Columna de Mariano Confalonieri: Argentina, una caja de sorpresas



Por Mariano Confalonieri, editor del Breaking News del diario argentino La Nación

Con pocas semanas de diferencia, Argentina vivió dos sucesos electorales inesperados. En las primarias del 13 de agosto (conocidas como PASO), el candidato a Presidente más votado fue un “outsider”: el diputado por La Libertad Avanza, Javier Milei, un economista que se define como libertario y cuya carrera política arrancó en 2021. Ese domingo, su partido obtuvo un 31,6%, contra un 29,6% de Juntos por el Cambio (Patricia Bullrich más Horacio Rodríguez Larreta), mientras que el oficialismo, con Sergio Massa a la cabeza, logró un 28,8%.

Esos resultados ponían a Milei en un lugar expectante. Hubo analistas que anticiparon un triunfo suyo en primera vuelta; encuestadores que lo posicionaron al borde de consagrarse Presidente sin necesidad de un balotaje; y mucha gente sorprendida por la velocidad con la que un personaje disruptivo (que proponía legalizar la venta de órganos, el porte libre de armas y dinamitar el Banco Central, además de dolarizar) quedó primero en la grilla de partida.

Pero apenas dos meses después, Massa pasó al primer puesto. Sorpresivo, inesperado, y otros adjetivos tampoco alcanzaron para calificar lo que ocurrió. Menos para entenderlo. Porque Massa, además de ser el candidato del frente peronista-kirchnerista, es el ministro de Economía. En resumen: Massa es el responsable de una economía hundida, con una inflación interanual de 138%, un dólar paralelo a 1.100 pesos argentinos (que licúa el poder adquisitivo) y una pobreza del 40%. Así y todo se convirtió en 60 días en el candidato más votado. Le sacó a Milei, al outsider, siete puntos, y desplazó a Bullrich al tercer puesto.

Entre las primarias y la general, Massa ganó más de 3 millones de votos, Bullrich no retuvo los de Juntos por el Cambio -perdió alrededor de 400 mil- y Milei tampoco mantuvo la totalidad de los suyos. En el interín, lo que creció fue la participación electoral, que pasó del 69,9% al 77,7%. En términos nominales, es la cantidad que sacó Massa.

De cara al balotaje, la principal pecera en la que puede pescar Milei es la de Bullrich: un voto principalmente antiperonista, pero, sobre todo, antikirchnerista. Por eso, Massa logró de común acuerdo que Cristina Kirchner se corriera de la campaña. Sin embargo, para tener reales chances de convertirse en Presidente, Milei deberá obtener todos los votos de Bullrich -que le dio su apoyo público al libertario- y más, porque arranca siete puntos abajo. Es algo poco probable, porque Juntos por el Cambio, después del 22 de octubre, empezó a romperse, y los radicales y la Coalición Cívica, dos de sus socios, tomaron caminos distintos al Pro de Macri y Bullrich.

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