Disolver el Parlamento: El debate que levantó la mala racha del gobierno en el Congreso

"Debería existir un mecanismo Constitucional que le permita al Presidente disolver el Congreso y llamar a elecciones", dijo ayer el empresario Jorge Errázuriz.


La mala semana del Ejecutivo en materia legislativa, con el rechazo de los proyectos de Admisión Justa del Mineduc y de la idea de legislar de la reforma de Pensiones en la comisión de Trabajo de la Cámara, tuvo dos efectos comunicacionales inmediatos. Primero, se repuso la discusión entre "patriotas" y "antipatriotas". Entendiendo por los primeros -desde la perspectiva oficialista- a quienes aprueban las iniciativas del Gobierno. A ellos apeló ayer antes del mediodía el Presidente Sebastián Piñera desde un podio en La Moneda.

Otra discusión que surgió de la mala semana legislativa del gobierno fue la posibilidad de que el Presidente disuelva el Parlamento ante indicios de bloqueo legislativo. Así, tal cual. Esa piedra la tiró ayer por redes sociales el empresario y ex candidato al Senado de Ciudadanos, Jorge Errázuriz, provocando una masiva reacción en contra. El diputado de RD, Giorgio Jackson, le hizo ver que se trata del mismo recurso en usó en Venezuela Nicolás Maduro para enfrentar a un Congreso opositor.

Debería existir un mecanismo Constitucional que le permita al Presidente disolver el Congreso y llamar a elecciones cuando se produce bloqueo total de iniciativas del Ejecutivo. Pensarían más la alternativa de bloquear idea de legislar. Tienen que existir incentivos para acuerdos https://t.co/HHkbAMqNVp

— Jorge Errázuriz (@jorgeerrazuriz) 14 de mayo de 2019

Mira tú, proponiendo lo mismo que la Constitución Venezolana permitió a Maduro cerrar el Congreso (eso sí, después de meses q el Congreso no pudiera sesionar por protesta opositora)... ?

— Giorgio Jackson (@GiorgioJackson) 14 de mayo de 2019

¿Existe tal posibilidad en el ordenamiento actual? No. Pero sí existió y está considerada en las discusiones constitucionales. No como una forma de enfrentar una frustración legislativa, pero sí como parte de un debate más amplio sobre  mantener el régimen hiperpresidencial actual o si debe pasar a un presidencialismo moderado, o a un sistema parlamentario.

El actual decano de la Universidad de Chile, Pablo Ruiz-Tagle Vial, quien asesoró constitucionalmente, a Eduardo Frei Ruiz -Tagle en su última campaña presidencial, propuso  hace años la disolución del Congreso como mecanismo para desempatar la política legislativa entre el Congreso y el Gobierno. Defendió la misma idea en su participación en el Comando que elaboró el Programa Constitucional de la Presidenta Michelle Bachelet para su candidatura en 2013.

El ex ministro secretario general de la Presidencia, Nicolás Eyzaguirre, también plantea la idea en la propuesta constituyente que elaboró tras su salida del gobierno con los abogados Tomás Jordán y  Pamela Figueroa que apunta a un régimen presidencial moderado. "Está planteado en un escenario de equilibrio entre los poderes Ejecutivo y Legislativo", explica Jordán a La Tercera PM. Por eso, la propuesta también permite al Congreso censurar al gabinete presidencial.

Una propuesta parecida ya está en trámite en el Congreso. Se trata de la reforma constitucional presentada por los diputados PS Marcelo Schilling y Osvaldo Andrade, junto al PPD, Guillermo Ceroni.

"El Presidente de la República podrá disolver el Congreso Nacional por una sola vez durante su mandato. En este caso, el Gobierno deberá disponer de nuevas elecciones en un plazo de sesenta días, para que el nuevo Congreso Nacional se pueda reunir en un plazo máximo de noventa días, desde la fecha de disolución", dice el texto que sigue en primer trámite.

El proyecto añade que, a su vez, el Parlamento  "podrá acordar la remoción del gabinete por una vez dentro del periodo presidencial, siempre que concurra el acuerdo de las tres quintas partes del Congreso Nacional".

Zapata: "No se puede legislar desde la frustración"

El constitucionalista, Patricio Zapata, quien participó en el proceso constituyente convocado por la Presidenta Michelle Bachelet -que en su propuesta al Congreso no incluyó la disolución del Congreso-, sostiene que la idea es mala en cualquier sistema presidencialista.

"Yo encuentro que es una mala idea en el contexto de cualquier presidencialismo, reforzado o moderado. Siempre es una mala idea que el Presidente pueda anticipar las elecciones. Era una mala idea en la Constitución de Pinochet. Solo tiene sentido sentido en un auténtico régimen parlamentario, porque de otra forma el mecanismo solo afectaría a la oposición", sostiene.

"Instalar esa idea replica lo que ha hecho Maduro en Venezuela. Yo entiendo la frustración del Presidente, no es distinta a la que enfrentó Salvador Allende o Frei Montalva, pero no hay que legislar desde la frustración.  Hay que evitar reformas para un problema puntual de la dinámica política", agrega.

El académico de la UDP, Javier Couso añade que "el intento de disolver el Parlamentario sin cambiar el sistema , es peligroso...Hacer una reforma constitucional sin una reforma al sistema es descompensado. Entiendo la frustración,  pero ha faltado un trabajo prelegislativo".

Fernando Atria (PS), promotor de la Asamblea constituyente, ve una oportunidad en el debate. "Me llama la atención que estas personas, después de tanto oponerse, ahora digan sin decirlo que están a favor de una nueva Constitución porque un cambio de ese tipo es un cambio de la Carta Fundamental" dice.

"A mí me parece mucho razonable un sistema parlamentario, así que estaría dispuesto a sumarme a este empresario por una nueva Constitución que contemple un régimen parlamentario. Yo soy parlamentarista, este régimen es mucho más adecuado que el presidencial que como dijo un reconocido jurista refiriéndose a la Constitución del 25', es una monarquía elegida", agregó.

Por ahora La Moneda está lejos del debate. Hay  constitucionalistas cercanos al Ejecutivo que creen que  la administración Piñera abordará el tema de una nueva Constitución en algún momento, cuando la contingencia lo obligue. Pero, lo cierto, es que al Gobierno no le interesa abrir ahora ese debate. Y solo se ha limitado a anunciar cambios puntuales a la Constitución.

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