre, aunque no es la primera vez que muta su identidad: los giros y los problemas personales han marcado su vida.


En los últimos meses, Sinéad O'Connor ha experimentado un nuevo cambio en su vida. La cantante de 51 años, una de las más irreverentes estrellas femeninas de los años 90, ha vuelto a las redes sociales para anunciar su conversión al Islam, y proclamar su nuevo nombre: Shudada' Davitt.

"Esto es para anunciar que estoy orgullosa de convertirme en musulmana. Ésta es la conclusión natural de cualquier viaje teológico inteligente", escribió en su nueva cuenta de Twitter hace algunos días, bajo su nuevo nombre: por algo la noticia demoró en explotar y recién esta mañana fue conocida por todo el planeta.

https://twitter.com/MagdaDavitt77/status/1053756087780958208

Su radical cambio de creencias trae a la memoria sus múltiples polémicas relacionadas a la religión. Quizás la más recordada es su ataque a la Iglesia Católica en 1992, cuando rompió una foto del Papa Juan Pablo II durante su presentación en el programa estadounidense Saturday Night Live. "Lucha contra el verdadero enemigo", dijo, acusando directamente a esta religión por encubrir abusos de menores.

A fines de los 90, la Iglesia ortodoxa irlandesa ordenó a O'Connor como sacerdotisa, luego que la artista manifestara en un programa de televisión que, de no haber sido cantante, habría sido sacerdote (título que la Iglesia Católica no entrega a las mujeres). Luego de eso, se hizo llamar Madre Bernardette Mary.

Ahora, la cantante aparece en sus redes sociales luciendo un velo islámico, y mostrando esta nueva etapa; al parecer seguirá vinculada a la música, a diferencia de lo que ocurrió con el artista inglés Cat Stevens, quien luego de convertirse al Islam en los 70 y adoptar el nombre Yusuf Islam, dejó su carrera por casi tres décadas.

Este año, O'Connor estrenó Milestones, tema que anunció como el primer corte de un nuevo disco que prometió para 2019, y que será editado bajo el nombre de Magda Davitt.

https://www.youtube.com/watch?v=se2rJjP-E30

Escándalos personales

"Me habéis quitado mi cuerpo, me habéis quitado mi mente, me habéis quitado mis hijos, pero nunca me quitaréis mi voz", se puede leer en un escrito que aparece en algunas de sus recientes grabaciones como Shudada' Davitt.

Un mensaje que se relaciona a la incontable lista de conflictos personales, mentales y emocionales por los que ha atravesado O'Connor, y que han hecho eco en la prensa mundial.

*Abusos en su infancia

A inicios de 1990, la cantante lanzaba el segundo sencillo de su segundo disco de estudio, I Do Not Want What I Haven't Got. Era el tema Nothing Compares to You, compuesto por Prince y lanzado en los 80, sin gran impacto.

Pero la versión de O'Connor pronto se transformó en un éxito mundial, que terminó de inmortalizarse con su videoclip: aquel que muestra en un primer plano el rostro de la cantante con una conmovedora interpretación, donde incluso derrama algunas lágrimas. La artista, de entonces 23 años, confesó que su emoción se debió a la reciente muerte de su madre, ocurrida a mediados de los 80 en un accidente automovilístico.

https://www.youtube.com/watch?v=0-EF60neguk

Con los años, la intérprete iría revelando difíciles pasajes de su vida, marcada por una infancia de abusos físicos y psicológicos.

A fines de 2017, accedió a una íntima entrevista para el programa estadounidense The Dr. Phil Show, donde se explayó en la relación con su madre. "Lo que más me gusta de mi madre es que esté muerta", declaró.

Y dio detalles de los abusos que sufrió con su progenitora. "Mi primer recuerdo es que no debía haber nacido. Ella no me quería. Ella no quería chicas. Ella quería que yo fuera un niño. Me vestía como un niño, me cortaba el pelo. Siempre que me golpeaba, que era a diario, estaba desnuda. Me hacía quitarme la ropa. Tenía que tumbarme en el suelo. Tenía que abrir los brazos y las piernas. Tenía que dejar que agrediera mi abdomen. Ella quería romper mi vientre. Quería destruir mi sistema reproductivo. Quería impedirme ser una mujer", contó. Fue por todo eso que, a los 13 años, decidió huir de su casa.

*Problemas mentales

En 2007, en el programa The Oprah Winfrey Show, la intérprete confesó que fue diagnosticada con trastorno bipolar cuatro años antes, y que había intentado suicidarse en 1999, para su cumpleaños número 33. Siete años después, negaría sufrir esa enfermedad.

En los años siguientes, su nombre aparecería constantemente por diversos episodios de inestabilidad emocional. En 2015, por ejemplo, amenazó con suicidarse a través de Facebook; en 2016 pasó varias horas desaparecida en Chicago (EE.UU.), y fue buscada arduamente por la policía ya que existía un riesgo de suicidio. En 2017 protagonizaría un desolador video, registrado desde un hotel en Nueva Jersey (EE.UU), donde aseguraba estar en completa soledad, únicamente acompañada por su psiquiatra. "Lucho día a día para mantenerme con vida", decía.

Hace un año, la artista volvió a definirse como "mentalmente enferma" por lo que vivió en su infancia, pero también por un hecho ocurrido en su adultez. "Hace dos años me hicieron una histerectomía radical en Irlanda y perdí la cabeza después de eso", dijo sobre la operación donde se le extirpó el útero. "Las hormonas estaban por todas partes, me convertí en suicida. (…) Así que yo diría que después de la histerectomía, me enfermé", declaró.

Luego de eso, reconoció que lo más lamentable fue ver cómo su familia se alejaba, incluido su hijo más pequeño, Yeshua, de entonces 10 años. "Me dejaron y no me dejaron ver a mi hijo", señaló. "Eso es lo que me hizo perder mi mente, me mantuvieron alejada de mi hijo (en el momento) más vulnerable. Además, en algunos de mis abusos cuando era niña, mi madre trató regularmente de destruir mi sistema reproductivo, por lo que la cirugía fue muy desencadenante", agregó.

Pero la cantante terminó aceptando la reacción de su familia, al igual que cuando perdonó a su madre. "No es fácil para las familias de personas con enfermedades mentales. Podemos ser difíciles", admitió.

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