En hostales y separados entre ellos: La tensa espera de los chilenos en Malasia

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Foto: La Tercera/Archivo

"Dándose un respiro el uno del otro", según sus cercanos, están hoy los chilenos.


El pasado 30 de noviembre -a sólo cinco horas de expirar el plazo-, la Fiscalía Nacional de Malasia presentó un recurso de apelación en contra de la sentencia que benefició a los chilenos Fernando Candia y Felipe Osiadacz, acusados de homicidio en Malasia.

A la espera del fallo de la Corte de Apelaciones y tras pasar en la cárcel más de un año, hoy ambos se encuentran separados, "respirando el uno del otro". Según cuentan en su entorno, no han acabado con su amistad, pero tampoco se hablan. No se visitan el uno al otro y en contadas ocasiones se han reunido en Kuala Lumpur, capital del país asiático.

Ambos basan su rutina en lectura y paseos por las cercanías del lugar en que pernoctan. Tras salir de la cárcel de Kajang, ambos viven en hostales y sin ningún tipo de regalías. No salen de noche.  Sus familias han pagado cuantiosos recursos desde que se vieran involucrados en la muerte de un ciudadano malasio en el hall del hotel en que permanecían. Han financiado desde su alimentación en el penal en que permanecían recluidos –que fuera sustentada básicamente con arroz y soja– a su defensa legal en tribunales.

Sólo a modo de ejemplo del gasto en que han incurrido sus familiares, Fernando –padre de Felipe- viajó en cuatro ocasiones a ver a su hijo a Kuala Lumpur, durante el periodo en que él permaneció privado de libertad. Cada viaje implicó un desembolso de US$2.900.

Actualmente se encuentran bajo la medida cautelar de arraigo nacional,  pero han están en permanente contacto con sus familias, los cuales siguen con atención el estado de salud de ambos jóvenes.

Quien también ha estado pendiente, es Gaelle, la ciudadana belga que es novia de Felipe Osiadacz. En estos momentos, ella debió  dejar Malasia para tramitar su visa, pero pretende volver al país asiático.

Por otro lado, entre los antecedes nuevos del caso que han surgido tras el juicio, se conoció que la familia de Yusaini Bin Hisham (27), ciudadano malasio que resultó muerto en el incidente producido en la entrada no retiró su cuerpo por razones desconocidas de la morgue. Según las fuentes consultadas, ellos no se hicieron parte del proceso ni tampoco existe un acuerdo compensatorio.

Cabe recordar que el joven murió producto de un paro cardiorrespiratorio tras ser reducido por Fernando Candia y Felipe Osiadacz en la entrada del hotel encontraban. Según la versión de los chilenos el malasio los habría atacado con un vidrio en medio de una discusión que terminó con el extranjero en el suelo.

Según las mismas fuentes consultadas, Felipe no regresaría Chile una vez que acabe el proceso judicial en Malasia. El joven habría manifestado a cercanos su intensión de emigrar a Europa junto a su novia. Sin embargo, otros personeros desestimaron dicha versión.

Sorpresa

Según trascendió, los padres de ambos jóvenes no se esperaban la apelación de parte de la Fiscalía de Malasia. Existía un acuerdo previo, por la pena que incluyó un arraigo nacional con el retiro de sus pasaportes.

Las mismas fuentes consultadas señalaron que el proceso de cierre del litigio podría extenderse por, al menos, un año. Más aún, señalaron que la arremetida de la fiscalía de ese país surge luego que el acuerdo original de tres años de presidio se viera en peligro debido a que el magistrado redujo dicho periodo a sólo dos años.

La ley de Malasia permite apelar mientras exista inconformidad con los hechos que permitieron la fijación de la condena. La apelación permite a la entidad persecutoria del país asiático incluso la presentación de nueva evidencia que podría elevar la pena.

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