A propósito del 8 de marzo: ¿Se puede ser feminista y ser de derecha?

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La ministra de la Mujer, Isabel Plá, dijo hoy que el gobierno "no comparte la paralización" del próximo viernes 8 de marzo. Además, calificó la convocatoria como de oposición, abriendo un debate sobre si el feminismo es patrimonio de un sector político u otro.


"Plataforma de articulación de un sector de la oposición" y "banderas de lucha politizadas". Así definió la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Isabel Plá, la convocatoria de huelga y marcha para el próximo 8 de marzo organizada por el movimiento feminista 8M.

La secretaria de Estado, en entrevista con Tele 13 Radio, agregó que el gobierno de Sebastián Piñera no comparte el fondo de la movilización y la definió como una "paralización que apunta al sentido contrario" de lo que se ha planteado desde su cartera.

Así, los dichos de la secretaria de Estado marcaron una clara diferencia con el movimiento que ha convocado a la huelga y, sin definirlo como de izquierda sino como de "oposición", sí marcó un contrapunto sobre lo que el gobierno entiende por feminismo.

"El feminismo tiene un registro muy amplio, hay distintas formas de expresarse de manera feminista. Y las ha habido históricamente. Ese registro le permite a muchas personas sentirse parte de la causa, no precisamente compartiendo todo lo que un sector más militante está planteando", agregó Plá.

Pero, ¿existe un feminismo de derecha? ¿Es solo patrimonio de un sector? Esas preguntas, difíciles de responder por estos días, abrieron un debate que podría intensificarse. Más aún, cuando los planes del gobierno de Sebastián Piñera son cambiar el tono del acto del próximo 8 de marzo, donde en vez de "celebrar" ese día se optará por una "ceremonia de conmemoración".

Fuentes de gobierno agregan que será un acto "solemne" en el cual gestos como regalar flores a las mujeres que asistan al acto o llevar a músicos para que canten temas románticos, quedarían fuera del libreto.

"El movimiento feminista se ha ideologizado"

"El feminismo no es un privilegio de la izquierda. Yo soy de derecha y soy feminista. Trabajo para generar cambios en lo cotidiano y por cierto también fuertemente en la creación y modificación de políticas públicas, nadie podría negarme ese derecho por el sólo hecho de ser de derecha", dijo la diputada Marcela Sabat (RN) a La Tercera PM.

Sabat, que ha liderado los temas de la mujer en su partido, agrega que la diferencia es "a qué responde cada sector". "Nosotros respondemos a lo que creemos el sistema social debe mejorar y entregarle a nuestras mujeres en la actualidad. Nuestra lucha va por la igualdad de derechos, oportunidades y dignidades entre hombre y mujeres", dijo.

En esa misma línea, la senadora y presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe, comentó que el movimiento feminista "está capturado por la izquierda". "El feminismo es la defensa para que las mujeres tengan igualdad de derecho con los hombres. Lo que sucede en Chile, es que el movimiento feminista se ha ideologizado a tal punto que llega a extremos que no nos representan", señaló.

Feminismo liberal

Durante el 2018, la Fundación para el Progreso (FPP) trabajó en un decálogo sobre lo que denominaron "feminismo liberal". Influenciado por diversos autores de corte liberal, entre las que destacaron la intelectual Camille Paglia, la idea nació como respuesta a la discusión que desató la denominada "ola feminista" del año pasado.

"El feminismo originario es liberal clásico y cree en la igualdad moral de hombre y mujer. Como consecuencia postula igual trato ante la ley y se opone a toda forma de privilegio arbitrario. Esto hace, por ejemplo, que sea incompatible con las cuotas legales, pues estas son formas de discriminación injustificables desde el punto de vista moral", comenta Axel Kaiser, director ejecutivo de la FPP.

Kaiser agrega que el "feminismo auténtico" reconoce y le da valor al mercado y lo ve como una "fuente de progreso y liberación de mujeres y minorías y niega la idea de que la sociedad capitalista liberal sea intrínsecamente machista y opresiva. Eso es lo que postula el marxismo que capturó el movimiento feminista en occidente".

En respuesta a eso, la historiadora María José Cumplido dice que el denominado feminismo liberal responde a una "especie de histeria de decir que el feminismo ya fracasó". "Cuando comienza el debate del voto femenino a fines del siglo XIX, recién lo van a conseguir el año 1947. O sea después de más de 50 años. Hay que tener paciencia en cómo sigue el feminismo y entender que va a tener puntos más álgidos que otros".

"Lo que plantea Kaiser es conservador. El feminismo no propone una lucha de géneros, lo que se busca es una igualdad entre géneros y eso es el objetivo tanto del feminismo anarquista como el del liberal. El objetivo es el mismo. La diferencia está en el cómo llegamos a ese objetivo", agrega Cumplido.

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